Cuento de Navidad ღ BaekHun

Cuento de Navidad

—¡No, no, no y no! ¡¿Cuántas veces os he dicho ya que no?! —gritaba un furioso Byun Baekhyun al interlocutor.— Me importa una mierda que sean pobres, que busquen un trabajo y dejen de pedir dinero de una vez. Ni se os ocurra volver a llamar —de manera estrepitosa colgó el teléfono mientras que un espectador se iba haciendo cada vez más y más pequeñito en su sitio, sin saber muy qué decir o qué hacer. Baekhyun apretó el puente de la nariz, estas fiestas le daban un dolor de cabeza horroroso. Cuando por fin decidió hacer caso al joven trabajador, dejó salir un suspiro de frustración—. Dime que no traes malas noticias, Sehun, que bastante he tenido ya con la estúpida ONG.

—Verá. . . —Sehun tragó saliva, a sus 22 años aún no era capaz de plantar cara a su jefe, y eso que solo se llevaban ocho años.— Como bien sabe, mañana es nochebuena.

—Por desgracia, sí. Continúa —el humor que traía el mayor complicaba mucho que Sehun reuniera coraje para hablar.

—Pues bueno. . . Sé que a usted no le agradan estas festividades. . . Pero mañana es Navidad y va a ser la primera vez que mis hermanos y yo la pasemos sin mis padres, así que me preguntaba si. . . Bueno, si no le importaría si me tomaba el día de mañana libre. . . —cerró los ojos, el joven Sehun sabía lo que se le avecinaba nada más ver la mirada que su superior le había lanzado.

El Señor Byun realmente odiaba la Navidad, era una época sin sentido en la que las personas se colocaban una careta falsa de amor y alegría, donde todos fingían ser las personas más afortunadas del mundo y donde no había ningún regalo malo. ¿De qué servía? De nada, porque entonces llegaba el día 26 y las tiendas se llenaban de personas qie venían a devolver lo que les habían regalado. Era una completa estupidez en donde lo único que se hace es gastar dinero, con lo preciado que es tener una buena fortuna. Pero la gente es así, prefieren vivir el la miseria "bien acompañados" a vivir rodeados de lujos ya que si no estarían "solos", absolutas chorradas, eso eran.

Tomó aire, Sehun era el mejor empleado de la empresa, tenía una asistencia perfecta, ni una sola queja por parte de sus subordinados y lo mejor de todo, no pedía un aumento de sueldo (que de pedírselo tampoco se lo daría pero lo bueno es que al menos ni lo intentaba).

—Sehun, Sehun, Sehun. . . ¿Cuánto tiempo llevas trabajando aquí?
—Tres años, señor.
—Tres años, exacto. Entonces deberías saber que las Navidades son una época de mucho derroche, ¿verdad?
—Sí, señor.
—Y que eso a las grandes tiendas nos viene muy bien, ¿verdad?
—Sí, señor.
—Y tú no quieres que yo pierda dinero, ¿verdad que no?
—En lo absoluto, señor.
—¿Entonces por qué estás perdiendo tu tiempo en pedir estupideces en vez de estar envolviendo regalos?
—Yo. . . —suspiró derrotado y se miró las manos, las tenía llenas de heridas por lo seca que tenía la piel, pero no tenía dinero suficiente para permitirse unos guantes.— Lo lamento, señor, no volverá a ocurrir.
—Más te vale, y solo por ser tú, únicamente te quitaré la paga extra de Navidad en vez de despedirte, eres mi mejor empleado al fin y al cabo.
—Muchas gracias, señor, es usted muy generoso —"y una mierda", eso querría decir el menor, pero bastante tenía con saber que no podría comprar las medicinas para su hermana. Abatido, el menor se fue del despacho para continuar con su labor y Baekhyun prosiguió haciendo el recuento de dinero de la empresa, este año habían sobresalido por encima de las demás compañías.

Horas más tarde, Baekhyun llegaba a su mansión, era una maravilla tener una casa tan grande para solo una persona; sin embargo, esa noche, no parecía ser el mejor lugar para estar, tenía la sensación de que alguien le estaba siguiendo, observando todos sus movimientos a la espera de que pasara algo. Le dio igual, realmente solo le importaba una cosa en este mundo al Señor Byun, su dinero. Con dinero se podía conseguir todo y más.