Capítulo 14

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Habían pasado unos días desde el regreso de Ragnar, quien había estado intentando reclutar a gente que le acompañase en su viaje, pero no había tenido buenos resultados. Björn estaba preparando su viaje al Mediterráneo y poco a poco llegaban a Kattegat barcos con aliados que le acompañarían. El sonido de un cuerno avisando de la llegada de un nuevo aliado resonó por todo el pueblo. Ligia ignoró el aviso y siguió caminando por el mercado, no paraba de colocarse la corona, había vuelto a llevarla por consejo de Lorelei, pues lo creía necesario debido a todos los vikingos que estaban llegando a Kattegat. Ligia miraba un pequeño puesto cuando un segundo aviso recorrió el mercado, un sonido familiar que cualquier otro habría confundido con un cuerno. Ligia caminó hasta el puerto con prisa, abriéndose paso entre los presentes y caminando hasta el frente. Björn se encontraba recibiendo a sus aliados y ya se habían encaminado al gran salón cuando el aviso les hizo volver al puerto.

-¿Los conoces? – Björn se encontraba junto a ella y otros dos hombres, uno de ellos con una corona, mirando al barco que llegaba.

-Por algo estoy aquí. – Ligia hablaba de forma relajada, en estos días había entablado una muy buena amistad con Björn, casi como hermanos.

-¿Nos harías el honor de presentarnos? – El hombre tras él empezó a hablar.

-Por supuesto – Björn se apartó para permitir que Ligia viese a aquel hombre. – Rey Harald, le presento a la reina Ligia, del reino de las perlas. – El rey Harald se inclinó y besó la mano de Ligia.

-Es todo un honor reina Ligia – Sonreía ampliamente. – Soy el rey Harald y él es mi hermano Halfdan.

-Encantada de conoceros. – Ligia saludó con una suave sonrisa. – Si me disculpan - Ligia se acercó al barco que acababa de llegar. Una joven de cabellos oscuros y ondulados bajó de la embarcación. – Parténope. – Ligia abrazó a la joven, quien le correspondió de igual modo. - ¿Qué te trae por aquí?

-Madre ha enfermado. – Ambas caminaron fuera del muelle.

-Es un triste motivo para vernos...

-Bienvenida a Kattegat. – Björn se acercó a la recién llegada.

-Oh, sí, claro. Parténope, él es Björn Piel de hierro, príncipe de Kattegat. – Ligia presentó al joven, quien respondió con una ligera reverencia. – Y ella es la princesa Parténope, hija de la reina Darya, mi tía.

-Bienvenida princesa Parténope, le pido disculpas, pues no esperábamos su visita – Björn observaba el gran bullicio a su alrededor.

-Björn - Ligia le tranquilizó con una sonrisa. – Tranquilo, pueden quedarse junto a mis guerreras – Miró a su prima. – Y Parténope puede dormir en mi casa.

-Haré que preparen las nuevas camas.

-Gracias, ahora, si nos disculpas – Ligia posó su mano en el hombro de la joven. – Hay un tema importante del que debemos hablar.

-Por supuesto... Oh, por cierto, esta noche celebraremos por fin la llegada de los aliados y, por supuesto, estáis más que invitadas.

-Será todo un placer. – Parténope caminó junto a su prima hasta llegar a su casa.

-¿Qué ocurre? – Ligia preguntó nada más cerrar la puerta. – No vendrías por una simple enfermedad...

-No es tan simple, creemos que le queda poco tiempo...

-¿Tan grave es?

-Sí y ella lo sabe. – Parténope se sentó en una de las sillas. – Quiere que vayas...

-Claro... Pero no creo que vinieras solo a decirme esto... Podrías haber mandado a cualquiera...

-Quiero que aceptes a Nereida y Dafne en tu guardia.

The soul of the seaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora