꒰ O3 ꒱

733 74 15
                                    

[En algún lugar ; 21:07]
2 de enero

--¿Has pensado en nuestra oferta?-- Preguntó la mujer.

--¿Cuál de todas?-- Llevaba tanto tiempo sin comer que se le mezclaban los recuerdos más recientes desde que estaba en aquella habitación.

--Testificarás en contra de Kim Wonmin en el juicio.

La observó de arriba a abajo en unos segundos. Su reloj era caro y su traje, de marca. Estaba claro que tenía dinero, y por tanto, algo que perder. Miró sus manos. No tenía anillo; o estaba divorciada o nunca se había casado.

Un momento.

Se fijó bien en su dedo anular y descubrió una marca blanca al rededor de su dedo. Sí tenía anillo, sólo que no lo llevaba puesto. Esa marca blanca contrastaba con el color de su piel. Intuyó que habría estado de vacaciones recientemente en algún lugar caluroso y soleado.

Descubrió en su níveo cuello una marca violácea, que se notaba reciente. Tenía un amante en el trabajo, estaba seguro.

--¿Vas a hablar?

--Cuando me han traído aquí, han dicho que eran fiscales. Si eso es cierto, todo esto es compra de testimonios, lo cual es ilegal. Si no son fiscales reales, esto es un secuestro, puesto que según su reloj, llevo aquí unas treinta horas. Por cierto, lo de mantenerme encerrado y con nada más que un vaso de agua durante treinta horas no juega en su favor, señora Park.

Park. El chico que se presentó en su piso el día anterior se apellidaba Park, y ella era exactamente igual que él. Eran hermanos, seguramente.

--Veo que has estudiado, enhorabuena.

--Gracias. Ahora, deme motivos por los que debería aceptar su oferta.

--Fácil. Kim Wonmin ha hecho daño tanto a ti, como a mí, como a sus amigos.

--Es cierto. Por esos motivos declararía en su contra sin necesidad de todo este jaleo, pero usted necesita asegurarse. Probablemente me hará mentir en el estrado, ¿No es así?

El semblante de la señora Park se notaba exasperado. --A ver, niño, deja de jugar a ser policía. Harás lo que te digamos o no saldrás de aquí.

--Pues espere sentada entonces.-- La mujer presionó los labios. Chan alzó el mentón, había ganado una batalla, pero no la guerra. Seguía allí encerrado.

Esperaba que Jeongin se hubiera preocupado y hubiera denunciado su desaparición, aunque sabía que tardarían en encontrarle. Dudaba que siguiera en Seúl incluso.

[Piso 2 de la tercera planta, Calle de los Maquillajes n° 79, Seúl ; 18:57
19 de marzo]


--I want to break free!-- Cantó con su característico acento australiano mientras pasaba la aspiradora por el salón. Le daba la sensación de que a más alta estuviera la música, más limpia quedaba la casa.

Estaba feliz. Ya tenía todo preparado para el cumpleaños de Hyunjin, iba a ser maravilloso. Además, el examen de esa misma mañana le había salido genial. El único problema era que Hyunjin no estaba en casa, pero lo demás era todo perfecto.

Hwang había ido al psicólogo con Seungmin aquella tarde de lunes. Justo hacía un mes que el juicio había concluido, y desde ese día, Seungmin estaba... diferente. Parecía un nuevo Seungmin. Ya no tenía pesadillas tan frecuentemente y eso era un completo alivio. En cuanto al amor, seguía trastornado, pero estaba seguro de que saldría de esa, sólo era cuestión de tiempo.

Una vez Felix terminó de hacer limpieza, tareas y últimos preparativos para el cumpleaños, comenzó a hacer la cena, japchae.

Puso los noodles a hervir y cortó las verduras en tiras finas. Al cabo de un rato, escuchó el sonido de las llaves en la cerradura, era Hyunjin.

--Eso huele que alimenta.-- Murmuró el coreano.

--Hola. ¿Qué tal Seungmin?-- Preguntó cuando Hyunjin entró en la cocina y se sentó sobre la encimera, como solía hacer.

--Está bien, ya no tiene que tomar pastillas.

--Qué alegría.-- Sonrió sin quitar la vista de la olla mientras la removía para que no se pegaran los fideos. --¿Y tú?

--Bueno, no me puedo quejar. Llego a casa con la limpieza y la cena hecha...

--Y con un novio genial.

--Y con un novio genial, efectivamente.

--Hablaba por mí.

--Lo sé.-- Felix le dio con la cuchara en el hombro ante esa respuesta.

--Te acabas de quedar sin regalo de cumpleaños.-- Se hizo el ofendido. --Pon la mesa o no cenas.

--¿Qué pasa? ¿Te ha venido la regla?-- Bromeó.

--Y hoy duermes en tu cama.

--Allá tú.-- Respondió con indiferencia, siguiéndole la corriente y haciéndose el ofendido también.

Cenaron en silencio y de mala gana, evitando la mirada del otro y riendo por dentro al ver sus caras de falsa indignación.

Recogieron, cada uno su plato. Hyunjin comenzó a fregarlos y Felix se sentó sobre la encimera, justo donde se había sentado el mayor previamente.

--Bueno, ya, ¿no?-- Inquirió Felix. Demasiado silencio.

Hyunjin cerró el grifo y, aún con las manos mojadas, agarró el cabello de Felix y lo besó profundamente durante unos segundos.

--Ahora atrévete a decirme que duerma en mi cama.-- Susurró a dos centímetros de distancia de sus labios.

--También tienes el sofá.-- Respondió él en el mismo tono y lo empujó hacia atrás.

Sacó su móvil del bolsillo de su pantalón y miró la hora; 23:56. Bajó de la encimera en silencio y se dirigió al salón para encender el altavoz y conectar su teléfono a él.

Una música suave y lenta comenzó a sonar. El volumen estaba bajo ya que no querían molestar a los vecinos.

Se volvió a dirigir a la cocina y tomó la mano de Hyunjin, lo condujo al salón y el mayor captó la indirecta. Rodeó el cuello de Felix con los brazos, apoyando sus codos en los hombros del contrario y dejando sus manos caer mientras él rodeaba su cintura y comenzaban a bailar lento.

--¿Se te ha pasado el enfado?

--Te lo dejo pasar porque bailas bien.-- Masculló el menor y recibió un beso en la frente a cambio.

La canción terminó. Felix se separó de Hyunjin y éste a su vez se sentó en el sofá. El australiano sacó una cinta roja de un cajón y se la ató al cuello de forma suelta, con un lazo.

--¿Y eso?

--Feliz cumpleaños.-- Y se abalanzó sobre su novio, devorando sus labios, acariciando su pelo, marcando su cuello.

Sin duda, ese sería el mejor cumpleaños de Hyunjin.
















Felix año bbs💘

꒰ it hurts so bad ꒱ 𝘴𝘵𝘳𝘢𝘺 𝘬𝘪𝘥𝘴 ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora