Taehyung no esperaba enamorarse de un chico que vive más allá del bosque, en la ciudad del humo, un lugar prohibido para la gente de su mundo. Si bien, Taehyung sabe mentir y es capaz de encubrir sus travesuras una y otra vez.
Pero, ¿y si no fuera e...
--Tenemos que espera hasta que Yoons tenga lista la partitura y la transcriba al virus que habéis creado --dice Namjoon, mientras toquetea el móvil de Taehyung--. Mientras tanto, iré preparando el acceso al Yaza. Sólo hay una luz prendida en la trastienda y una pequeña ventana que da a un callejón por el que de vez cuando pasa algún coche de la Guardia. No han cancelado la redada por mucho que sepan que el heredero está a salvo, pues el soplo de que se estaban llevando a cabo comportamientos ilegales en ese lado ya estaba dado. Seokjin se repuesta sobre la mesa, mentalmente agotado por el cúmulo de emociones mientras que Jungkook no pierde detalle de lo que hace Namjoon. --Las fotos con Taehyungie son preciosas --se mofa Jungkook cuando Namjoon abre la galería.
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Pero Namjoon no está tratando de burlar su privacidad si no de verificar que la ubicación de las imágenes que el dispositivo ha guardado no es comprometedora para el más joven. --Oye, basta ya... --se queja Seokjin tratando de apartar a Jungkook del celular. --Vale, esto ya está --comenta Namjoon, que no les está prestando nada de atención--. Se supone que desde este dispositivo no debería poder acceder al intranet de la facultad aunque tenga contraseña. --¿Por qué no? --Porque tengo un acceso más amplio que el resto de los alumnos. Supuestamente tengo que cuidar de la seguridad de Jimin en el ámbito digital. --¿Tú? --Es una larga historia. --Entonces ¿qué? --interviene Seokjin. --Cambiaré la ubicación geofísica del aparato, para empezar. Tampoco es que quiera señalarnos con el dedo a nosotros mismos directamente --dice, concentrándose en la tarea. --¿Cómo lo haces? Namjoon le muestra el teléfono y comienza a explicarle paso por paso como burlar el reconocimiento de ubicación así como el cifrado de las ip. Después se arrepiente de hacerlo porque ese chaval parece muy avispado y está entiendo todo lo que le explica, a diferencia de Seokjin que los mira desde el otro lado de la mesa. --Tardaré un rato en conseguir claves para entrar al Yaza sin que sepan que he sido yo... --¿Y después? --Después se las mandaré a Yoons y el resto estará en sus manos...