Capítulo VI

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Shoto, a diferencia de los demás estudiantes, estaba preparado para las todas pruebas que la escuela hubiese preparado. No se sobresaltó cuando su tutor, un hombre de aspecto cadavéricamente descuidado, les anunció que deberían superar un examen físico en su primer día.

Respecto al profesor encargado de la clase 1-A, Shota Aizawa, se puede decir que era un hombre cuyo agotamiento parecía no tener remedio. Su rostro demacrado y mal afeitado estaba marcado por oscuras ojeras y un cansancio permanente. Nada parecía indicar que se dedicase profesionalmente a la enseñanza. Aparte de su trabajo como educador, Shota era un héroe profesional que actuaba bajo el nombre de Eraser Head. No parecía contento de estar allí, tanto que incluso portaba un saco de dormir allá donde iba. Curiosamente, este elemento era de una tonalidad chillona de amarillo, a diferencia de todo su atuendo, completamente negro. Para coronar este aspecto de dejadez, su pelo largo caía desordenadamente sobre sus hombros y casi sobre sus ojos. Y, siendo sinceros, Shoto se sorprendió al comprobar que su olor era decente, al contrario de lo que había pensado.

Las pruebas no fueron nada destacable; tan solo un puñado de pruebas físicas normales. Al contrario que en las escuelas normales, allí les permitían hacer pleno uso de sus singularidades a la hora de entrenar. De otra manera, el curso de héroes no habría tenido sentido.

Un chico aparentemente sin singularidad atrajo la atención de Shoto durante un momento. Su esfuerzo y la valentía que había tenido al entrar al curso de héroes sin poseer ningún don eran ciertamente loables y altamente temerarios. Había oído a Aizawa llamarle Midoriya, Izuku Midoriya, y a otro escandaloso estudiante referirse a él como Deku. Este último llamaba especialmente la atención por su nula capacidad para hablar en un tono aceptable. Katsuki Bakugo.

La clase 1-A era muy diferente a lo que Shoto se había imaginado. Después de tantos entrenamientos y la disciplina severa que le había sido impartida por su padre, había pensado que la UA sería una especie de escuela de estilo militar donde no se permitiría ninguna salida de tono. Todos sus prejuicios quedaron destrozados cuando conoció a algunos de sus compañeros de curso. Aunque se podrían dar numerosos ejemplos, destaquemos aquí a dos jóvenes en particular.

El primero de ellos se llamaba Minoru Mineta. Pese a que trataba de no subestimar nunca los poderes del enemigo, Shoto no podía dejar de preguntarse cómo había llegado al curso de héroes. Minoru consiguió rebajar sus expectativas respecto a la UA desde el primer día, pues quedó claro que la disciplina de la escuela no era tan estricta como había imaginado. En pocas palabras, Minoru estaba allí solo para ganar popularidad. Su máximo objetivo como héroe era conseguir admiradoras.

El segundo espécimen que demostró a Shoto que la UA no era tan exigente en cuanto al adiestramiento de sus estudiantes fue Denki Kaminari. Aunque bastante mejor que Minoru, Denki no parecía preocupado por seguir ninguna disciplina. Poseía una singularidad poderosa y muy poca cabeza, pero no era un mal chico; nada que ver con el modelo de estudiante de la UA que Shoto había creado en su cabeza.

El resto de la clase estaba conformado por una variedad de aspirantes a héroe tan variada que no habría aceptado ningún adjetivo común. Shoto halló incluso a un compañero que tampoco se expresaba con palabras – Koji Koda – de aspecto enorme pero pueril y mirada asustada.

Con todos estos personajes Shoto trató de desviar su atención de Yaoyorozu sin éxito. Tal era el magnetismo que ejercía sobre él que ni siquiera un peculiar joven con cuerpo humano y cabeza de cuervo pudo distraer su mirada gélida de la espalda de su ninfa.

Más y más estudiantes se comenzaban a preguntar sobre Shoto. El don que había heredado era tremendamente poderoso, sus capacidades para la batalla eran admirables y su aspecto físico era – como poco – tremendamente atractivo. Sentía las miradas sobre él e incluso podía escuchar algunos murmullos indiscretos sobre su singularidad o sobre él mismo. Teniendo en cuenta que varios de sus compañeros habían nacido con rasgos animales o partes del cuerpo deformadas, era de esperar que nadie se fijase demasiado en su heterocromía. Incluso así, sus facciones destacaron entre el resto de estudiantes.

Terminó las pruebas sin dificultad. El público formado por el resto de la 1-A tenía sus ojos fijos en cada uno de sus movimientos. Una mirada a la audiencia le bastó para localizarla. Pese a que todos llevaran el mismo chándal, ella era más alta que la media. Sus ojos monocolores se sorprendieron al posarse con frialdad la mirada de Shoto sobre ellos una vez más.

Y se estremeció ella entera.

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