Puedo ser lo que tú quieras que sea

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Pov Poché

-Poché...- dijo Calle, le levanté la mirada y noté su rostro mojado, se le estaba derramando algunas lágrimas.

-Yo... Lo siento.- no sabía qué decir, pensé que había sido por mi declaración y me entró una sensación de miedo horrible.

-Cuando era pequeña me gustaba una niña, la veía todos los días en la clase, en el patio la observaba a lo lejos, le envié cartas y las pasaba por su taquilla, siempre desde el anonimato, hasta que un día me vió poniéndole una carta, yo no me había dado cuenta ese día, pero tuve un presentimiento.- dijo pausadamente.

-Al otro día cuando abrí mi taquilla tenía una carta, de ella, y se resumía en que nos viéramos a las 5, (cuando se terminaban las clases) detrás del colegio.
Con mucho valor decidí ir, fuimos y me di un beso con ella.- lo recordó con una sonrisa, algo que me molestó poquito, pero seguí escuchando.

-A la siguiente semana al abrir mi taquilla tenía muchas notas diciéndome "zorra" "lesbiana" "guarra" y muchas más.
Al principio no me importó porque yo lo que quería era estar con ella, sin importar la opinión de la gente, crucé el pasillo del colegio y la vi que estaba en su taquilla, revisando notas que seguramente debían ser las mismas que las que me habían puesto recientemente en la mía.-dijo recordando con rabia.

-Estaba llorando así que me acerqué para consolarla y decirle que todo estaría bien, pero se apartó de mí y empezó a gritarme cosas que después se arrepentiría. Se fue corriendo y me dejó, nunca más volvió a ese colegio, yo no volví a verla, se rumoreaba que sus padres la habían cambiado de colegio. Nunca supe la verdad.- dijo algo confusa.

-Desde el día que se fue hasta el último que me quedé en ese colegio, todos los niños me miraban mal, me empujaban, me seguían dejando mensajes en la taquilla 4 veces al día y en el comedor me sentaba sola. Entre todo eso fue cuando mi mamá se fue al cielo, y yo no podía más entre todo.- dijo, y pude notar cómo su voz se quebraba.

-No comía, sólo estaba en la cama queriendo dormir por años y no iba al colegio, a todo esto, mis notas obviamente empezaron a ir de cuesta para abajo, mi papá estaba devastado también y no hablábamos de nada, ni nos cruzábamos por los pasillos de esa grande casa en la que vivía.- dijo, «realmente sí se veía muy triste» -pensé

-Duramos meses hasta que yo alcé la cabeza sabiendo que la vida seguía y que por muy triste que sonara, no podía quedarme simplemente en la cama llorando 24/7 por una persona que ya no está físicamente, sé que mi mamá no hubiese querido eso para mí, ni para mi papá.- dijo al final con una sonrisa triste y las lagrimas amenazando con caer.

No sabía que decir, no tenía palabras así que sólo la abrace.- Daniela, pase lo que pase, siempre voy a estar contigo.- dije haciendo énfasis en "siempre".

-Poché, yo te amo, ¿qué digo? Estoy loca por ti, pero..- ya sabía que algo malo venía.- no estoy preparada aún para tener una relación formal con nadie, no estoy preparada para decirle a mi familia "miren esta es mi novia, soy homosexual". Poché dame m..- la interrumpí sabiendo lo que iba a decir.

-Calle, tranquila, yo te esperaré lo que haga falta, sólo quiero que sepas estoy aquí, y si no me quieres como pareja, estaré como tu amiga, porque te amo infinitamente, siento que nuestras almas están conectadas desde alguna vida pasada. Y si necesitas a una amiga, que sepas que aquí la tienes.- la abracé y con dificultad pude escuchar un gracias que salían de sus labios.

Duramos mucho tiempo abrazadas y diciéndonos cuánto nos amábamos, de un momento al otro vi como Calle quitó su mirada de mis ojos, hasta mi boca, seguidamente hice el mismo acto.

Estábamos acercándonos cada vez más, hasta que noté su punta de la nariz rozando con la mía, estábamos a pocos centímetros hasta que nuestros labios se juntaron, era un movimiento con sensibilidad pero a la vez amenazador y necesitado. Tomó mi mejilla y me empujó hacía ella con la otra mano. De un golpe, hice que quedara encima de mi regazo, volvimos a juntar nuestros labios, esta vez con algo más de necesidad. La acosté sobre el asiento del coche y me coloqué encima de ella, volví a atrapar sus labio, sus manos se posaban: una en mi espalda, y la otra en mi mejilla.

-Poché, te amo.- dijo con la respiración acelerada. Decidí no decir nada, solo le dediqué una sonrisa que decía más de mil palabras, que con la poca luminosidad alcanzó a ver, sus ojos brillaban y su cuerpo pedía que continuara con lo que estaba haciendo.

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Hola :)

Quiero decirles que ya estoy en vacaciones y que actualizaré más seguido, eso significa que ya habrá maratón, cuándo lo quieren? Sean coherentes xd

Los amo❤️

La música une a dos almasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora