Me han dicho que soy buena escribiendo historias melancólicas, de esas que destrozan al corazón después del punto final.
Me han dicho qué soy buena en ellas y algunas veces me han preguntado sobre mi inspiración para escribir esos finales rotos. Me quedo siempre pensando en cómo contestarles adecuadamente, si es o no debido decirles que es por qué llevo en fragmentos el alma la vida entera o si eso puede sonar tan pretencioso como suena.
Me gustaría muchas de las veces escribir con elocuencia sobre mi tristeza y por qué a veces de repente se muere entre mis letras, me gustaría tanto entender como repara tantos recuerdos.
En estas fechas tiendo mucho a recordarte, diciembre siempre trae tu nombre en todos lados, alguna vez alguien me dijo que los lugares que amamos son los que nos recuerdan a las personas que queremos pero a mi me parece que más que un lugar, he amado más un invierno.
Siempre tengo una envidia terrible a toda la gente que se la vive entre sonrisas en navidad, pienso que la mayoría de ellos debería saber apreciar estos momentos cálidos por qué hay veces que el caos llega y arrasa todo a su paso, y de repente, vuelvo a pensar en ti.
Te extraño... siempre te estoy extrañando.
Tengo miedo de que día deje de extrañarte o de que al contrario, jamás deje de hacerlo.
Te extraño, mi querido corazón de espinas repletas de oro, cuánto te extraño...
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Piel de porcelana
PoetryAquí yacen todos los versos rotos que deambula en las paredes de mi cuarto