Por Amor

Capitulo 1

—¡Oye, Eren!—gritaba su amigo rubio mientras corría hacia él.

—¿Armin?¿Qué pasá?—se detuvo para escucharlo.

—Haaa—trataba de recuperar el aliento—te... quería invitar a una fiesta hoy en la noche—

—Sabes que no me gustan las fiestas y tengo otras cosas que hacer, talvez para la próxima—le sonrió y siguió su camino.

—¡Espera!—lo detuvo del hombro—¿Irás a la empresa de él, cierto?—

—Solo pasaré por allí y talvez... No tengo porqué explicarte—el castaño cruzo los brazos.

—Ya superalo, él es un guapo multimillonario y tú...—lo miró de pies a cabeza—eres tú...—

—Ya basta, ¿era todo lo que me ibas a decir?—

—Eren... Tienes 19 años, es tonto que guardes tu virginidad para alguien que ni siquiera te conoce, debes salir y conocer gente. Levi Ackerman es solo un Amor Pla-to-ni-co—partió la última palabra.

—¡No es platónico!—frunció el ceño y apartó la vista—es... un amor diferente...—

—Un día él se va a casar y hará su vida, tú debes hacer la tuya, pareces niña de secundaria que no supera a su ex—

—¡Oye!—miró a Armin.

—Si quieres ir avísame por mensaje y te daré la dirección y hora. Ya es tiempo de que dejes esas niñerías—lo abrazó rápidamente—nos vemos, amigo—dió media vuelta, alejándose del castaño.

—"Yi is tiimpi di qui dijis isis tintiriis"—respetía lo dicho por el rubio, caminando con su mirada en el suelo—¡Él que va a saber! Levi es un hombre de verdad, cualquiera daría todo para pasar una noche con él—se detuvo—...—recordaba al sexi azabache—ah, debo de dejar de pensar en ello... Él no se merece mis deseos impuros, es un buen hombre—

•••••••

—Historia, pide que revisen estos documentos, tiene varias fallas—habló el azabache sin apartar la mirada de su computador.

—Como ordene, señor Ackerman...—la rubia recogió todos los papeles del escritorio—Por cierto, su tío llamó esta mañana, es por su matrimonio—

—Tsk, otra vez con esa mierda ¿Y ahora qué estupideces dijo?—tecleaba rápidamente.

—Dijo que ya debería hacer oficial el compromiso con la señorita Nifa—lo miró—hoy por la tarde—

—Bien, me da asco el solo pensar que me tengo que casar con ella—presionó la última tecla y la miró.

—Pero si usted fue quien la conoció y hasta tuvo algo con ella, ¿no?—

—Solo era un puto juego, es la clase de mujer estúpida que creyó que dejaría todo por ella, me repugna—se levantó de su asiento y sacó un cigarro de su saco—solo servía para coger y ya—

—E-Entiendo...—la mujer comenzaba a incomodarse—¿No necesita nada más?—

—Las malditas empresas tienen un buen reconocimiento, somos los número uno, pero hay algunas que nos pisan los talones—golpeó el escritorio con fuerza, haciendo que la rubia brincara del miedo.

—¿Q-Qué hará?—tartamudeaba del miedo.

—Necesito alguna forma de saber que sacaran a la venta y robar su idea o evitar que lo hagan...—sacó el humo de su boca.