Capítulo 15

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-¿No sabéis controlaros? ¿Qué os ocurre? Somos los anfitriones, comportaros como tal. – Björn alzó la voz, intentando llamar la atención de los dos que aún seguían alterados.

-Ubbe se lanzó contra mí. – Hvitserk gritaba mientras se limpiaba la sangre que caía de su labio. – Debía responderle.

-¿Qué ocurre? – Ragnar posó su mano en el hombro de su hijo y le obligó a mirarle.

-Él lo sabe perfectamente... - Ragnar cerró los ojos y suspiró.

-Sé que no tenéis porqué escucharme, lo comprendo, os abandoné... - Ragnar miraba fijamente a Ubbe. – Pero creo que sé el motivo de vuestro conflicto... - Miró a Hvitserk, quien estaba apretando los puños. – Hay otros modos de solucionarlo... Sois hermanos, hablad... Os entiendo, en vuestra situación haría lo mismo... - Una triste sonrisa apareció en el rostro de Ragnar. – Pero no puedo permitir que os matéis por esto... No puedo permitir que mis hijos se dividan...

Ligia se despertó con la luz del sol, miró a su lado, Parténope seguía durmiendo en su cama, aún había pocas personas en la calle, Ligia se vistió y salió en silencio, intentando no despertar a su prima. Caminó hasta el lago, dejando la ropa colgada de una de las ramas de un árbol y caminó hasta el agua. El frío recorrió su cuerpo, algo que agradeció, hundió la cabeza para lavarse ligeramente el cabello, pero una extraña sensación le hizo girarse para encontrar unos ojos mirándola.

-No quería...

-¿A qué has venido?

-Te vi salir... Quería hablar...

-Ya estamos hablando.

-Quería disculparme... Yo... No debí...

-Pero lo hiciste.

-Me estoy disculpando...

-¿Y eso lo arregla todo?

-Yo... Lo siento...

-Toma esa rama. – Ligia señaló a una pequeña rama que se encontraba a los pies de Hvitserk, quien se agachó para cogerla. – Pártela a la mitad.

-Pero...

-Pártela. – Hvitserk rompió sin mayor dificultad la rama. – Discúlpate.

-¿Qué?

-Discúlpate con la rama... Por partirla. – Hvitserk suspiró pesadamente.

-Lo comprendo... - Dejó caer los trozos al suelo mientras se alejaba del lago.

Tras unos minutos, Ligia volvió a vestirse y regresó a Kattegat, camino a su casa, debía hablar con Parténope sobre el viaje, al entrar ya se encontraba despierta.

-No debiste beber... No estás acostumbrada... - Ligia miró el rostro de su prima mientras dejaba su capa sobre la silla.

-Lo sé.

-Tenemos que hablar sobre el viaje. – Ligia se sentó junto a Parténope. – Anoche hablé con Björn, me pidió que partamos con ellos, para guiarlos en su viaje. – Tomó una manzana de un cuenco en la mesa. – Le dije que te lo comentaría. Tú serás la más afectada si retrasamos el viaje, tú decides.

-¿Cuánto retrasaríamos el viaje?

-Ondina ya eligió a las guerreras, ya tenemos el barco, partiríamos en un día... Lo que tardásemos en preparar las provisiones y el equipaje... Pero si los acompañamos... Partiríamos en una semana, quizá cinco días...

-Bien... Me gustaría partir cuanto antes, pero levantaría sospechas... Quizá por vuestro bien deberíamos retrasar el viaje y partir con ellos.

-De acuerdo, informaré a Björn. – Se levantó colocándose su capa. – ¿Sabes que esto supondrá que no podremos transformarnos durante el viaje? Al menos no de día...

The soul of the seaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora