Mi hermano era un maldito cobarde, no solo uso a Hekate, algo estúpido por parte de ella seguir sus ordenes, al final pagó por su falta de sentido común.
—¡Hades!
La voz de Afrodita me trajo a la realidad, su rostro de preocupación mientras se acercaba a Anastasia me puso alerta.
—¿Qué ocurre?
—Esa maldita bruja, no iba a estar satisfecha sin hacer su ultima jugada.
No comprendía muy bien a que se refería, no fue si no hasta que me acerque a ellas que Ana respiraba agitada y su cuerpo estaba bañado en sudor, la Diosa llevó sus dedos tersos al tobillo de mi amada dejando ver la mordida de algo.
¡AHÍ ESTA!
Tique gritó mientras alcanzaba lo que fuera que perseguía, al final se aproximó con un serpiente negra en las manos.
—¿Una serpiente?
—No es cualquier serpiente Hades, es una maldición, las brujas maldicen a otros seres con conjuros atrapados en otros cuerpos, en este caso la mordida de esa cosa lanzó una en contra de ella.
—Miserable ¿Todo esto por qué y para qué? Al final no obtuvo nada
Tomé a Anastasia en brazos, su frágil cuerpo temblaba sin cesar y su temperatura descendía, he lanzado fuego a el bicharro desvaneciendolo en cuestión de segundos.
—Tenemos que hacer algo, si esto continua ella puede... ¡No! Me niego a perderla de nuevo, no tan pronto.
—Mi hija Tique tiene razón, una maldición no es fácil de deshacer, llevemos a Ana a mi casa.
La mano de Afrodita sobré mi hombro me reconfortó un poco, no lo suficiente. Los tres nos hemos transportado a la lujosa mansión de la Diosa del amor, en una de las alcobas, recosté a mi hermosa mujer sobre la cama de dosel, su rostro comenzaba a palidecer, eso me frustraba.
—Controlate no lograrás nada con alterarte Hades, necesitas pensar ¿Quien puede ayudar en este caso? Ningún Dios por más poderoso que sea puede revertir esa clase de maldiciones.
—Urethekau, ella sería de gran ayuda.
—Seguramente ¿Cómo encontrarás a un Dios egipcio?
—Ella suele acompañar a las almas a la entrada del inframundo, mi reino se conecta en todos los lugares, la encontraré y la traeré aquí.
Afrodita asintió, sabía que ella y su hija cuidarían bien de Ana. esfumandome al inframundo, mi ejército esperaba ordenes mías, les he mandado a buscar cada entrada del reino en busca de Urethekau. Se movilizo cada rincón no se por cuanto tiempo hasta que un esbirro me informó que la habían encontrado, sin perder más tiempo me dirigí a donde me han dicho, en efecto la Diosa estaba ahí.
—Mi señor Hades, Dios del Inframundo, me han dicho que necesitabas verme ¿Qué ocurre? ¿Algún problema?
—Sí. Necesito de tus poderes.
Le explique solo partes de lo ocurrido, no necesitaba a los Dioses vecinos encima de mí, pareció entender de mi apuro.
—La maldición es imposible de revertir para mí, solo su mujer puede afrontarla y acabar con ella, todo dependerá de que tan poderosa sea su mente, si la humana es frágil, no solo perderá la batalla y morirá, esa maldición aniquila su alma.
—¿Cómo puede afrontarla?
—Como dije, solo ella sabrá como, ahora debo marcharme mi señor, pero antes de a beber este brebaje a la humana, le ayudará a mentalizar lo que de verdad es importante en su vida.
Agradecí a la deidad egipcia, en cuanto se marcho no demore en volver con Afrodita que cuidaba de mi única razón para amar, aparecí ante ellas en una nube de humo negro.
—¿La encontraste?
—Sí ¿Donde esta Tique?
—Ella volvió, no olvides que nuestra relación es mala, accedió ayudarme por ti, pero solo eso.
—Gracias a las dos.
Tomé la mano helada de Anastasia medite en si debía solo vestir en su boca la pócima, opté por beberlo y retenerlo, así... Boca a boca deje caer el líquido a mi bella Perséfone, mi preciosa Ana, mi eterna reina, la oportunidad de volver a mí.
—Eso es tan romántico Hades, pero ¿Bastará con ese ponche?
Me separé admirando el semblante fúnebre de mi pelirroja para centrarme en mi vieja amiga.
—No es ponche, es alguna especie de pócima, según urethekau será de gran ayuda, por ahora no me queda más que esperar.
—Genial, por lo pronto iré por té y pastelitos.
—¿Cómo es que comes tanto?
—¿Por qué no? Son muy ricos, ya vuelvo.
Negué con una tenue sonrisa, ella era una Diosa despreocupada, pero eso la hacia única, me pregunto si de verdad es tan feliz como aparenta; pasó un tiempo que me era inagotable hasta que los quejidos de Ana me preocuparon un poco
—H...a...d...e...s
—Aquí estoy preciosa, tranquila, no te dejaré nunca más
Mis palabras parecieron un bálsamo para sus miedos por que se tranquilizó un poco ¿Qué estaría pasando en esa pequeña cabeza suya?
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•Pobre Anastasia, todos hemos sido una "Ana" alguna vez, la envidia de las personas puede dañarnos de tantas formas y destruir lo que tanto esfuerzo nos ha costado, pero siempre debemos luchar y demostrar que somos mucho mejores.
No se pierdan los últimos capítulos de su telenovela jajaja ay! Me equivoque. Osea que no dejen de leer los últimos capítulos.
Los amo, gracias por seguirme y apoyarme con su voto o comentarios.
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Urethekau: en la mitología egipcia era la antigua personificación egipcia de los poderes sobrenaturales
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"Te encontraré" © (Hades&Perséfone) #1MGA [Editando]
FantasyEl amor es un sentimiento que se vive con pasión, pero puede tener costos terribles. Incluso el corazón de Hades puede caer en las redes de tal sentimiento. Una madre cegada por el miedo, sería capaz de cualquier cosa; un líder presionado, puede ll...