Cuando estás conmigo (parte 3)

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"Es la primera vez para nosotros, eso es mucho más especial." (When With Me - Kyuhyun)

Cuando estás conmigo (parte 3)

La respiración de Tanjiro era irregular, estaba parado frente a la puerta principal del burdel. Kanao logró alcanzarlo momentos después, la chica era un mar de lágrimas y parecía no darse cuenta de ello o tal vez en ese momento ya no le importaba.

El pelirrojo sólo había escuchado unas cuantas palabras que le había gritado la chica, entre ellas su nombre, el de Inosuke y algo parecido a que la dueña del lugar lo iba a vender a la zona más peligrosa del distrito rojo, ese donde las oiran expulsadas ejercían y eran expuestas a la peor escoria del lugar, siendo maltratadas hasta el punto de llegar a morir. Tanjiro no podía permitir que sucediera eso. No a Inosuke.

Tanjiro estaba a punto de golpear la puerta exigiendo ver al pelinegro cuando Kanao lo tomó del brazo y le indicó que la siguiera. Caminaron a la parte trasera del burdel, dónde había una pequeña puerta, Kanao tocó suavemente tres veces, la puerta fue abierta de inmediato mostrando a una alterada Kanroji.

―¡Tanjiro! ¡Kanao! ¡Rápido, la dueña está contactando con los dueños de los otros burdeles para obtener un precio, tenemos que hacer algo ya! ―La pelirrosa tomó los brazos de ambos y los jaló para ir hacía las habitaciones.

―¿Qué es lo que ha hecho que la dueña de un momento a otro tomara esta decisión? ―Preguntó Tanjiro. Las chicas lo miraron con expresiones tristes.

―¿No se lo dijiste, Kanao?

―No me dio tiempo, salió corriendo en cuanto dije el nombre de Inosuke ―susurró la chica―. No importa ya, hemos llegado, lo verás en un momento.

La puerta frente a él empezó a deslizarse y poco a poco un extraño olor llegó a la nariz de Tanjiro, era un olor agrio, de alguna manera insoportable, su primer instinto fue tapar su nariz con su brazo. Si no hubiera visto la habitación de Inosuke antes, pensaría que era la de otra omega en el lugar. No olía a lirios.

En el futon pudo ver un bulto debajo de la cobijas. Las chicas lo miraron y lo invitaron a entrar, una parte de Tanjiro sabía que había sucedido ya, la otra quería negarlo. Aun recordaba bien sus clases de biología alfa y omega. A su mente vino aquella clase donde explicaban que los omegas tenían una forma de defensa cuando llegaba su celo y ya estaban emparejados con un alfa. Su olor cambiaba, se volvía desagradable para otros alfas.

Tanjiro se arrodilló a un lado del futon, su mano se levantó pero se quedó a medio camino. ―No lo hagas ―escuchó la voz quebrada de del otro―. Sólo vete.

Tanjiro trató de sonreír, aunque las lágrimas picaban en sus ojos. Bajo la mano lentamente hacía Inosuke y acarició su cabeza. ―Está bien, Insouke, estoy aquí.

Aquello pareció enojar al omega, pues se levantó rápidamente. ―¡Te dije que te fueras! Ellas no debieron traerte aquí, ya no tienes que estar aquí más ―gruesas lagrimas bajaban por el hermoso rostro de Inosuke. Tanjiro sonrió cuando vio su cuello, allí estaba.

La marca.

―¿Quién te hizo esto, Inosuke? ¿Por qué... Por qué te marcaron? ¿Quién te marcó?―El omega apartó la mirada. La vergüenza cubría su rostro.

―Él...

Inosuke había sido llamado por la dueña, extrañado ahora estaba frente una de las habitaciones que era usada por hombres ricos que venían por los servicios, Inosuke no era parte de las oiran que atendían a esos hombres... ¿Entonces por qué estaba aquí?

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