Consecuencias del alcohol [Zapp/Chain]

única parte.

Era desastroso ir a tomar con Chain. Aunque tal vez, con cualquier mujer, en especial con una mujer lobo.

Aunque si tenía que ser sincero consigo mismo, lo cual detestaba, Chain Sumeragi no era cualquier mujer, mucho menos, cualquier mujer lobo; podría decir que, era especial.

Algo así como, la mujer con la que no deseaba tener algo sexual o que activaba al instante su libido. No.

Era algo así como, una especie rara, muy rara, extraña, para él bizarra, de cariño. Es decir, se llevaban como perros y gatos, siempre teniendo alguna riña o diferencias. Profesándose un desagrado mutuo, y sin filtros.

Pero, a veces, a Zapp le llamaba la atención Chain. A veces, podría decirse, que le gustaba; no quería darle un nombre todavía a lo que ella causaba en él -no desgrado, enfado u otro sentimiento negativo-, porque de ser así, comenzaría a ser una molestia para él.

Algo así como un estúpido mosquito picándole.

No creía que era amor, estaba lejos de serlo, según él. Además, él no amaba exactamente a alguien, tal vez a sí mismo, pero, a ella... Lo dudaba.

Es decir, ella estaba enamorada de Steven, ella era desinteresada, indiferente y cruel con él. Únicamente Libra y salvar a los habitantes de Hell Salem Lot's los unía, porque de ahí, nada más lo hacía. Y si existía algo, era el alcohol.

Y es por eso, que dice que tomar con ella es desastroso, es caótico. Porque parecía ella no tener llenadera, la cuenta lo que hacía era aumentar, casi se quería acabar el alcohol del establecimiento (una vez ella y sus compañeras lo hicieron, por lo que supo) y decía un sinfín de incoherencias, como estos momentos.

La escuchaba quejarse de él, de su trabajo, de lo sucio que estaba su departamento y casi, casi, lloriquear de su amor no correspondido hacia Steven; y él lo único que podía hacer era tomar en silencio con evidente fastidio y muecas, honestamente, sólo quería que dejase de hablar y de tomar demasiado.

No por su bienestar, sino por la cuenta.

- Estúpida mujer lobo. – pensó, tomando el último trago de su bebida, asentando el shot que había pedido.

Y cuando se vino a dar cuenta, ella cayó rendida en la barra, con vaso en mano. Chasqueó la lengua, genial, un problema más.

La hubiera despertado, de no ser porque ella se miraba tierna. Con un sonrojo por el alcohol y semblante pacífico, además de estar murmurando cosas ininteligibles; suspiró, pasándose una mano por la cara y cabello, exasperado con él por pensar en que ella era tierna.

Al final y a regañadientes, pagó la cuenta y cargando con ella en su espalda, salió del bar. Podría decirse que estaba sobrio, por lo que llegar al departamento de ella no fue difícil; miró con asco el lugar, definitivamente, necesitaba limpiar.

Ignorando por completo el desorden, fue hasta su cuarto, depositándola en la cama. Y asegurándose de que ella no se hubiese pegado la cabeza con algo, decidió irse; o eso hubiese hecho, de no ser porque ella se levantó, y por efectos del alcohol -algo que era evidente-, lo jaló para que él se metiese en la cama con ella, abrazándolo del torso.

Algo que resultaba ser muy, pero demasiado, impropio de Chain. Pero se dijo así mismo para apaciguar su sorpresa, que era por el efecto del alcohol. De inmediato trató de separarse de ella, poniendo una mano en su rostro, empujándola o tratando de hacerlo.

Definitivamente, las mujeres eran de temer, más las de tipo lobo.

Chain gruñó para luego morderle la mano, haciéndolo gritar del dolor al mismo tiempo que maldecía. Chain pasó de estar irritada a mostrar un semblante triste, lastimero.