Lavándome el ano me acuerdo mucho de ti. ━━ Weishin

Único.

Jinhyuk se encontraba esperando a Wooseok en las gradas frente a la gran cancha de fútbol. Llevaba ahí media hora por lo que decidió irse a sentar y observar el entrenamiento de su amigo. Habían quedado en juntarse en la casa del rubio, así que Jinhyuk terminó esperándolo para poder irse juntos.

—¡Hey, Jinhyuk! —Wooseok al divisar al castaño se acercó a las gradas corriendo con su mochila, listo para irse con él.

—Oh, por fin saliste. —El más alto se puso de pie y comenzó a bajarse de las gradas.

—¿Esperaste mucho?

—No, en realidad llegué hace poco. ¿Cómo te fue en el entrenamiento? Te vi anotarle una a Gyujin. —Jinhyuk dijo con una sonrisa. No era nada nuevo que Wooseok fuera un gran delantero de la selección de la escuela, pero tenerlo de amigo y poder presumirlo a todos era genial.

—Igual que siempre, Gyujin se excusó diciendo que estaba distraído porque últimamente pensaba demasiado en una persona, luego todos comenzaron a hacerle burla y se puso rojo como un tomate. —Wooseok se río al recordar aquella escena.

—¿Él que tiene cejas grandes? —El otro asintió y Jinhyunk comenzó a reírse con la imagen mental.

Ya iban saliendo por las puertas traseras de la escuela camino al departamento de Wooseok.

—¿Y a ti?

—¿Qué?

—¿Qué estupideces hiciste en básquetbol?

—Qué no hice. —Jinhyuk de pronto se vio emocionado—. Primero el entrenador recibió una llamada y se fue repentinamente diciéndonos que lo esperáramos, así que Jihoo el líder, nos dividió en dos equipos y jugamos al estilo callejero. Hubieras visto la cara de Sunyoul, ¡estaba completamente asustado de que le fuéramos hacer faltas! —El castaño comenzó a reírse de aquel chico asustadizo de su selección.

—¿No es el chico al que la mamá de Hwanhee confunde con una chica?

—Ese mismo, fue divertido pero luego dejé de reír porque decidió no jugar.

—Ya veo, he escuchado su voz y pienso que debería estar en canto, suena a que es algo más de su estilo.

—Tienes razón. —Dijo Jinhyuk pensativo para volver a su día—. Y no creerás lo que pasó al final.

—¿Qué? —Wooseok lo vio curioso, el tono de voz del castaño se había vuelto más emocionado que antes.

—Somi, la chica que va un grado más adelantado que nosotros me dio su número de teléfono, y no creerás lo que viene después.

—¿Tienen ya una cita para hacer el delicioso? —Dijo Wooseok sin tanto interés, no es como si fuera nuevo que Jinhyuk fuera popular entre las personas.

—La rechacé. —Jinhyuk hizo una sonrisa de esas que solo Wooseok podía descifrar, una llena de triunfo y confianza de sí mismo, algo bastante arrogante pero era una de las cosas que más le gustaban de él.

—No jodas Jinhyuk, estás bromeando ¡Dime que estás bromeando! —Wooseok se detuvo en medio del camino y tomó a Jinhyunk por los hombros mientras que lo sacudía fuertemente.

—No, no estoy bromeando. —Y Jinhyuk volvió a sonreír—. ¿Por qué tanto interés? ¿acaso querías su número?

—¡Por supuesto! —El rubio se apartó y comenzó a hacer movimientos dramáticos de esas novelas judías que veía su mamá—. ¡Se lo pudimos haber vendido a Hwanhee que está obsesionado con ella! ¡Acabamos de perder millones!

Tomó unos segundos para que los dos se comenzaran a reír del dramatismo que había hecho Wooseok, ellos dos se reían de cualquier babosada que hacía el otro. Aunque fuera un tanto vergonzoso para ellos mismos y los que los miraban al rededor.