11: mapa

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Al despertar Junho no vio a nadie conocido. Solo personas amontonadas, con frazadas y comida, en general, refugiados.

¿Yohan? ¿Dónde estaba Yohan?
Ignorando el dolor de su -nuevamente- curada herida, se levantó de la camilla y comenzó a caminar sin rumbo por todo el lugar. Con una de sus manos apretaba su hombro, ardía. ¿Y su anillo? Necesitaba ese anillo, corría peligro sin él. Tampoco veía su pistola, pero era obvio que se la iban a quitar.

Se asomó por una puerta medio abierta, parecía una especie de sala de control. Allí dentro había un chico de piel un tanto oscura y era bastante atractivo, tenía dos aretes en cada oreja. Él aún no había visto a Junho.

Cha recorrió el lugar con la mirada; habían posters con diversas ubicaciones por todas las paredes, un ordenador -el cual estaba siendo utilizado por el atractivo muchacho- y muchos vendajes. Cha dio un paso y un fuerte dolor recorrió su hombro herido; alguien lo había tomado cerca del cuello.

- ¿Quién eres y qué haces aquí, polluelo? - Un hombre al parecer tailandés le habló de muy mala manera. - No tienes que estar aquí, esto no lo sabe cualquiera.

Estaba débil, no podía ni siquiera caminar bien del dolor. Iba a hablar, él no se rendía tan fácil y seguiría buscando a Yohan hasta por debajo de las piedras.

- Alto, alto, ¿Qué está sucediendo aquí? - Kookheon los separó, Junho tambaleó un poco pero se mantuvo en pie. Yohan fue con él.

- Es culpa de este enfermo, solo estaba buscando al senador. - Sus palabras salieron tan enojadas, el dueño del refugio miró mal al que anteriormente había tomado por los hombros a Cha.

Hubo un silencio incómodo. El chico del ordenador rodó los ojos y siguió teclando; parecía que estaba jugando a algún juego. No se percató de que alguien más se adentraba en la sala.

- Peak, termina con la violencia si no quieres que te despida. - Se quejó. - Mis más sinceras disculpas, uste..

- Es un poco contradictorio que digas eso, Kookheon. - Yohan lo interrumpió muy seco. - ¿A dónde llevan estos túneles?

Aquel silencio perturbador. Mahiro observó al responsable de todo, ambos estaban por entrar en pánico.

- Hay que terminar con esto de alguna manera. - Habló. - Espero que no se ofenda con mis palabras, pero es más que obvio que usted no va a ganar las elecciones.

Yohan abrió la boca mostrándose claramente ofendido, Junho aún no entendía lo que sucedía a su alrededor.

- ¿Allí.. - Señaló una cruz en uno de los mapas. - allí está JyunHao..?

- Senador..

- ¡No! Por supuesto que no. Voy a ganar de manera limpia, la gente no me va a querer porque mi partido asesinó al.. ¡Al presidente!

Comenzó a caminar en círculos, diciendo cosas inentendibles para el oído del resto. Tomó el puente de su nariz y suspiró.

- No. Definitivamente, no. - Junho intentó acercarse a él pero rápidamente Kim lo empujó. - Mi presidencia va a ser limpia, no quiero matar para ganar. Sé que el pueblo me va a ayudar, lo siento.

La pistola de Junho fue directamente a apuntar a la cabeza de Kookheon. Yohan estaba actuando demasiado extraño, incluso Junho se asustó.

- No, bueno.. - Kim mayor se puso muy nervioso. - Vamos a detener todo, ¿Sí? Senador, esto lo quisimos hacer por su bien, no queríamos que..

- ¡Cállate!

El llamado Peak se acercó a Yohan e intentó pegarle para arrebatar su arma, pero este fue listo y se agachó, impactando contra el estómago del más alto. Kookheon los separó de nuevo, llegando a salvar a ambos de una posible pelea.

Yohan arregló su cabello y tomó el arma, esta había caído al suelo en la batalla. Junho no le sacó la mirada de encima a Kookheon.

- Dejen de actuar como niños de una vez. - Habló Cha. - Hay que llevarlo hacia las afueras de la ciudad. Allí estará a salvo, pero hay que ir lo más pronto posible. En cuanto a ustedes.. - Señaló a Peak y a Kookheon - Ya saben. No hagan nada en contra del presidente, de eso nos encargaremos nosotros.

Asintieron.
Junho marcó el camino hacia afuera con sus brazos y Yohan salió de la habitación, seguido por él. Pudieron ver a Dohyon desde lejos tratar con el paciente de la camioneta, este parecía haber enloquecido. Su rostro estaba enrojecido, parecía un tomate.

- Tenemos que irnos, el senador está en peligro. - Explicó rápidamente, y antes de que alguien pudiera decir algo, volvió a abrir la boca. - No importa que no quieran llevarnos en su camioneta, iremos a pie.

- No, descuiden. Nosotros los llevamos, solo dígannos el camino.

Kim se subió en la camioneta, en la parte trasera junto a Minhee, Dohyon conducía y Junho estaba en el asiento de copiloto.
Kang era agradable; se la pasaba contando chistes para alivianar el ambiente. Definitivamente, luego de subir a la presidencia contactaría con él y todo el resto del refugio.

- ¿Estamos yendo hacia el norte? Juro que parece que no. - Nam estaba confundido. Las autopistas estaban vacías, todo parecía deshabitado.

- Creo que tienes que subir por ese ascenso.. - Iba a seguir dándole indicaciones, pero todo se descontroló de un segundo para otro.

Otra camioneta blindada y negra mate, los había embestido. Cha soltó un quejido cuando intentó moverse pero fracasó. La cabeza de Dohyon estaba reposada en el volante, Minhee en una esquina, al parecer inconsciente.

Tres hombres con uniformes militares invadieron el vehículo y tomaron a Yohan por los hombros, exactamente como había hecho Junho cuando Peak lo atacó. Él intentó liberarse, pero era imposible, era un maldito tres contra uno.
No pudo moverse, solo lo vio irse ante sus ojos.

PURGE ✧ PRODUCE & X1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora