entre flores me hallaba, casi podía sentirme desvanecer con el toque de sus yemas sobre mí.
un jadeo estimulante para tu líbido fue el que detonó todo.aún con eso no paraste, no paraste a pensar si estabas haciendo lo correcto, si estabas siendo sincero contigo mismo.
yoongi, te juro que en mi vida me había sentido tan etéreo, como si estuviera levitando entre las nubes. jamás me había sentido tan precioso a través de unos ojos, tus ojos.
quiero creer que fue más que especial, más que un roce de pieles como función de experimento, de tener más experiencia, lo fue, estoy seguro.
creo que es de lo único que estoy seguro sobre ti, porque cuando te pedí que me miraras a la cara y me dijeras lo que sentías solo te reíste, solo reíste a carcajadas sosteniendo tu estómago. te reíste hasta que caíste al suelo, llevando tus piernas a tu pecho, tu rostro que no me miró sólo una vez escondido entre tus piernas. un sollozo tras otro amortiguados, silenciosos pero perceptibles a mis oídos.
frágil y pequeño te mirabas, tan frágil que tuve que sostenerte entre mis brazos para que lloraras y sacaras todo de tu sistema.sin embargo, como no estaba seguro de nada contigo, al día siguiente, después de que hicimos el amor, tú ya no estabas en la misma habitación que yo, nada, había nada conmigo mas que las sábanas manchadas de nuestros fluidos, mas que mi roto amor.
— hey, yoongi hyung, ¿qué tal todo?
un inteligente y apuesto chico se nos había acercado cuando íbamos uno a lado de otro, sonreíste tan preciosamente mientras llevabas una de tus manos a tu nuca.
— namjoonie, wow. ¿cuánto tiempo, no?
el chico alto sonrió mientras asentía, luego me saludó cordialmente.
— oh, mucho gusto, soy namjoon.
sonreí de vuelta, diciendo mi nombre para presentarme.
la plática era amena, me enteré que tú solías componer, que solías hacer batallas de rap en tu adolescencia y que junto a nam tuvieron tantas aventuras. yo estaba ahí, riendo ante las locuras mencionadas y de vez en cuando, mirándote a ti, admirando tu sonrisa cálida y tus muecas por las burlas de namjoon hacia a ti.
entonces namjoon preguntó:
— ¿qué es jeongguk de ti?
— un amigo —contestaste tú.
dejé pasar aquella ocasión, no dije nada y sólo hice una mueca en mi interior. no sabes cuánto me arrepiento de no hablar hablado.
el silencio es un enemigo enorme, ¿sabes yoongi? es tan peligroso.
tal vez si hubiera hablado aquella vez no habría que tenido que aguantar las demás ocasiones.
el hubiera no existe.
estábamos en un parque, tus manos aferradas a mi cintura me aprisionaban contra un árbol, tu boca deseosa de probar cada rincón de la mía era una exquisitez, misma con la que el sol nos arropaba con pequeños rayos de luz, sobre mi rostro, el tuyo, nuestros labios.
te apartaste tan rápido que me deshabilité, tuve que sostenerme del árbol.
por detrás escuché unas risitas y volteé, eran dos señoras que venían hablando como cualquier persona normal. fruncí un poco el ceño porque no comprendí. cuando ellas se fueron tú volviste a envolverme con el calor de tus besos.entonces el patrón se repitió, te apartaste cuando alguien se acercaba, una y otra, y otra vez.
yoongi, los amigos no se besan en la boca.
la primera discusión había sido difícil, nos gritamos tantas cosas, nos hicimos tanto daño que tuve que irme de ahí para no gritar de la frustración.
aunque más tarde me llamaste, pidiéndome miles de perdón y yo yendo a tu casa.
había sido definitivo, quería acabar con tu mierda.
cuando entré a tu departamento te encontrabas besando a una bonita chica, ella sobre tu regazo mientras casi se arrancaba la ropa.
un jadeo mío sin intención llamó tu atención hacia la puerta donde me encontraba, tus ojos se habían agrandado y tu boca se abrió sin decir nada.
salí de ahí, sin hacer ruido ni un escándalo, solo di la vuelta y me marché.
— ¡jeongguk! mierda... ¡espera! —me sostuviste de los hombros tan fuertemente que tuve que empujarte, no sólo por el dolor físico, sino por la rabia que tenía conmigo y contigo.
— por favor, jeongguk. te lo suplico, yo-
— ¡¿tú qué?! —exploté—. ¡no me vayas a decir que es un amiga porque a la mierda contigo!
— jeongguk no, y-yo sólo no...
— ¿¡tú solo qué!? ¿ah? dime, atrévete a decírmelo.
— jeongguk tú y yo somos am-
— ¡no, amigos no! ¡los amigos no se besan, los amigos no se acarician! ¡los- los amigos no, no hacen...
y no pude continuar, no pude continuar porque me estabas besando con tanta fuerza, con tanta necesidad que yo correspondí con la misma energía.
cuando me estaba consumiendo más, te aparté.
— amigos no —susurré apoyándome en tu pecho, luego me marché.
al día siguiente de que te vi como un pequeño diente de león, cual frágil si alguien le sopla, cuando fuiste a mi departamento, cuando lloraste y suplicaste por mi cariño, después de hacer una vez más y por última vez el amor, el que se fue en ésta ocasión sin dejar nada más que una nota fui yo.
porque yoongi, los amigos no hacen el amor.