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01 de Septiembre de 2017

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01 de Septiembre de 2017

El segundo semestre escolar iniciaba y Tenshi con ahora diecisiete años de edad iba caminando hacía la escuela con la mirada tan perdida como desde hace diez años, desde que poco a poco se dio cuenta de su "condición".

Había dejado de ser una niña hiperactiva, alegre y social para volverse cada vez más tímida, calmada y seria. Sus padres lo habían notado e incluso se preocuparon, ya que pensaban que quizás su hija sufría de abusos escolares o algo por el estilo pero no, solo cambio por si sola.

Porque sí, Tenshi había estado guardando ese secreto desde que lo descubrió por el simple miedo de ser una rarita y porque realmente nadie merecía ni podía saberlo, además que no le creerían. Así que quería evitarse y evitarles cualquier tipo de problema a sus padres.

Al llegar a su edificio, entro y cambio sus zapatos para luego dirigirse a su aula. Había llegado con tiempo de sobra y era bueno, además que al ser el primer día todos llegaban tarde menos ella, seguía siendo responsable costará lo que le costará.

Sus manos temblaron cuando un pensamiento fugaz pasó por su mente, lo ignoro o eso intento, vaya sí que lo intentó pero cuando menos lo quiso, su mano sostenía una pluma y se movía sobre aquella libreta que cargaba desde el primer incidente.

"Alguien apuñalará a Konoe Mei camino a la escuela."

Soltó la pluma con miedo mientras intentaba regular su respiración, mordió su labio inferior y cerró de golpe la libreta para guardarla en su mochila aún con sus manos temblando. Suspiró una vez que dejo la libreta guardada y notó a sus compañeros y compañeras adentrarse al aula, vio en esas a Mei y pudo respirar otro poco tranquila.

Lo bueno de aquellas "predicciones" es que no pasaban las cosas enseguida, a veces tardaban días, semanas, meses e incluso años.

¿Lo malo? Eran muertes por cometer pecados y Mei era la soberbia en toda la extensión de la palabra.

Realmente Tenshi tenía días muy tranquilos en la escuela, no causaba ni le causaban problemas o bueno, era muy rara la vez que eso pasaba ya que solía intentar ser invisible

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Realmente Tenshi tenía días muy tranquilos en la escuela, no causaba ni le causaban problemas o bueno, era muy rara la vez que eso pasaba ya que solía intentar ser invisible. No le gustaba estar cerca de otras personas porque temía que un día fueran a morir y por ello no era cercana a nadie, aunque compañeras suyas si la consideraban "amiga", ella a ellas no.

El día en la escuela había terminado y se dirigía a casa, prefería no ver a las personas de su alrededor y menos si había gente conocida porque las ideas volaban por su cabeza casi al segundo. Lamentablemente tuvo que alzar la mirada al llegar a un alto y frente de ella iban dos personas, dos chicos para ser exactos.

No quiso pero fue inevitable no mirarlos, su curiosidad gano al querer analizarlos y fue mucho más fácil cuando estos le dejaron ver sus perfiles al momento que voltearon a hablarse uno al otro.

Casi al instante supo quiénes eran y mordió el interior de su mejilla al conocer los nombres de casi todos los de la escuela pero ellos no sabían de su existencia. Nagachika Hideyoshi el rubio de ojos café y Kaneki Ken el azabache de ojos grises. Ambos de primer año de Universidad.

"— Muy tierno."

Pensó Tenshi del segundo mencionado al verlo quejarse de su amigo por una razón que no entendió pero le restó importancia y una vez que la luz cambio a verde comenzó a caminar nuevamente, pasándoles de largo.

Sintió pena por ella misma al saber la forma en la que se enteraba de los nombres y años escolares en los que estaban. Se enteraba escuchando a los demás y sí que era penoso, por esa misma razón ni amigos ni novios había tenido tiempo atrás y dudaba tenerlo más adelante.

Su atención se centró en su móvil el cual comenzó a vibrar, al sacarlo y ver en la pantalla el número y nombre, suspiro y contestó enseguida.

— ¿Qué pasa, mamá? — Murmuró contra la bocina mientras seguía caminando hasta que se detuvo en una zona donde había mucha gente, policías y una ambulancia. Sin poder evitarlo se acercó.

— ¿Ya vienes a casa? Es tarde y recién pasó algo en una zona cercana — Habló algo preocupada del otro lado de la línea.

Miró atenta la escena y su boca de abrió no sabía si con miedo, horror o no tenía la menor idea pero aquello era horrible.

— Sí, ya lo he visto... No te preocupes, estoy cerca — Intentó que su voz sonara tranquila— No tardo, mamá.

La intentó tranquilizar y colgó casi enseguida, todo eso sin apartar la mirada de aquel pedazo de cuerpo, sí, pedazo porque le faltaba carne y algunos huesos, era una verdadera escena de terror. Su rostro estaba perplejo pero por dentro temblaba, ¿Quién había hecho tal cosa?

— Escuche que fue el mismo ghoul que ha hecho estos crimines últimamente, está fuera de control — Una persona a sus espaldas habló.

"— ¿Ghoul?"

— Supuestamente la CCG se está haciendo cargo pero no veo avance — Se quejó la persona que acompañaba a la que hablo primero.

Tenshi prefirió no seguir escuchando y salió del lugar con las manos frías y sin mentir, miedo sobre ella. ¿Cómo era posible que alguien pudiera hacer eso? Era realmente horrible.

Sin percatarse ya estaba fuera de su hogar, entró sin ganas y saludo a su madre quien le ofreció el almuerzo pero está negó, solo quería dormir, su cabeza la estaba matando. Al llegar a su habitación, dejó caer sus cosas en la silla de su escritorio y se tumbó bocabajo en la cama.

Fue como si un foco se encendiera, haciéndola levantar la cabeza de la almohada y recordó que era un ghoul. Habían comenzado a atacar humanos en Tokio hace quizás unos ocho años atrás pero hace unos meses había aparecido un "glotón" que parecía nunca parar y eso tenía aterrados a todos a pesar de que las autoridades decían tener todo bajo control.

— Tsk, tonterías — Bufó la –por el momento- peli naranja mientras volvía a dejar caer su cabeza en la almohada.

Todo era peligroso allí, incluso ella.

Todo era peligroso allí, incluso ella

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⏰ Last updated: Sep 07, 2020 ⏰

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I write sins not tragedies ©『Kaneki Ken』Where stories live. Discover now