→★Único★←

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Esta no es la primera vez que lo hago, y creo que tampoco será la última. Ya no se siente raro hacerlo como la primera vez. Cuando lo hice, en un principio, creía que me estaba volviendo loco, creí que no encontraria mi cordura ni buscandola debajo de las piedras, que estaba perdiendo todo tipo de razonamiento habido y por haber. Pero ahora, ya no siento eso, ya no siento esa opresión en el pecho que me dice que esto está mal, (aunque una pequeña parte de mi aún lo sabe), ya no me duele el seguir viviendo como antes lo hacía, ya que un nuevo elemento se agregó a mi rutina diaria, semanal, mensual, anual... Todo el tiempo.

Y ahora viene su risa, esa risa que me hace olvidar todo tipo de malestar, tanto físico como mental. ¿Quién no podría enamorarse de esa risa jodidamente hermosa? Ni aunque el mismísimo coro de los Angeles enviados por el mismísimo Dios y empiecen con su armónico cántico, me hará dudar de la gracia y belleza de esa risa, porque nada la iguala, nada logrará nunca igualarla.

Me siento tan drogado por esa risa, tan fuera de mi cada vez que se ríe y soy yo quién lo provoca. ¿Qué más puedo pedir? No necesito toda la riqueza del mundo; si la tengo ella; no necesito la inmortalidad; si la tengo a ella a mi lado el resto de mis días, no necesito vivir o morir si ella no suelta mi mano.

- Liam... Liam. Vamos, ven aquí.

Alguien me está llamando, me pide que lo siga, que no me aleje de su lado- no pienso hacerlo- . En su voz hay un pequeño timbre peculiar y a la vez atrayente, como cuando oyes el cántico de los pájaros en la mañana, y sabes que en su canto hay algo raro pero es sólo porque tú aún no estás del todo despierto, y ellos te ayudan a levantarte, te atraen a salir de tus sueños, si, a eso es a lo que su voz se parece.

Cada vez que mi cuerpo se siente pesado, tu pusiste tus alas sobre mi dura espalda, haciéndome mucho más ligero a mi mismo, pero yo no puedo usar esas alas; no se cómo. Enseñame, enseñame y así podré volar contigo, así ya no seguiremos cayendo al vacío en el que se ha convertido mi vida cada que tu no estas en ella o desde que tu no estás.

No es fácil tener que mantenerme de píe si hay días en los que ni sentir las piernas puedo, días en los que los pensamientos que tanto intentaste alejar regresan mucho más fuerte que antes, porque saben de mi debilidad por ti, saben que mi punto más sensible eres tu, y juegan conmigo, y eso los hace reír, me hacen creer que esa risa horriblemente deliciosa es la tuya, me hacen creer que te tengo cerca cuando yo mismo sé que no es así, pero aún así caigo, y no me cuesta levantarme, claro que no, lo que pasa es que no quiero levantarme si tu mano no está extendida hacia la mía.

"Oh, Angel enviado desde lo alto, que viniste a salvarme, a levantarme con tus hermosas alas..."

Fluyes en mi cómo la misma sangre de mis venas, y así cómo ella, eres indispensable para mi.
Bebí de ti como me lo ordenante, te saboree de mil y un formas, pero aún así, no estoy satisfecho. Siempre voy a querer más de ti, aunque sepa que ya no lo necesito.

Eres ese trago de vida que se bebe de un solo tirón, sin pensarlo y sin miramientos, sin arrepentimientos.

La típica frase que cita "Una vez que entras ya no puedes salir" nunca le clavó tanto en el pecho a una persona como a mi, sin embargo, ni sabiendo eso logro dejarte, no logro que me dejes.

Es la única forma en la que podemos estar felices los dos, sin resentimientos de por medio, sin dolor y sin problemas del pasado, porque en el presente es muy difícil estar contigo, si no fuera por mi rutina. Tu te encuentras lejos ahora, en un lugar al que yo no puedo ir y al que se me tiene prohibido el paso, según ciertas personas, pero me prometiste volver y yo te prometí esperarte, y una promesa no se rompe, lo hicimos por la garrita, ese juego infantil que tanto te gustaba. Ah, recuerdos vienen a mi mente mientras acaricio tu dulce rostro...

So High... °•One Shot•°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora