Oiran: sexta parte

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Una semana antes del rescate de Kazuki

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Una semana antes del rescate de Kazuki.

Toi lo admitía, cada vez que le preguntaba si extrañaba a Kazuki, asentía silencioso y continuaba sus labores; sus compañeros habían intentado animarlo dándole alcohol y comida o simplemente contando chistes, pero no faltaba el lengua larga que mencionara a Kazuki de la nada en un comentario tipo "¡Claro, Kazuki y tú hacían esto...!" O "A Kazuki le encantaba tal cosa" y el buen ambiente creado se demolía por completo.

Las cortesanas, por otro lado, se dividían en dos bandos; algunas le recriminaban no haber impedido la ida de Kazuki –como si él hubiera podido hacer algo– o se mantenían enojadas porque no se fueron para no volver. Mientras otras intentaban animarlo o no mencionar el tema. Akane estaba en el primer bando, actuando de forma pasiva; siempre le miraba por un rabillo de ojo, reprochando su falta de acción en silencio; pero tras los ojos de la enojada Akane había algo más que no lograba entender, un remordimiento oculto que parecía matarla lentamente.

Keppi y Sara no decían nada al respecto, ambos estaban muy ocupados intentado resolver la crisis que había por la falta de clientela y el ascenso al favoritismos de parte de las Geishas; sin mencionar que habían perdido exclusividad con la partida de Kazuki, que atraía a clientes particulares, por decirlo de alguna manera.

Mabu parecía triste, últimamente estaba muy torpe y se obligaba a comer cualquier cosa. Reo intentaba frenarlo, alegando que no era bueno para su cuerpo que viviera de ese modo y que se enfermaría, más Mabu hacía caso miso y seguía comiendo aunque estuviera lleno.

— Que caso tan serio — se quejo Reo con Toi al ver a Mabu tragando fideos. El rostro pálido de Mabu cambiaba de colores constantemente; de verde a azul, de azul a morado, de morado a rojo y de rojo a verde nuevamente; una muy clara mala señal —. No sabe cómo más descargar su preocupación — suspiro Reo.

— El realmente quiere a Kazuki — murmura Toi observando cuando Mabu aparto el plato vacío y pedía otro.

— Es prácticamente su hijo — se burló Reo, pese a que fruncía sus cejas con tristeza —. Mabu es peor que una madre, recuerdo que cuando llevaba a Kazuki a pasear con Sara-chan, Mabu siempre me gritaba que era un inconsciente al llevármelos así.

— ¿Sara también? — pregunta Toi anonadado.

— Si, a ella le encanta pasear en carreta y se aprovechaba de Kazuki para salir con más libertad; aunque Keppi y Hanako les terminaban regañando por irse sin permiso. Esos días eran todo un caso — se burló Reo. Toi envidiaba al hombre frente a él, que siempre sonreía como si nada malo ocurrirá a su alrededor y contagiaba el optimismo que desprendía.

— Suenan como recuerdos agradables — pronunció Toi con una sonrisa pequeña, Reo le miro con seriedad.

— Oye, oye, oye — Reo llevo una mano a la cabeza de Toi, revolviendo sus cabellos oscuros —. No te esfuerces al sonreír, no es agradable — luego del comentario, Reo fue con Mabu y se sentó a su lado, dándole dos palmadas en la espalda con esa carismática sonrisa suya. Toi observo la situación sin sentir que pertenecía, aun con la distancia estaba algo incómodo viéndolos, por lo que decidió irse.

- Oiran - [Toi×Kazuki]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora