10. Situación embarazosa

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Capítulo 10

🔹🔹🔹

Narra Jenny

Me la pasé todo el día de mal humor, últimamente entre Kiara y Sasha me ponen así, no se que me pasa.

-Huy, cambia esa cara, parece que vas a morder a alguien -se burla Rocío mientras no deja de mascar su gomita.

-¿Y Marissa? -me hago la que no escuché su burrada, mientras miro a los lados buscando una melena rojiza.

-En la fiesta de ayer se fue con Ashton y no supe nada mas de ella -ne explica mientras se hace rizos en su cabello rosado liso.

-Esos dos y sus ligues -ruedo los ojos mientras seguimos escribiendo los apuntes que nos prestó Lia, una nerd que nos prestó su cuaderno, ya que de por si, me la pasé la primera clase de psicología, en otro mundo, y no presté mucha atención, por parte de Rocío, ella nunca lo hace, así que es algo normal en ella.

-¿Y tu hermanita? ¿Sabes? Está buena, quisiera ligar con ella -comenta Rocío muy interesada, y ya con la sola mención de Sasha, mi mente viaja a sus bellos ojos verdes, y no logro concentrarme, pero cuando recuerdo lo que Rocío me dice, frunzo el ceño, y aprieto los puños hasta dejar mis nudillos blancos, no me gusta a Rocío para Sasha, además, ella es heterosexual.

-Ni te acerques a ella -sone demasiado seria, así que carraspeo, ya que me mira rara, y vuelvo a decir. -Es heterosexual -finalizo sin mirarla, pero eso le da igual a Rocío.

-¿Y eso que? Yo he convertido a muchas hetero en lesbianas, así que una mas no es la excepción -se encoge de hombros, y por primera vez tengo ganas de golpear a esta pelirosa que la quiero tanto como una hermana.

-Lo siento, pero con mi hermanastra no, buscate otra -le regaño y ella se lo toma a juego.

-No la trates como una niña, ella ya tiene dieciocho, además no eres nadie para decirme eso -contraataca Rocío mirándome mal.

-¿Porque te empeñas en Sasha? ¿Acaso no hay mas chicas?

-Si las hay, pero resulta ser que la que me gusta es ella -alza el volumen de su voz, y eso me dieron ganas de callarla con un puñetazo en la boca, Dios mio, ¿cuando he sido tan violenta? Y peor aun, con Rocío, que es casi como una hermana.

Suspiro y salgo de allí para no hacer una barbaridad, llego a mi auto, y manejo lo mas que puedo, hasta llegar a un bar, y beber como cuando tenia dieciséis.

Narra Sasha

El chico de ayer, cuyo nombre no recuerdo, se la ha pasado todo el día fastidiándome, ¿acaso no tiene nada que hacer? Se la ha pasado persiguiendome de un lado al otro, y yo he tratado de esquivarlo, y para rematar, ha estado junto conmigo en dos clases, son dos clases que serian un infierno.

Ahora mismo, estoy llegando al comedor, es un poco tarde, ya que estuve hablando con mi mamá al móvil, la misma me dijo que estaba en un casino junto a Ignacio, donde iban a visitar a un amigo del mismo.

Allí en el comedor, me encontré a la pelirosa, estaba sentada sola con dos cuadernos en la mesa y anotando todo de uno al otro, fue en la dirección contraria, no quiero que me desnude con la mirada, ni estar cerca de ella, me siento en una mesa sola, mientras me dispongo a almorzar tranquila la hamburguesa de queso que me pedí, busco con la mirada a Jenny, pero lo que encuentro son unos ojos grises mirándome burlón, y a la vez acercándose mas a mi, ruedo los ojos.

-¿Me extrañaste preciosa? -se sienta al frente sin siquiera invitarlo.

-Si, como mismo extraño a Andrés -digo sarcástica.

-¿Andres, el chico que te dejó por chat? -pregunta sin entender mi sarcasmo, río por lo ignorante que es.

-No, Andrés el chico que necesita tampón -ruedo los ojos.

Él sigue sin caer.

-¿Tampón no es eso que se ponen las chicas cuando están en sus días? -pregunta curioso. Vuelvo a rodar los ojos. ¿En serio? -Lo digo porque mi hermana una vez me mandó a comprar.

-¿Es enserio?

-¿Que? ¿De que no me entero? -pregunta con la boca llena de sándwich.

Río, porque la verdad la situación es graciosa, el castaño que tengo enfrente tiene la boca embarrada de jamón, tomate y lechuga.

-¿De que te ríes ahora? -pregunta mirándome con los ojos bien abiertos, pero yo sigo muerta de la risa a carcajadas, al final se pone serio, y eso me da mas risa aún, decido quitarle los restos de comida de la boca con una servilleta, y él se tensa un poco, pero yo le sigo limpiando los labios, él me observa con sus ojos grises, hasta que caigo en cuenta de la situación, y dejo de limpiarlo, y me siento roja de la vergüenza en la silla donde estaba.

-¿Gracias? -dice él mirándome boquiabierto, y yo con la vergüenza por los pies, asiento sin mirarlo.

M I   H E R M A N A S T R A //Lésbico//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora