XII
"A menudo encontramos nuestro destino por los caminos que tomamos para evitarlo"
-Jean de La Fontaine
Pasan tres días luego del incidente. No volví a ver a Sombra, pero lo sentía. Esas tres noches sentí su mirada penetrante mientras dormía, o al menos, cuando lo intentaba. Las pesadillas comienzan a hacer efecto en mi cuerpo. Mis extremidades pesan, me arden los ojos y no tengo ganas de nada. En el sueño de pronto estoy caminando por una ruta desierta. Hay mucho viento, y llueve. Siento que algo malo va a suceder, algo que no puede parar.
Y sucede: veo el auto a lo lejos, una sombra que aparece y entonces el automóvil sale volando. Parece que ninguno de los protagonistas me ve. Solo puedo verlos yo. Pero al acercarme al desastre, al auto que chocó contra el árbol, veo la figura de una mujer. No puedo ver su rostro. El sujeto que se inclina hacia ella de pronto se voltea a mí en cuanto le grito.
-¡No la toques!
Y despierto. Siempre despierto antes de poder ver su rostro. Hoy, como las dos noches anteriores, aquello me juega una mala pasada. Un sentimiento de impotencia, ansiedad, algo que debería saber pero que no puedo. Como cuando quieres seguir soñando con alguien aunque sabes perfectamente que no sucederá.
-Ten-dice Peter, dejándome una bolsa de plástico sobre la mesa-Siena me dijo que te gustan estas cosas. No sé qué comen los humanos, pero si me das un poco...es probable que me guste.
Con una sonrisa y la panza haciendome ruido, abro la bolsa. Hay jugo de naranja, leche, paquetes de galletitas, dulces..incluso hay cosas que no estoy segura de haber probado en mi vida.
Peter aprovecha y se sienta frente a mí. Lleva guantes negros en las manos. Le cortó los dedos para que solo le tape las palmas. Sus ojos van de la bolsa a mi cara, esperando una reacción de mi parte.
-Gracias.
-No hay de qué. ¿Sabes? Ahora que nadie te deja salir, podría enseñarte a jugar Blackjack o al Pocker.
-Creo que esos no son juegos que se aprenden en el...
-No, pero cuando pasas una vida larga entre humanos, necesitas ser bueno en algo para ganar su confianza-interrumpe-Ya sabes...la mayoría de demonios poseen a aquellos que tienen adicciones. Se les hace muy fácil entrar en sus cuerpos y una vez que están allí y se ponen cómodos...ya no salen.
Abro la botella de cartón con el jugo de naranja y también el paquete de las toddys. No me preocupo por comer delicadamente, todo lo contrario. En estos días, Siena me acompañó siempre a diferentes lugares. Dijo que así tendríamos más seguridad, que nadie nos encontraría. Pero estuve comiendo tantas porquerías que ya estoy harta. Un buen jugo casi natural y galletas de las que compra papá para el desayuno, me hacen sentir como en casa.
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Daemonium/ Los hijos del Diablo: el comienzo
Novela JuvenilAbby Greyman perdió a su madre en un horrible accidente cuando ella apenas era una bebé. A pesar de que jamás la ha visto, sueña con ella constantemente. La llama, le muestra el camino. Un camino que conduce a...¿a dónde? Abby debe enfrentar a la o...