El diario de una muerta. (TERMINADA)

Vuelve Rubeus

12 de Noviembre del 1999

Nunca hubiera imaginado que disfrutaría tanto de tener sexo con una chica, pero estoy tan deseosa de Diamante que podría hacer todo lo que él le pidiera y ahora, esa petición "Deja a tu esposo" ronda en mi  cabeza, sería capaz de lastimar de esa forma a un hombre tan bueno, como Darien, de dejarlo todo por él, es difícil decidir.

EN EL PASADO

Diamante comenzaba a sentir una necesidad inusual por Serens, nunca había tenido a una amante ten capaz de enloquecer lo día con día, no podía dejar de desearla.

La puerta del estudio  fue abierta por Rubeus.

-He vuelto hermano,  ahora quiero unas vacaciones,  para la otra no ne iré tan lejos h por tanto tiempo. 

-Rubeus, no me avisas te que ya traías el cargamento de anfetaminas 

-Parece que no te da gusto verme

-No es eso, es que me sorprendiste
Se quedaron hablando de negocios por horas, Diamante le entró go 300 mil dólares por haber cumplido con la misión.

Luego de marcharse Rubeus fue a una lujosa joyería y compró una cara y hermosa gargantilla, creía que ese regalo sería suficiente para que Serena le perdonara por dejarla con Diamante hace algunos meses, comenzó a seguirla para hacerse casual y platicar con ella. 

Serena fue a una nueva tierna de lencería para comprar algunos baby doll, la próxima semana gozaría de los placeres de Diamante, fui ahí donde la encontró, la sorprendió abrazándola por atrás.

-Mi amor, como extrañé tu delicioso cuerpo, quiero volver a tenerte.
Rápidamente se volvió para soltarse de él, se sorprendió al verlo.

-En realidad no esperaba verte y no tengo más que agradecerte por presentarme a Diamante 

-Que bueno que no te hizo nada muñeca

-Corrí con mucha suerte, y dime que quieres. Estoy muy ocupada.

-Creí que te iba a dar gusto verme.

-La verdad no te creí capaz de entregarme a tu hermano por venganza,  pero ahora me vales y no crei que Diamante apruebe que vuelva a verte, así que vete y déjame en paz.

-¿Qué tiene que ver Diamante?

-El es mi amante.

Serena se dio la media vuelta y se fue, Rubeus estaba colérico,  su hermano le había jugado chueco, había prometido que solo sería un acostón como pago de su deuda, ahora resultaba que llevaban meses siendo amantes, sin pensarlo fue tras ella, sabía como convencerla. En el estacionamiento volvió a abordar la la tomó  a la fuerA de las manos, la recargo en el cofre del auto y la besó tam apasionadamente que provocó que Serena emitiera unos gemidos.

-Muñeca, si te moja esto, imagina cuanto gozarías si nos tuvieras a los dos. Yo sé que Diamante es un buen amante,  nunca he oído quejas de sus amantes, pero tampoco de las mías. Tú sabes como te ponemos de ardiente, imagina esta doble diversión

Mientras seguía hablando, abrió la puerta trasera y aventó  a Serena, tocaba sus senos con fuerza, Ella ya no deseaba liberarse, quería más. Rubeus bajo una de sus manos y tocaba su clítoris con movimientos circulares.

-¿Me deseas muñeca?

-No, quiero a tu hermano .

-Imagina...

Se levantó y la dejó toda desaliñada y confundida