Mi Debilidad / Historia BL/Yaoi

Capítulo 11: Uis...

Mi padre tenía razón, ser padre es complicado cuando se trata de tu primer hijo que arrasa con todo el amor de sus abuelos y es consentido cada minuto del día, ni siquiera lo dejan llorar, si mi padre está cerca y lo escucha llorar corre a verlo, el padre de Yue tampoco se queda atrás, juntos se encargan del bebé mientras que Yue y yo estamos trabajando.

Tiene un mes, aún no me puedo acostumbrar a tenerlo cerca de mí, me provoca un cierto miedo de lastimar a mi pequeño hijo, este la mayor parte del tiempo está dormido o sonriendo por las tonterías que hacen los adultos para entretenerlo. Claro que yo no debo hacer esto, cuando lo cargo para moverlo de lugar me mira de una forma especial, incluso sonríe e intenta atraparme con sus manos, a veces aprieta mi dedo con cierta fuerza con tal de retenerme a su lado, a Yue también se lo hace, lo único diferente es que Yue abre la mano de nuestro hijo para que la ponga en su palma, le gusta medir sus manos, incluso sacó una fotografía y ahora decora nuestra casa.

A Yue le encanta pasar tiempo con nuestro hijo, cada vez que tiene que alejarse lo llena de besos con la excusa de que Hikaru lo puede extrañar, aunque la realidad es que él lo extraña mucho más que nuestro hijo, cuando regresa corre con velocidad con tal de verlo, es divertido verlo tan enamorado de aquel pequeño de ojos celestes. Se ven muy tiernos juntos, sobre todo cuando Yue lo tiene en sus brazos.

Antes no me importaba salir lastimado por mis batallas, no me interesaba si moría en alguna misión al saber que lo haría por una causa justa, sin embargo, ahora que tengo familia trato de exponerme lo menos posible debido a que si muero no podré pasar tiempo con mi familia, me gusta estar con Yue, no sabía que una persona me podía hacer tan feliz al darme un pequeño tesoro, a nuestro hijo, creo que fue amor a primera vista y me encanta saber que aquella criatura me adora sin ni siquiera decirlo.

Me asusta no volverlo a ver por las misiones que me encomiendan, me asusta perderlo por algún desquiciado que desee hacer experimentos con él, hemos recibido muchas propuestas que dejan bastante claro que buscan analizar a Hikaru, por ello me asusta que busquen la forma de conseguir aquello que tanto anhelan.

–Hika– me nombró Yue sacándome de mis pensamientos, yo estaba recostado en nuestra nueva cama mientras que él bañaba a Hikaru en su bañera.

Como la casa es grande, la habitación de Hikaru fue adaptada para él, tiene todo lo que un bebé necesita en su habitación y la mayor parte del tiempo la casa esta a una temperatura que a él le acomode, de esa forma nos ahorramos que se enferme, tiene sólo un mes, por supuesto que aún tiene sus defensas muy bajas y a pesar de que Yue puede cuidar de él, no está de más tomar precauciones.

–¿Dime? –respondí viendo a nuestro pequeño que intentaba morder la mano de Yue, pero como no tiene dientes chupaba.

–Cuida de Hikaru, por favor– me pedía acercándolo a mí, yo me acomodé en la cama dejando la Tablet aun lado con tal de cargar a mi hijo, este sonreía, siempre sonríe cuando se queda conmigo.

–¿Qué harás? –quise saber.

–Ducharme– respondió con una sonrisa coqueta.

–¿Y no me invitas? –pregunté copiando su sonrisa–.

–Sabes que siempre eres bienvenido– se acercó a mis labios donde me besó de forma dulce antes de caminar al cuarto de baño de nuestra habitación.

–Joder...– suspiré viendo su cuerpo alejarse de mí, que ganas tenía de entrar a la ducha con él y jugar un poco, no obstante, tener un hijo pequeño que no quiere dormir te quita aquel privilegio– ¿no quieres dormir, mi amor? –le pregunté sentándolo en mi abdomen, este se llevó las manos a la boca en respuesta– tus papis quieren jugar ¿Por qué no te duermes? Ya es tarde– Hikaru miró hacia otro lado– oye jovencito, mírame cuando te hablo– sonrió sin mirarme– oye– insistí riendo por sus acciones– eres tan lindo– lo recosté en mi pecho.