La noche anterior había puesto la alarma a las ocho de la mañana, quería descansar, pero también quería levantarse temprano para ver si este deseo se cumpliría.
Había estado tranquila porque si había despertado siendo un chico de 17 años, por qué no habría de despertar ahora con su nuevo deseo, como una chica otra vez? Lo había pedido con más fuerza, así que tenía que volver a la normalidad, no?
Aún tenía los ojos cerrados, temía abrirlos, así que siguiendo la canción que tenía como despertador, dio un ligero toque en la pantalla para callarlo. Sabía que en algún punto de la mañana tendría que cerciorarse de que todo estuviera como antes, que sus pechos estuvieran bajo la camisa de dormir, que no tuviera que orinar parada, le parecía tan antihigiénico agarrarlo que a pesar de lavarse las manos no quería después comer con ellas a menos que fuera con cubiertos.
Bajó las manos poco a poco hacia la parte que más le interesaba, pero antes de llegar se detuvo. Vamos Jennie, tú puedes hacer esto. Pero y si sigo siendo hombre? Qué voy a hacer con Naiby, con la escuela, con mi vida! Shh tranquilízate y ve si lo sigues siendo o no. Volvió a bajar las manos y ahí estaba… lo que no quería que estuviera.
-No, no, no , no, nooooo!-. Quienes dormían en la otra habitación escucharon los gritos graves en la de Jennie. Adivinaron en seguida que el deseo esta vez, no había funcionado.
La puerta se abrió de golpe, revelando a un moreni bastante molesto viéndose al espejo –No, no, no, no, no!-. Seguía gritando; luego comenzó a caminar en círculos por la habitación, pareciendo un león enjaulado. Se llevó las manos a la nuca, entrelazándolas ahí. Luego comenzó a llorar y se sentó en la cama con la cara entre las manos.
-Qué voy a hacer Jisoo?-. ambas se sentaron a su lado y lo abrazaron –Qué va a pasar con mi vida?!-.
-Pensaremos en algo Jennie-. Dijo Rosé, sobándole la espalda cariñosamente.
-No… no sé qué vamos a hacer chicas… que… qué se supone que haga de ahora en adelante?-. su voz entrecortada por las lagrimas, era tan extraño escuchar su voz de hombre quebrada por el sentimiento.
-Vamos, ponte unos pantalones de mi hermano y una playera e iremos a tu casa-. Jisoo se levantó y le dio un golpe en la rodilla –Anda, vístete-.
-Estas loca? En mi casa está mi madre, cómo vamos a entrar sin que me note? Y para qué ir a casa?-.
-Para contarle a tu madre lo que está pasando Jisoo, necesitamos hacer un plan junto con ella, habrá formas de que entienda de que su hija se ha convertido en chico-. De sólo pensarlo comenzó a temblar.
-No, no es una buena idea chicas, es… es imposible… no, no… no quiero ir-.
-Tenemos que ir Jen, es la única manera, no puedes vivir en mi sótano ni en el de Rosé y definitivamente no a todo lo que te cruce por la mente; Naiby tendrá que ayudarnos en esta, te la debe-.
-No lo hará Jisoo, yo conozco a mi madre, no lo hará-. Ambas lo jalaron de los brazos.
-Por favor Jen, eres demasiado pesado para las dos, ayúdanos aquí, si?-. Seguían jalándolo pero ella… bueno él, se hacía más pesado.
Diez minutos más tarde, Jennie iba en el asiento trasero con los brazos cruzados y un puchero de berrinche en la boca. No era un buen plan, pero era el único hasta ahora y era verdad, Naiby se lo debía; así que buscaría una solución en su madre.
-Quita ese puchero Jennie, si vas a ser hombre por más días necesitas verte varonil y eso definitivamente no te traerá chicas-.
-No pienso en chicas en este momento Jisoo, es… argh-. Volvió a cruzar los brazos y no dijo más. El camino a casa fue difícil, iba moviendo la pierna nerviosamente y mordiéndose las manos en la parte de los nudillos.
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Cuidado con lo que que Deseas Jennie Kim
FanficJennie ha estado deprimida por varias razones: Ella, Roger y Lisa; así que Jisoo y Rosé decididas a subirle el animo, la invitan a pasar una noche de alcohol y canciones. A las 11:11 p.m las tres piden un deseo; pero a Jennie se le cruzan los pensam...