Entre tus alas

Capítulo 10

Narra Norte

-Asi es líder han ocurrido más misiones con criaturas oscuras - estaba en la oficina de ella, la cual lucia con su paz inquietante.

-No es coincidencia Norte - la líder - temo que esto tiene que ver con Amadeus.

-¿Escuche bien? Amadeus creí que él estaba muerto.

Hace tanto que no recordaba a mi viejo amigo.

-Es lo que en todos estos siglos hemos pensado, pero debido a las acciones de su hermano menor Raguel, tengo la sospecha que está siendo asesorado por él. Ningún ángel había tenido la  malicia, que Amadeus tuvo.

La líder solo creía en la maldad de ese mundo, no sabía de la existencia de estos sentimientos bondadosos.

Me mantengo serio mientras una ola de recuerdos invaden mi mente, esa misión que tanto cambio mi vida.

-En ese caso la mantendré al tanto suprema líder, en caso de algún movimiento de Amadeus o Raguel.

-De Raguel ya se están encargando los humanos e híbridos, tú concéntrate en Amadeus, Norte.

-Entendido suprema líder.

Me retire de su oficina "¿estaría preparado para tener el control de la ciudad Celestial?" La suprema líder me había comentado que era uno de los candidatos a tener su puesto.

Me fui al área de mis soldados, mis terrenales y guardianes. Ahí estaban mis diez guardianes conviviendo tranquilamente, eso me daba algo de paz, ver su unión. Aunque ellos no lo creyeran eran mi familia y me preocupaba por todos ellos.

Observe unos minutos a Jar, sonreí, estos sentimientos eran los que siempre me sorprendían. Era algo que no me podía acostumbrar, aunque me pasara siempre con ella.

Regresaba a mi oficina cuando veo a Hazel mirando a la nada en el lago, me acerqué.

-¿Qué ocurre Hazel? - pude ver cómo se limpiaba las lágrimas.

-Nada Norte - tenia la mirada vacía, suspiro y me senté a su lado.

-Sabes que puedes contarme lo que sea soy tu amigo.

-Norte yo amo a una persona - me lo confesó, la miré incrédulo  -¿Qué?  Crees que estar rodeada de humanos, no me hizo romper esa barrera angelical, hace mucho tiempo que si, ame a alguien profundamente, pero fui muy cobarde para luchar por esa persona y me fui por el camino fácil.

-Cuéntame bien ¿Qué es el camino fácil?

-Utilice la plegaria que utilizó para borrarle la mente a los humanos en él- llorando, la abrace y ella comenzó a desahogarse - él estaba dispuesto a luchar por mi, él estaba solo toda la vida, hasta que llegue yo y se que si se llega a enterar de esto, no me lo perdonará.

Entiendo  que las reglas prohiban eso, es algo que la suprema Líder estipuló -pero pudiste haberlo manejado discretamente- le decía y ella seguía llorando negando.

-No sabía que alguien más quería a ese ángel como yo y se aprovechó de que le borre la memoria.

-¿Quién es? - me miró desconfiada - prometo no decir nada, anda confía en mi.

-Otro día prometo decírtelo Norte, pero por favor guarda el secreto.

-Cuenta con eso Hazel, tú secreto esta a salvo conmigo.

Así que tome mi espada para ir al portal 3, necesitaba saber de Amadeus si estaba vivo entonces tendría que arreglar cuentas pendientes entre él y yo. Azura como siempre me acompaño hasta la frontera que dividía aquel mundo.

-No me sigas Azura, esto es algo que tengo que hacer solo, no me perdonaría que otra vez te lastimaran por mi culpa.

La hada asintió a duras penas, tenía que resguardar mis sentimientos ya que esas criaturas también se alimentan de ellos, suspiro acomodando mi armadura.

Entre a esa parte de Athikus donde la mayoría de mis compañeros perdieron sus vidas.

>> -¡Norte! Con cuidado - sus voces estaban llenas de miedo, en los años que llevaban existiendo nunca habían perdido temple.

Muchos tuvieron batallas con bestias, Norte estaba inconsciente en el suelo su espalda sangraba, hasta que la voz de Raguel lo hizo despertarse, estaba librando batalla con un dragón.

-¿Y tú hermano? - preguntaba mientras le ayudaba a encargarle, la espada en el cuello a la bestia.

-Lo vi siendo destrozado por una criatura de la noche - su voz tan fría y llena de ira, hizo que Norte dejara de lado su molestias físicas, Amadeus ya no estaba con ellos. <<

Nadie volvió a Athikus, excepto yo. Aquí habían caído grandes personas, mis amigos. A pesar de que pasan los siglos, no permitiré que sus nombres se pierdan con el tiempo.

Llegue a ese punto donde lo perdí todo, mis alas,  a mis compañeros, aún estaban algunas huellas de la batalla que tuvimos. Observe  cómo caían gotas de sangre de mi espalda, mis heridas se habían abierto de nuevo.

Desenvaine mi espada cuando escuche el primer ruido, el piso comenzó a temblar, se acercaban y yo me había preparado para este encuentro de nuevo... así como había humanos en la tierra, aquí había "humanos" pero estos estaban llenos de maldad, pertenecían a las sombras, se distinguían por sus ojos rojos. Algunos llegaron a cruzar a la tierra, tuvieron descendencia con unos demonios y de ahí nacieron los oscuros.

-Tanto tiempo Norte - escuchaba la voz de ellos mientras comenzaba a esquivar los ataques de todos ellos, utilizando mi espada para liberarme de tantos hombre sombra me era posible.