Me he enamorado, me he enamorado de él. Me enamoré de sus berrinches de niño pequeño, de su orgullo, el cual se traga muchas veces porque su amor por mí es más fuerte. Me he enamorado de su risa, que cada que la escucho me hace sentir en el paraíso.
Me he enamorado de sus locuras, sus bailes y de cómo canta. Me enamoré de sus hoyuelos, los de encima de los labios y los del final de la espalda, de su hermosa sonrisa, de sus ojos.
Me he enamorado de como me transmite tanto amor solo con la mirada. Me enamoré de sus manías, vicios y hábitos.
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Me he enamorado de lo nervioso que se pone cada vez que lo miro fijamente a los ojos y de cómo sonríe casi sin poder evitarlo, me enamoré de su voz, del sonido de su risa.
Me he enamorado de la voz de niño pequeño que pone cuando quiere algo. Me enamoré de su cariño y dulzura. Me he enamorado de la manera especial en la que me trata, apoya y respeta.
Me he enamorado de su ternura acompañada por la perversión, me enamoré de cómo me hace sentir que puedo contar con él en todo momento. Me enamoré de todo lo que él tiene, desde su cabeza a sus pies, y desde su alma hasta su corazón.
