Pov narrador
Ya han pasado unas 2 horas desde que se formó la nueva pareja, lo que causo un ataque de lágrimas al ahora no tan consiente Rey.
Pero dejando eso de lado, dos jóvenes se encontraban chocando con las paredes entre besos y caricias subidas de tono, en busca de un lugar vacío.
— ¡demonios Elizabeth!
El desesperado rubio la beso con ferocidad, metiendo su lengua en la preciosa boquita de la oji-azul, haciéndola gemir levemente.
De un momento a otro, Meliodas se encontraba cargando a Elizabeth por los glúteos hacia su propia habitación.
Al cerrar la puerta la acorraló contra la pared cortando ese apasionado beso que los dejó sin aire.
El rubio sonrío con malicia, comenzando a lamer y besar el cuello de la chica, dejando notorios chupetones.
— ah.... meliodas.....- gimió al sentir las traviesas manos de su chico sobre sus pechos tocando sus pezones.
El ojiverde sentía como su pantalón le empezaba a apretar, por lo que para saciar un poco la necesidad de su amiguito se empezó a frotar contra ella.
— ahh meliodas — dejó caer su cabeza hacia atrás — más....
— como diga mi princesa.
La levantó nuevamente, para luego recostarla sobre la enorme cama, perdiendo ambos sus poleras en el transcurso.
El rubio soltó el sostén de eli con rapidez, para comenzar a lamer sus pechos.
— ahh Mel-meliodas ahh
— ¿te gusta Eli?- pregunto teniendo una sonrisa pervertida
— y-yo... ahhh
El chico seguía con su labor, al mismo tiempo que desabrochaba con rapidez los pantalones de la joven bajo su cuerpo.
— te lo volveré a repetir..... ¿te gusta esto Elizabeth?
— si~~ ahhh dios
— bien, y dime — la besó rápidamente — ¿que quieres ahora? — eso confundió a eli.
— eh?...
—soy todo tuyo Elizabeth.... considérame como tú esclavo en este momento.... ahora dime.... ¿que es lo que más deseas?...- empezando a bajar los pantalones de la chica.
— pues.... -una pervertida sonrisa apareció en su inocente rostro - deseo que mi guapo esclavo me haga suya.
— como deseé - le arrebató los pantalones, para luego empezar a repartir besos por su plano abdomen.
— ahhh meliodas mmhh.... se siente... tan bien...
El rubio siguió bajando hasta llegar al monte de Venus de la chica retirando con lentitud las bragas de encaje.
Al estar completamente desnuda se detuvo a admirarla unos instantes.
— eres tan puramente hermosa - la beso dulcemente, contrastando sus palabras, mientras que sus dedos acariciaban la intimidad de la chica, la cual gemía en medio del beso.
— esto.. ahh no es justo... mhh
— y qué hay que hacer para que lo sea?
Ella simplemente se abalanzó sobre él empezando a besar su cuello, y al igual que el, dejó notorias marcas
— eres posesiva ¿no Eli? Agh- tomó a Elizabeth de las caderas al sentirla frotándose con su notoria erección.
— solo con lo que es mío.