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━━━━━━━━━━━━━━━ the nursery ━━━━━━━━━━━━━━━ ˎˊ˗
Mary esperó paciente a que la sala común y los pasillos se vaciasen.
Cuando vio que no había nadie que pudiese ver a Neville, subió de nuevo al dormitorio de este. Le sacó de la cama y le ayudó a bajar las escaleras.
Aunque no hubiese nadie, el chico estaba muy avergonzado por su aspecto. Y Mary, que no era tonta, lo tenía todo pensado.
No se iba a arriesgar tanto a que alguien viera a Neville.
— Nev, tengo una sorpresa para ti. ¡Así nadie te verá!
Fue corriendo a su dormitorio. Ser amiga de Harry Potter no era solo ser conocida. También significaba hacer y recibir favores.
Abrió su mochila con toda la rapidez que pudo y sacó la capa de invisibilidad que James Potter le había dejado a su hijo.
Bajó a toda prisa y se la enseñó a su amigo lo que había conseguido.
— ¡Tchan! Aquí está tu sorpresa. Póntela, así nadie podrá verte.
Neville sonrió agradecido. Se echó la capa por encima.
Salieron de la sala común y se adentraron en los pasillos.
Fueron lo más rápido posible hasta la enfermería, ya que aunque todos estuviesen en el Gran Comedor, siempre había alguien merodeando por los pasillos, justo como ellos en ese momento.
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— Y la próxima vez, señor Longbottom, tenga cuidado con lo que come. No debe aceptar dulces con color y forma extraña, ¡y menos si se lo da uno de los gemelos Weasley!
El chico le agradeció tantas veces que hasta le dio un abrazo a la enfermera.
— Pero, Madame Pomfrey, ¿cuánto he de quedarme aquí? No creo que pueda estar mucho tiempo solo.
La enfermera se dio cuenta de lo que quería decir rápidamente y soltó un suspiro.
— Está bien. Señorita Clearwater, se puede quedar, pero siempre y cuando no perturbe el descanso del señor Longbottom. Puede dormir aquí, pero no debe decírselo a nadie. Van a pensar que les tengo cariño o algo parecido.
Mary soltó un chillido de emoción, que rápidamente fue callado con una mirada de la señora Pomfrey.
Fue corriendo a por sus cosas, ya que no quería que le preguntasen por Neville o a dónde iba.
