UN ACCIDENTE AFORTUNADO

Capítulo 5

Adam

El sonido de los aparatos utilizados por Tom, nuestro publicista, me entretuvieron mientras observaba cada espacio del lugar. Marine, la novia de Max, era la hija del dueño del estudio en el que por años y cada sábado era espectador de cada uno de los ensayos de la banda.

Max, hablaba sobre algunos planes que tenía para la banda, Byron, Tom y Marine lo escuchaban atentos, yo por mi parte, no tenía idea de lo que hablaba, pero cabe resaltar que fuese lo que fuese mi mejor amigo tenía mi apoyo total.

No estaba poniendo atención a nada de lo que alegaba, por dos razones específicas; la primera, aún no tenía noticias de Rachel y eso me angustiaba, la extrañaba bastante. Pero por otro lado estaba la chica del viejo paraguas, algo había en ella que provocaban que toda mi atención se desviara olvidandome por completo de mi ex novia .

Ya habían pasado algunos días desde nuestro encuentro y aún no tenía idea de cómo volver a verla. Estaba inmerso en mis pensamientos deduciendo la mejor manera de encontrarla, cuando Byron atrajo mi atención al pronunciar por quinta vez mi mombre.

-¡Adam! Por favor focus in the band... Haz entender a Max que no necesitamos otro integrante en la banda y menos a una mujer, sin ofender Marine-se disculpó con la morocha de ojos verdes.

-Entiende tu... Se los digo en serio, el integrar a una chica nos dará más campo en la cuestión de presencia. Piénsenlo bien, Hitcoks es el bar más frecuentado por el público masculino. Es nuestra base y el hecho de presentar a una mujer como vocalista atraerá más la atención de los varones, solo piénsenlo-aseguró Max efusivamente.

Las miradas se concentraron en mi, ambos chicos esperaban alguna intervención de mi parte. Tom que estaba sentado a mi lado me miró y levantó ambos hombros en señal de confusión sin emitir palabra alguna.

-De por sí ya es complicado encontrar a otro guitarrista, imaginen el rollo en el que nos vamos a meter al tratar de conseguir vocalista y encima mujer-soltó Byron después de una bocanada de aire.

-¡Adam!- Dijeron los dos al unísono. Lo pensé por un instante y finalmente hable.

-Realmente, ambos tienen razón, los dos tienen un punto. Piensenlo, ¿cuáles son las posibilidades de encontrar a una vocalista que rebace los 20s?... Dudo mucho que exista alguien que tenga la capacidad vocal y que no luzca como una bebé.- concluí.

Tom a pesar de no opinar mucho, se levantó y nos miró profundamente.
-Sería tétrico que una adolescente formará parte de la banda, pues los catalogarian de pederastas, pero saben, así el nombre de muñeca voodoo tendría más sentido.- sus palabras nos sorprendieron, pero MIERDA, él tenía razón.

Nos quedamos en silencio por varios minutos, entonces Marine empujó sutilmente a Max, animandolo a hablar.
-Bueno, la cosa es que conocí, es decir, conocimos-señaló a Marine- a alguien perfecta para el trabajo, y la invite para que audicionara para ustedes, pues si por mi fuera ya la hubiera integrado, pero no soy el único de la banda. Solo debemos esperar a que llegue.-terminó de hablar, Byron entrecerro los ojos y luego volteo a verme.

-De acuerdo, esperemos a esa chica de la que tanto alardeas, y si es una de 18 años date por muerto-amenazó Byron tomando su bajo para comenzar a tocar. Max sonrió triunfante y comenzó a tocar la batería.

Después de algunas canciones cada uno se puso hacer lo que pensó más práctico. Afinando los instrumentos, limpiandolos o escribiendo alguna que otra letra.

Me encontraba tocando algunos acordes cuando se escucho la vieja batería que se encontraba afuera de la cabina cayendo ruidosamente. Y no muy a lo lejos una voz femenina maldiciendo con efusión.

Nos miramos de manera fugas y corrimos hacia la puerta, al abrirla, nos encontramos con una chica tirada en el piso envuelta entre cables, ¿Cómo se había enredado? Pensé.

Max tomó su mano para ayudarla a levantarse, yo imite su acción, al hacerlo pude notar que en su muñeca tenía una pequeño tatuaje, que me fue difícil descifrar.

-Chicos, ella es Noel, de quien les hablé- mencionó Byron, después Marine y él la guiaron hacia la cabina.
Había algo en esta chica que me resultó bastante familiar. Estaba observándola tratando de recordar si la había visto antes.
Apenas terminó de acomodarse, sacó su guitarra y comenzó a tocar y cantar una de las canciones más emblemáticas de la historia, "Bohemian Rapsody" de Queen.
Escucharla cantar fue una de las sensaciones más increíbles de toda mi vida.

Me encontré inmerso entre cada una de las notas que su hermosa voz emitía cuando mi atención fue truncada por un objeto que sobresalía del estuche de su guitarra.

Me acerqué para ver mejor aquel objeto, y al tomarlo entre mis manos, una sonrisa se vislumbró en mi rostro, el destino estaba jugando a mi favor y me había puesto nuevamente a aquella chica del viejo paraguas.