Todo está obscuro ¿estaba en una cueva? ¿qué hacia yo en una? ¿qué hora era? Debo abrir la floristería. Comencé a caminar a tientas hasta ver a lo lejos una pequeña luz brillante y cegante, en cuanto la crucé observé a una pareja ¿quienes eran? Sus ropas son extrañas, él parecía portar una túnica negra y una especie de corona, ella usaba un vestido largo muy florido y sobre su oreja un lirio.
Esperen... ¿Ellos son?
Entre más me acercaba confirmé mi sospecha, él era Hades, entonces ella debía ser... ¿Perséfone? En efecto eramos casi idénticas, solo que ella tenía unas cuantas pecas en su rostro, ambos parecían hablar de algo, y no se percataban de mi presencia.
—No quiero separarme de ti Hades, te amo.
— Mi dulce, dulce Perséfone, sabes que daría todo por tenerte conmigo, pero eso no es posible, tu debes estar aquí, el mundo brilla con tu sola presencia.
—Pero no me importa, mi mundo eres tú ¿de verdad no hay un modo?
—Solo uno, pero...
La historia tenía razón, Hades era un Dios noble y justo, mucho más que cualquier otro. Supongo que por saberlo señor de las tinieblas la mayoría pensaría que sería despiadado y cruel, sin embargo Perséfone, mi yo pasado, sabía de su corazón... Permanecí observándolos hasta notar que sacaba algo de entre sus ropas ¿una granada?
—Si comes este fruto podrás bajar al inframundo conmigo
—¿En serio?
Ella no dudó en probar los jugosos granos, unos, dos... cinco, seis, cuando estaba por comer el séptimo una voz gritó haciendo saltar a la joven, quien sea que fuera se acerco a paso veloz arrojando la roja fruta al suelo.
—¡Eres un maldito! ¿Como pudiste hacerle eso a mi hija? Y tú... ¿Por qué has comido eso? Mi dulce niña, no tienes idea de el error que estas cometiendo.
—No madre. Yo lo amo y lo sabes ¿qué tiene de malo nuestro amor? No me vengas con la linea de sangre, por que mi padre y tu son hermanos.
Tenía que admitirlo, contuve la risa ante su expresión de sorpresa.
—Eso es otra cosa, Zeus debe saber de esto.
De nuevo la momentánea oscuridad, de nuevo voces, esta vez una nueva ronca y masculina.
—Me da igual Deméter.
—No digas tonterías Zeus, si mi hija no vuelve a mi lado la tierra ser secará, no pienso hacer mi trabajo.
—¿Cuantos granos has comido?
—Seis padre.
Ese maldito viejo. Hades parecía apacible ante la charla, sin duda sabía que rumbo tomaría la platica.
—Bien. Deméter, ella ha probado la comida del tártaro, no puedo ir en contra de Hades, pero tampoco en la tuya, así que haremos esto. Perséfone vivirás 6 meses en el inframundo y 6 en los campos con tu madre.
Mi madre era una mujer chantajista, se aprovechó de su poder para que de algún modo se hiciera su voluntad, no obstante verla me causan dolor en el pecho... Mi pecho... Duele... Presione con fuerza el lado izquierdo ¿qué es esto? ¿una flecha? Giré ligeramente la cabeza visualizando una figura femenina ¿quién es? Enfoque pese al borroso recuerdo, era ella... Esa maldita bruja "Hekate"
—Mi señora lamento tanto lo que ha sucedido.
—Hypnos ¿Donde esta Hades?
—Fue llamado ante su hermano Zeus mi señora.
Nuevamente me veía a mi misma, estaba vez sin vida. Hypnos pareció entregarme algo, por un momento ha entrado a su cueva, mi sorpresa fue que me miraba, no... Perséfone me miraba fijamente.
—Esto lastimará a Hades, hemos de olvidar para no sufrir, para no lastimarlo más, pero es terco e irá en nuestra búsqueda.
—¿Puedes verme?
—Así es, tú eres yo ¿Cierto? Lo que quiere decir que reencarnare. Por fin consiguieron separarnos ¿cómo esta él ahora?
—¡Sexy!
Fue la única respuesta que vino a mi mente.
—Claro que sí.
Ambas sonreímos por esa simple palabra, el tiempo era una dimensión curiosa, el ruido en la cueva nos hizo saber que hypnos volvía.
—Vuelve con Hades, lo amo como tú lo haces, somos una y compartimos el mismo corazón, uno que entregamos sin reservas. Debo continuar con lo que está escrito, cuida de Hades por favor.
Asentí con lágrimas en mis ojos, le han entregado a Perséfone un pequeño balde de agua, mientras ella bebía y dormía sus recuerdos, los mios volvían como en una película a toda velocidad, de pronto su alma, mi alma se esfumó buscando un nuevo inicio.
—Mucha suerte mi señora.
Hypnos en verdad parecía dolido, limpié mis mis mejillas escuchando una ronca voz en una especie de eco.
(No te dejare nunca más)
—¿Hades?
De pronto la cabeza parecía estar a punto de estallar, mi cuerpo tiritaba de frio. Al abrí los ojos, mi eterno amor fue lo primero que vi
—Estas de vuelta, sabía que eras más fuerte que cualquier maldición.
—Debía serlo si quiero estar a tu lado ¿No?
—Sin duda, por eso eres mi reina d...
—Tu reina de Hierro, lo sé Hades, también se que quiero estar contigo y que te amo.
—Menos mal, me estaba planteando conquistar a Afrodita.
—Sonreí dándole un suave golpe en el hombro, no tenía muchas fuerzas.
La nombrada diosa me observó sonriendo dental en un sofá cercano.
—Yo no podría lidiar contigo. Atraes los problemas y eres muy feo— dicho eso de giró a mí— Bienvenida de vuelta Anastasia.
—Gracias
—¿Quieres un pastelillo?
Hades y yo nos hemos mirado y reído al unísono, ahora recordaba todo y a todos y por fin me sentía plena, ese sentimiento de que algo me faltaba se había llenado con su amor.
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"Te encontraré" © (Hades&Perséfone) #1MGA [Editando]
FantasyEl amor es un sentimiento que se vive con pasión, pero puede tener costos terribles. Incluso el corazón de Hades puede caer en las redes de tal sentimiento. Una madre cegada por el miedo, sería capaz de cualquier cosa; un líder presionado, puede ll...