Lan Zhan alcanzo la inmortalidad junto con su hermano, haciendo la promesa de buscar a Wei Ying, pero cuando por fin lo encontró, él jamas lo miro con amor, para él era solo un extraño.
Lan Zhan miro como una y otra vez el amor de su vida lo dejo p...
—No preguntare ¿Qué te pasa?, pero, puedes quedarte aquí hasta que te sientas mejor —Lan WangJi fue la cocina donde preparo té
—Gracias ─musitó
Después un rato volvió y le dio una taza de té a Wei Ying, para luego sentarse a su lado.
—Yo... —lo miro la taza en sus manos y las lágrimas salieron —lo siento, lo siento
—No tienes por qué disculparte ─respondió suavemente, aunque dentro de su corazón le dolía ver a Wei Ying así
—Desde que nací siempre sentí que una aparte de mi faltaba, aquel sentimiento cuando pierdes alguien que amas, por lo cual odie estar solo, Jiang Cheng siempre estuvo para mi cuando más lo necesite, si bien es una persona difícil, siempre puedes contar con él, nunca me lastimo, nunca me dejo solo, y lo entiendo, él nunca me amo, ni yo a él, solo era el miedo de estar solo, después de un año, sé que él terminara conmigo, no lloro por el hecho de que él me deje, sino porque solo odio pensar en el hecho de estar solo, cuando por mi culpa mi hermana fue atropellada y postrada en una silla de rueda, me perdí de mi camino, Jiang Cheng se quedó ahí, mis padres no me permiten verla, ni su esposo, ni su hijo, perdí todo contacto con mi familia y lo único que me quedaba era Jiang Cheng pero ahora él, me dejara.... —apretó la taza de té entre sus manos —yo de verdad... tengo miedo de estar solo...
—Entiendo, está bien, quédate el tiempo que necesitas, no te preocupes por llorar... llora si lo necesitas —le sonrió levemente, fue la primera vez lo que hacía, pero aquello era igual de doloroso para él.
Wei Ying lloro hasta quedarse completamente dormido en el sillón. Lan Zhan se levantó y fue por una sabana que coloco sobre su cuerpo, lo miro, tomo su cabello y lo coloco detrás de su oreja, acercándose.
—Mientras yo exista tu nunca estarás solo —susurro en voz baja.
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El sonido del celular era errático, Wei Ying quiso apagarlo, pensando que se encontraba en su casa, cuando se dio cuenta de donde estaba se levantó de golpe para saber que se había quedado en el departamento de Lan Zhan, miro su celular y contesto tan rápido como pudo.
—Wei Ying, ¿Dónde demonios estas? —dijo el Jiang Cheng —llevo más de 30 minutos esperando
—Lo siento, lo siento me he quedado dormido, pero ahora iré ─se incorporó de golpe
