Jasper

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Aquel cabello rubio desprendía un recuerdo lejano, nostálgico y amargo, pero no por ello, significa que Jasper no le tuviera un gran cariño a aquel pequeño, un sentimiento que pensó que alguien como él nunca podría tener.

Lo blanco de aquel lugar le daba una calma extraña, no había mucho que ver y eso le ayudaba en concentrarse en las cosas importantes, pero se mentiría si dijera que fue aquella la razón por la que terminó en Alaska.

Después de la derrota de su padre despertó en medio de la nada y sabía que se trataba de otra oportunidad, una nueva de iniciar o ser libre, pero en aquel momento no lo vio de esa manera, solo pensaba en que debía escapar antes de caer junto a todos los demás.

Siempre había sabido que Alaska le permitirá eso, un nuevo comienzo, después de todo, es el lugar donde uno iba a iniciar de nuevo, incluso se encontró una vez con uno de los hombres de Utonio, ambos decidieron ignorarse mutuamente por su propio bien.

Pasó los primeros meses en Soledad, en una cabaña que pudo comprarse con el dinero que logró tomar de las bases secretas de Utonio antes de que las descubrieran, se planteaba que sería de su vida y si podía tener una ahora que no sabía que haría, estaba algo nuevo y acababa de descubrir que aquello era uno de sus mayores miedos.

Después de decidir salir, su cabello largo se volvió y una barba le salió, el dinero se estaba por acabar y tenía que decidir que haría con su vida.

En un bar en el pueblo más cercano en medio de la nada conoció a Jess, una chica con un sentido del humor muy oscuro y que soltaba una gran luz que hizo querer al chico rubio acercársele.

Y a partir de ahí, el tiempo fue demasiado rápido, sin darse cuenta se habían casado, y las preguntas llegaron por lo que él tuvo que mentir y eso la calmó.

Con el fallecimiento del padre de Jess,la tienda de la familia fue pasada a ella por lo que ambos se encargaron, logrando hacerla crecer más que nunca e incluso pudieron abrir una segunda sucursal.

El tiempo pasaba y ya no era tan joven como en otros tiempos, las canas comenzaban a llegar.

Aún con los años que habían pasado, Jasper seguía pensando en su vida pasada que se sentía tan lejana que solo parecía tratarse de un sueño de la vida de otra persona pero sabía que era real, y que sería una carga con la que cargaría toda la vida y con los años que habían pasado sabia que era una carga menos pesada que nunca desaparecería por completo.

—¡Papá mira!— Con aquel grito de emoción del pequeño rubio que jugaba en la nieve, Jasper volvió a la realidad.

Pensó en su hermano menor, ese sujeto, había pasado por cosas peores que él pero había logrado sobrellevarlo y siempre ser la persona que quiso ser, a diferencia de él, cuando pudo entender todo eso supo que lo respetaba mucho por ello, y sabia bien que el cambio sucedió gracias a la chica rojiza que había logrado descongelar el corazón de su hermano como Jess lo había hecho con él.

Aunque sabia que era una tontería todo el tema del amor, era consciente de las cosas que este podía lograr.

Pensar en su hermano era raro, porque sabía que nunca se podría enmendar todo lo que había pasado con él ni tampoco cambiar el pasado, había sido una mierda y eso sería así para siempre , pero uno siempre podía volver a intentarlo de distintas maneras, el ser mejor.

—Joshua, la cena está lista, mamá me mandó a llamarte —Soltó Jasper
—Vamos a dentro,hijo mío.

Un padre encantador (Un darks encantador#3)Where stories live. Discover now