No recuerdo cuando fue lo comencé a ver diferente, recuerdo cuando lo conocí, pero no cuando deje de odiarlo. Fue en un invierno del 2005, ambos teníamos 6 años cuando nos conocímos.

Entre sosteniendo la mano de mi papá a su casa, una casa no muy grande pero acogedora, tenia una chimenea justo frente al sillón de tres plazas, había fotografías del señor yoon y un niño en la mesita de centro, las escaleras estaban justo donde terminaba la pared de la chimenea, el señor sungyoon le llamo y al minuto siguiente se escuchó como alguien bajaba por las escaleras, era un niño, su nariz de botón, ojos grandes y expresivos, podría jurar que era el niño mas lindo el mundo; brinco los últimos escalones y con una sonrisa saludo a mi papá y a mi. El señor Yoon llevaba meses saliendo con mi papá, y ese día habían decidido que los dos amores de su vida de debían conocer, así que papá y yo habíamos viajado casi dos horas hasta su casa para que yo pudiera conocer al hijo del señor yoon.

Tomo mi mano el niño y me invito a jugar a su habitación, yo voltee a ver a mi papá y el solo susurro "ve cariño", lo seguí escaleras arriba deteniéndonos en la segunda puerta de la derecha. Su habitación no era muy grande, tenia una cama individual y frente a esta estaba su escritorio, sobre el escritorio había una repisa con muchos libros e historietas y tenía muchos, pero muchos juguetes, pase toda la tarde jugando con él hasta que su padre y mi papá nos llamaran para ir a cenar algo, después de cena nos llevaron hasta nuestra casa. Me despedí de él prometiendo que volvería ir a jugar.

Después de eso salíamos los cuatro, nos llevaban a parques, al cine y a lugares de comida rápida que tuvieran juegos en el interior. Papá y el señor Yoon se casaron el invierno siguiente del que nos conocimos. Así que ahora éramos una familia. Nos mudamos a una casa más grande, tenía un gran patio y sala, tenía tres habitaciones, papá había dicho que una casa con dos habitaciones estaba bien, pero el señor yoon lo convenció de que era mejor para nosotros tener su propio espacio, me trasferí a su misma escuela y todo era miel sobre hojuela. Él ahora tenía un hermano menor y yo un hermano mayor, aunque solo nos lleváramos por cinco meses. Él era bueno en todo, desde los deportes hasta en matemáticas, yo por el contrario con trabajos podía resolver una multiplicación. Pero ...

Siempre hay un pero.

Cuando entramos a la preparatoria todo cambio, el ya no me buscaba. comenzó a dejarme ir solo a casa, en las clases que nos tocaban juntos se sentaba lo más lejos de mí, había dejado de ir a mi habitación hacer tarea mientras yo tocaba la guitarra, incluso un día le escuche negar que éramos hermano, bueno no es como si de verdad lo fuéramos pero igual me había dolido.

FratellastroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora