Cerré mi libro de historia, el periodo de clases había concluido finalmente, pero a diferencia de otros días no quería ser la primera en salir de ahí. Aun me encontraba en un estado de shock después de lo que ocurrió ayer, apenas descubrimos el secreto de "la vigía del bosque" ocurrió lo inevitable, me desmaye al igual que Adam.
Me desperté en mi habitación, por lo que Amber me dijo llegue en una especie de transe, la verdad ni yo misma se como me levante y camine hacia mi habitación.
-Iris- una voz me saco de mis pensamientos. Eleve mi mirada topándome con la profesora de ciencias -¿estas bien? La campana sonó hace varios minutos, tus compañeros ya salieron- me miro la mujer pelirrojo y de ojos verdes.
Mire a mi alrededor notando que era la única loca en mi lugar y sentada, Adam no compartía esta clase con migo, siendo la única en la que estábamos separados.
-perdón estoy distraída- me levante colocando mis libros en pila y cargándolos en mis brazos.
Uno de los libros se deslizo y callo de nuevo en la mesa, suspire cansada, sin duda alguna hoy no era mi día, llevaba toda la mañana tratando de prestar atención pero por mas que yo lo intentara tenia la imagen del fantasma en mi mente.
-¿te interesa la historia?- me pregunto la profesora elevando el libro que tenia en sus manos. La torpe de mi había tomado por accidente el libro de la biblioteca que hablaba sobre la familia real, y era el mismo libro que se había caído de mis brazos -escuche por Amber que eres muy buena en historia, incluso mas que en ciencias- me entrego el libro mientras continuaba hablando -no lo creí al principio, eres mi mejor alumna, pero vi cuando el profesor Víctor Valdor estaba revisando sus exámenes, fuiste la única que tuvo todas las respuestas correctas- termino de hablar.
Sonreí al escuchar sus halagos a mi inteligencia.
-la historia me interesa mucho- admití orgullosa -me encanta saber de los demás- exprese mi sentimiento por la materia.
-¿que hay de tu propia historia?- me cuestiono.
No era la primera vez que alguien me hacia esa pregunta, en el pasado mi madre he incluso Adam me habían preguntado el porque no contaba mi historia y si la de los demás.
-no creo que me haya sucedido algo increíble para contar- confesé -pero si un día ocurre algo le prometo que lo escribiré en un libro-
Me despedí de la profesora una vez que llegamos a la puerta del aula. Ella se dirigió a sala de maestros y yo vi a Adam al lado contrario del pasillo.
-¿qué tal tu día?- me pregunto apenas me vio llegar hacia él. Tenía una grandes ojeras producto de que no había podido dormir después de lo que ocurrió anoche -espero que sea mejor que el mío- suspiró.
-algo así- incline mi cabeza hacia atrás para quitar un poco el malestar en mi cuello -no puedo quitarme lo que ocurrió ayer... Lo pienso y tengo mil y un preguntas- suspire mientras me acercaba a la pared para dejarme caer de espaldas.
El pasillo se quedo en silencio, aparte de que la gente ya no caminaba por el extenso pasillo, Adam y yo nos habíamos quedado en silencio completamente.
-¿crees que aun este ahí?- preguntó.
Sabia que se refería al fantasma en el salón de baile del ala oeste.
Pensé unos segundos, existía la probabilidad de que aun estuviera ahí, creo que después del susto de anoche ya nada podía asustarme más. Eso creó.
-vamos a ver- hable mientras emprendía el camino rumbo al ala oeste.
Con cada paso que daba sentía las mariposas en mi estómago volar mas rápido, ¿estaba nerviosa? Me sentía como si fuera a presentar el examen de mi vida.
Y una vez mas, habíamos llegado a ese gran salón abandonado. Tome la mano de Adam con la intención de tomar fuerzas, pero Adam estaba peor que yo, incluso ya estaba pálido y temblando. Mientras mas nos acercábamos podíamos distinguir la melodía de un piano, la misma que con anterioridad habíamos escuchado.
Asomamos la cabeza dentro de la gran biblioteca y vimos al mismo fantasma de espaldas tocando el viejo piano, ahora podía confirmar que se veía de color era gris de manera que no había colores en ella, sus cabellos flotaban como si estuviera en agua y no tocaba el suelo. La chica dejo de tocar el piano y nos miro por enzima se su hombro izquierdo sonriéndonos.
-díganme que esta vez no van a desmayarse por favor- su voz sonaba fina, se levanto del piano y comenzó a flotar en nuestra dirección.
Aun no asimilábamos que teníamos a un fantasma frente a nosotros, pero ella no parecía sorprendida o incomoda con nuestra reacción, mas bien parecía que le causábamos gracia.
-...¿tu... eres Asia?- fue todo lo que pude decir.
nuevamente ella siguió acercándose a nosotros, cuando la tuve tan cerca vi a través de sus ojos, extrañamente tenia un brillo especial. Comencé a sentir cierta confianza y solté la mano de Adam poco a poco.
-si- respondió alegre -tu debes ser Iris- asentí con la cabeza -y tu debes de ser Adam, lamento haberlos asustado la primera vez-
ahora lo recordaba, la primera vez que la vimos se nos apareció de la nada y con la misma desapareció, no conforme con eso nos había saludado.
-¿como no íbamos a asustarnos? nos saludo un fantasma- hablo algo sarcástico mi acompañante.
Asia rio suavemente ante el reclamo de Adam.
-me disculpo por eso- hablo de una forma educada - pero hace años que no veía rostros nuevos por aquí-
Comenzó a flotar por la habitación colocándose debajo de la luz que entraba en el lugar haciéndose un poco mas transparente.
-¿llevas mucho aquí?- pregunte curiosa sin quitar la mirada de ella.
-no lo se- admitió -para mi el tiempo no pasa, los días para mi son horas-
era de esperarse, no se como midan el tiempo la gente que ya no respira en este mundo pero que sigue aquí.
-disculpa que lo pregunte pero ¿Qué haces aquí?- retome la conversación luego de unos momentos en silencio -es decir, ¿por qué sigues en este mundo? ¿no deberías estar en paz?-
Alguna vez mi madre me dijo que los fantasmas son en realidad las almas de personas fallecidas que buscan la paz y están atadas a este mundo porque tienen algo aun por hacer. Si ese era el caso de Asia, solo quiero saber como ayudarla.
-por que aun no a sido resuelto el misterio de mi muerte- hablo en un tono triste y flotando aun mas alto que antes, rebasando nuestra altura, llegando a casi tocar el techo -hasta que mi asesino no admita su crimen no podre descansar- termino su explicación.
camine hasta llegar debajo de ella, a pesar de que no me mirara a la cara.
-¿quien fue?- pregunte -¿como moriste Asia?-
la chica comenzó a descender de cabeza y se detuvo cerca de mi rostro aun con su cuerpo hacia arriba, analizo mi rostro con cuidado antes de hablar.
-no lo se- respondió -soy un fantasma con amnesia- termino.
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Rosas De Sangre
Fiksi IlmiahIris, es una estudiante de internado en transilvania, hogar de los vampiros, quienes han atormentado a los humanos desde hace 1600 años. Su desprecio y curiosidad hacia ellos la arrastran a escuchar las innumerables leyendas sobre los depredadores n...