Me convertí en una Lopunny

I.- El fin del principio

Hola; mi nombre es Cristian y hace unas semanas comencé a jugar Pokémon GO.
Recuerdo que cuando era más pequeño adoraba los juegos, sus diseños eran bastantes cautivadores para mí en ese entonces, sin embargo, han pasado bastantes años desde que eso pasó y en la actualidad hay bastantes Pokémon que no conozco. Por eso es que me encanta este juego, recuerdo buenos momentos con él.

En estos últimos años he tenido una vida bastante más alocada de lo que uno podría llegar a pensar. He dejado mis estudios totalmente de lado y dedicado casi todo mi tiempo a fiestas o salidas, pero ya no más, hace poco decidí hacer un cambio a ese estilo de vida, estoy seguro que si seguía por ahí terminaba con el SIDA en la sangre, y nadie quiere eso.

Y bueno; tengo diecisiete años y mañana voy a quedar con unos amigos para capturar un Pokémon legendario en vez de hacer algo productivo con mi vida, tampoco es como que hubiese cambiado tanto mi situación, pero peor es nada. Hablando de lo de mañana, habían dicho que el legendario aparecía en un monumento abandonado o algo así, sinceramente no conozco mucho el camino. Creo que hoy voy a hacer un pequeño recorrido de práctica, no quiero terminar perdido.

—Algunas minutos después—

Muy bien; creo que ya tengo todo lo necesario para mi trayecto.... Veamos...

— Comida, dinero, agua y lo más importante ¡Mi teléfono celular! —

Definitivamente lo tengo todo para el viaje, la más difícil es que tendré que caminar por una larga vía hasta llegar a aquella dichosa estatua, tampoco es como que me haga falta llevar algo más. Después de todo... ¿Qué es lo peor que me podría pasar?

Si alguien de los lectores se pregunta por mis padres... Ciertamente no es algo que sea fácil de responder, casi nunca los veo a pesar de que vivamos en la misma casa. Ya saben; tienen trabajos con una jornada laboral bastante extensa, no es que me lleve mal con ellos, sólo que me gustaría poder interactuar más a menudo.

Bueno; por si no se dieron cuenta estaba caminando hacia la estatua mientras les contaba acerca de mis conflictos internos, haciendo un cálculo rápido diría que me falta un poco más de la mitad del camino más o menos. El paisaje es hermoso, la estatua abandonada está entre un bosque cerca de la urbanidad, y ya comienzo a notar como la vegetación empieza a abundar más y más.

¿Saben? Adoro admirar paisajes como estos... Me provoca bastantes cosas el ver ambientes tan bonitos. Los arbustos, los árboles, las flores, y ni hablar de la fauna. Pocas veces tengo la oportunidad de recorrer parajes como estos, ojalá tener la ocasión de verlos más a menudo.

Seguía embobado con el ambiente hasta que de repente... ¡Apareció un Pokémon que nunca antes había visto! Esto es lo que estaba esperando, un poco de acción. Su aspecto era el de un conejo pequeño con un pelaje color marrón, también con un cabello esponjoso semejante a nubes en su estómago y orejas, estaba decidido a atraparlo.

Lancé una pokéball común; no era tan poderoso como para resistirse a ser capturado. Después de esperar un poco para ver si la captura había sido efectiva o no, me salieron las tres estrellitas, eso significaba que aquel Pokémon era todo mío.

Una vez capturado pude examinar a la criatura con más calma. Su nombre era Buneary y tenía una evolución que seguía siendo desconocida para mí, coloqué al Pokémon en favoritos, la verdad es que me había gustado bastante su diseño. Además cada vez que lo vea recordaré esta travesía.

Con la distracción de Buneary no me había dado cuenta que ya había llegado a mi destino; estaba en frente de el monumento abandonado del cual tanto había oído, reflexioné.

— Aprovechando que estoy aquí podría esperar unos minutos y ver si aparece algún Pokémon legendario para sorprender a mis amigos mañana... ¡Es una de las mejores ideas que he tenido! —

Me senté en el césped de aquel bosque a esperar.

—Unos minutos más tarde—

Escuché una notificación proveniente de mi teléfono celular, rápidamente revisé y no lo podía creer... ¡Un Mew!

Apenas verlo sentí como me desvanecía.