52; Mentiras.

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Muerdo mi labio con fuerza y cierro la taquilla. Suspiro pesadamente. Acción de gracias está a la vuelta de la esquina y ya me he comprado el vestido que voy a ponerme. He estado estudiando porque tengo que ponerme las pilas y he dejado de cotillear donde y con quien sale Ethan. Tengo que relajarme y pensar en mi futuro.

Lucas me sonríe abiertamente cuando salgo del vestuario y también le sonrió.

— ¿Qué ocurre?

— Hoy estás feliz.

— Bueno, hago lo que puedo. Estoy intentando cambiar mi vida.

— ¿En qué se sentido? —Me sigue al comedor vacío.

— En mí, ya sabes, relajándome. Intentando que mi alma se entrelace con el universo y que conspire —abro mis brazos y doy una vuelta haciendo que Lucas se ría.

Amelia nos mira. Está poniendo los cubiertos en las mesas. Me acerco para ayudarla y lo hago en silencio. Apenas he hablado mucho con ella.

— Así que... ¿Lo has dejado con Ethan Hall? —Pregunta.

Voy a contestarle que no, que seguimos juntos a pesar de que él vaya de la mano con otra chica pero me callo.

— Sí.

— Estuve enamorada de él un tiempo, incluso llegamos a acostarnos —dice—. Me alegro que no pasara nada más, no me imagino como tienes que sentirte ahora.

Alzo mis cejas sorprendida y me esquiva
para irse a otra mesa a poner los cubiertos y me quedo quieta, observándola.

— París.

Dave llama mi atención cuando entra en el restaurante y vuelvo a ponerme manos a la obra mientras lo asimilo todo.

— ¿A qué te refieres? -Le pregunto a Amelia.

— ¿Qué?

— Me has dicho que no imaginas cómo debo sentirme ahora.

— Bueno, Ethan te ha dejado por una modelo, imagino que tiene que doler, a mí me dolería.

Sí que duele, sí.

— ¿Por qué crees que Ethan ha sido el que ha decidido acabar nuestra relación? —Doblo bien las servilletas.

— Porque ahora está en otra categoría, no te ofendas, pero es lo que se ve desde fuera y lo que las noticias dicen —se encoge de hombros y va a la cocina a dejar la caja de cubiertos.

Sigo poniendo las servilletas en las mesas y los primeros clientes no tardan en aparecer. Lucas los atiende y Amelia se queda esa vez detrás de la barra.

Estoy pensativa y Dave tiene que llamarme la atención un par de veces.

— Lo siento, lo siento —me disculpo saliendo de la cocina con una pizza en la mano.

Cuando la dejo en la mesa correspondiente, miro hacia la mesa de la derecha, una que está lejos del ventanal y veo a Ethan. Él me está mirando.

Estoy temblando.

Jodidamente temblando.

Joe está allí y cuando me ve, junta sus labios en una fina línea. Me acerco a ellos y rezo interiormente para que Dave no salga de la maldita cocina.

— Ethan... —Sonrío nerviosa y él me mira serio.

— Pensé que teníamos confianza uno en el otro.

— ¿Qué?

— Trabajas para Dave.

— Sí.

— ¿Y por qué demonios no me lo has dicho? —Se levanta.

VERSUSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora