Es la solución

El nacimiento

El mejor día:

Esta madrugada, tuve que salir en el coche a toda velocidad hacia el hospital. La razón. Mi esposa estaba dando a luz. Por fin después de tanto esperar, hoy por fin nació mi hermosa hija.

Ver a mi esposa sufrir de esa manera, siendo la mujer que trae a mi vida paz, confianza y amor, la que ha sido mi confidente durante muchos años y el gran amor de mi vida, eso me hiere el corazón. Pensé que me rendiría. Por un momento pensé que soltaría su mano y me saldría de la habitación porque la verdad no soportaba verla así, pero incluso en ese momento, con solo una mirada ella me transmitió su fuerza y a su vez me pidió ser fuerte. Así pude contemplar la representación en carne y hueso de lo que ha sido un amor inquebrantable. El nacimiento de mi hija. La princesa de mi vida!

Año 1:

Ya ha pasado un año desde el nacimiento de mi pequeña. Es increíble como en tan poco tiempo nos ha traído a mi esposa y a mi, una infinita felicidad que no parece acabar jamás.

Su primera palabra fue "Papá". A su madre no le agrado mucho la idea, pero no sabe cuánto me encantó a mi. Ella se ha convertido en mi fuerza y voluntad. Los tres somos inseparables y sumamente felices. Yo en especial me siento el hombre más feliz del mundo al tener a mi lado a las dos personas que más amo.

Ella es muy inteligente. Logra entender muy rápido las cosas y ya dice una que otra palabra. Su sonrisa es un espectáculo maravilloso, es como la octava maravilla del mundo. El cielo ha de sentirse envidioso de haber dejado ir a un ángel tan hermoso, pero yo prometo cuidarla y amarla hasta que me alcance la vida.

Verla dar sus primero pasos fue hermoso, pero siento que está creciendo muy rápido, quisiera que fuera bebé por mucho tiempo más, pero es el ciclo de la vida. Ella tiene que crecer y aprender a ser fuerte.

Año 4:

Hoy es el primer día de clases de mi princesa. Está demasiado feliz y yo lo estoy aun más. Parece una verdadera princesita con su uniforme.

Yo seré el encargado de llevarla y buscarla en el colegio todos los días, así su madre tendrá más tiempo de hacer sus cosas y estará más tranquila.

Ayer fuimos al zoológico a ver los animales. A mi princesa le gustaron mucho los avestruz, y mi reina dijo que eran mejor los pingüinos, así que me pusieron a mi a escoger que era mejor. Yo con mi hija en brazos y viendo a mi esposa fijamente a los ojos, le dije : "Amor. Tu eres la reina de mi corazón y te amo demasiado, pero mi hija es la princesa de mi vida, de mi universo, y la razón de mi felicidad y también de la tuya, así que todo lo que ella diga es cierto, y yo digo que los avestruz". La reacción de mi hija fue abrazarme muy fuerte (cuanto amo sus abrazos), pero la de mi esposa no fue tan buena. "Pues entonces, cariño. Esta noche tu y tu princesa van a tener que hacer la cena, porque como tú ya dijiste, yo soy una reina, no una cocinera", fue lo que dijo.

Sí, nos tocó hacer la cena a mi hija y a mi, pero al ver que nos divertíamos incluso ahí, mi esposa decidió unirse. Esos, son recuerdos que nunca se borran de la mente, porque se guardan en el corazón.

Año 7:

Hace unos días mi esposa y mi hija estaban ardiendo en fiebre. Tuve que pasar toda la noche en vela atendiendo a las 2 y no voy a negar que pensé que sería fácil, solo porque he visto a mi esposa hacerlo con mucha facilidad, pero en realidad me costó mucho. Tuve que preguntarle cómo preparar todo, el té, las toallas húmedas, los medicamentos. Al final ellas se sintieron mejor y me lo agradecieron de la mejor manera. Una fiesta sorpresa al llegar del trabajo. Hicimos juegos y demás cosas. Fue maravilloso.

Hoy yo estoy en cama, con fiebre y dolor de cabeza. Mi esposa lleva toda la noche despierta, me cambia las toallas húmedas, me da té y me acaricia el cabello para intentar dormirme. Mi princesa, desde que supo que estoy enfermo no se ha quitado de mi lado, me abraza y cada vez que se despierta me pregunta si ya estoy mejor y me da un beso, "Con este si te vas a curar papá, porque tú dijiste que el amor lo cura todo, y yo te amo mucho" es lo que dice. Si tuviera al menos una mínima idea de cuanto la amamos su madre y yo, se impresionaria.