Siento una pequeña brisa alrededor de mis piernas que me hacen sentir incómoda por el frío. ¿Dejé una ventana abierta? Recuerdo que entré a la habitación y solo me dirigí a la cama. ¿Austin? De seguro fue él.
Hablando de Austin, alzo mi brazo y la llevo hacia el lado de la cama donde está Austin, pero no está. De hecho, tampoco siento la cama, solo hojas. ¿Hojas? ¿Por qué hay hojas por la habitación?
Abro los ojos y no veo más que la oscuridad por todo lado y un árbol al lado mío, un árbol de más de diez metros de alto y una pala clavada a su lado. Miro hacia arriba y veo la luna llena de color gris metálico. ¿Qué esto? ¿Dónde estoy?
Escucho un ligero ruido atrás mío, por lo que me volteo rápidamente y solo puedo ver la oscuridad consumiendo mis ojos, pareciera como si la luna solo refleja el árbol y la pala. Agarro la pala y la pongo en modo ataque, esperando que nada se cruce en mi camino, pues tengo la desventaja de que no puedo mirar nada más. ¿Qué hago? No sé dónde estoy y el frío está por todos mis poros del cuerpo. Necesito calentarme lo más rápido posible.
Decido arriesgarme y camino hacia adelante con el fin de buscar algún indicio de dónde estoy, de qué hacer o de cómo salir.
Ahora no veo la oscuridad, sino que veo un camino de tierra que va aclarándose a medida que camino, pero que a la vez desaparece. ¿Qué es esto?
Después de unos segundos, volteo a ver si está el árbol, pero no está. Retrocedo hacia donde está el árbol y va apareciendo pequeños trozos del árbol iluminándose, hasta que se ve por completo.
La luna no ilumina los objetos, yo los ilumino.
Se escucha la brisa chocando a mi cuerpo y al árbol con un poco más de intensidad, al mismo tiempo que la falda que llevo puesta y el cabello van en dirección al viento, impidiendo que vea lo poco que puedo.
Camino un poco más rápido en dirección a la que va el viento y el camino se ilumina un poco más. Camino y camino para ver si encuentro algo más que el árbol, pero no hay ninguna señal de vida por acá además de yo misma. Corro sin importar lo que me vaya a encontrar y la luz que ilumina el camino no es fija, sino que ahora es parpadeante de una manera constante.
Un objeto que parece una roca aparece de repente hacia mí, haciendo que choque con ella y me golpee toda la pierna y la luz ilumina todo el lugar, viendo así centenas de rocas, pero no son rocas en realidad. Son lápidas.
Estoy en un cementerio.
Cuando veo la lápida que está al frente mío, la luz solo ilumina esa lápida y el resto del lugar empieza a tornar en oscuridad. Me agacho para ver si tiene algo grabado la lápida y sí la tiene. Tiene el nombre de mi madre biológica, muerta hace algunos años.
También está al lado la lápida de mi padre, que también muerto hace algunos años. Y entre las dos lápidas hay un cartel que muestra cuatro sombras, donde dos de ellas atacan con un cuchillo a las otras dos.
Se me tensan las manos y siento un pequeño escalofrío. Mi pecho se congela y mis ojos me irritan. ¿Qué es esto realmente?
El piso empieza a temblar con una gran intensidad y provoca que me caiga para coger equilibrio con las manos y las rodillas. Las lápidas también se sacuden con una gran intensidad hasta el punto de que se desmoronan las dos y solo quedan trozos de las lápidas. Se abren dos grietas en el suelo y de ellas salen seis cuerpos malolientes y de color verde oscuro, también sin rostro y sin cabello, como si fuesen el bosquejo de un dibujo de terror. Dos de esos cuerpos se vuelven más altos que los tres restantes y empiezan a atacar a dos de ellos con una gran intensidad, clavando sus manos en sus pechos y ahorcándolos a más no poder. El cuerpo que está sin ser tocado y es el más bajo de todos empieza a poner sus manos en su cara como si estuviera sorprendida de lo que está viendo y empieza a correr hacia mí, pongo la pala delante mío y el cuerpo se clava en ella, pero la traspasa y me traspasa a mí también. Volteo a ver dónde está el cuerpo, pero ya no está, es como si quedó dentro de mí.
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Al paso de las horas
Mystery / ThrillerElla sabía que sus planes eran malignos, manipuladores e inmorales, pero también sabía que corría un gran riesgo, pero no lo importaba, pues sus planes le llenaban el alma de sangre y placer a partir del pánico de otros. No obstante, desde aquel día...