No se sabe bien qué fue lo que hizo colapsar a la humanidad. Empezó con una epidemia que atacaba a cualquiera sin importar la edad, el sexo o el estatus social. Era tan solo un sarpullido aparentemente inofensivo. Los médicos lo desestimaban. Un simple sarpullido nunca mató a nadie. Pero a medida que pasaron los meses se salió de control. El sarpullido se convertía en lesiones más grandes de color rojo púrpura que se reventaban y generaban infecciones en los pacientes. Luego los pacientes desarrollaban un estado de histeria, paranoia y frenesí. En poco tiempo llegaba la tos aguda y la fiebre, e infecciones respiratorias hasta que el paciente moría. La enfermedad pronto fue llamada CE, Cutis Exitiale que se traduce en "piel de la muerte", un nombre bastante sensacionalista. La enfermedad no se contagiaba, pero el miedo era patente en la sociedad. Las escuelas cerraron, muchos adultos dejaron de ir a trabajar y los comercios cerraron. Los gobiernos no podían controlar la situación; no había suficiente espacio en los hospitales ni suficiente personal médico. El sistema de salud había colapsado por completo. La calle era un caos, los enfermos corrían sueltos, gritaban y agredían a quien sea que se cruzase por su camino. La gente que no había contraído la enfermedad se volvió paranoica; muchos se negaban a salir de sus hogares, otros huían a zonas despobladas mientras el resto se armaba.
Ya habían muerto miles de personas para cuando un grupo de científicos descubrió que la enfermedad estaba causada por una toxina en un nuevo fertilizante de plantas. Las plantas excretaban la toxina en el aire o en sus frutos y así llegaba a las personas; vía respiratoria o vía oral. Se descubrió que los grupos o comunidades que vivían en aislamiento y no habían tenido contacto con la toxina no habían desarrollado la enfermedad.
Nunca se pudo obtener una cura, pero al año de la primera muerte, una compañía farmacéutica formuló una vacuna que prevenía la infección. Cuando la vacuna empezó a administrarse, la gente comenzó a agolparse en los centros de salud.
Durante los primeros días no hubo nuevos infectados. Un resquicio de esperanza. Pero nada salió como se esperaba. La vacuna funcionó para la población con los cromosomas XY, pero en aquellas con los cromosomas XX, la vacuna hizo mutar a la enfermedad en algo mucho, mucho peor. Es decir, aquellas personas que nacieron biológicamente como mujeres empeoraron; en pocas horas perdían sus funciones cognitivas, los recuerdos parecían desvanecerse y emergía de ellas una esquizofrenia incontrolable. Pero eso no era todo, se habían convertido en bestias sedientas de sangre humana. "Vampiros" fue el nombre que les dio la prensa. Eran criaturas sin conciencia, que corrían frenéticas por la calle atacando a cualquiera. Una mordida de una de ellas transmitía la enfermedad. No importó lo mucho que los gobiernos intentara eliminar a los infectados, el mundo como lo conocían había acabado.
YOU ARE READING
Pecadores
RomanceEn un mundo apocalíptico donde la mayoría de la población ha sucumbido a una enfermedad que los ha convertido en criaturas sin conciencia que corren por las calles cazando humanos, sólo queda una mujer con vida. Ella es un milagro, la última esperan...