Capitulo 22.

2.9K 248 147
                                    




Jennie K.



Mire los ojos cerrados de Lisa y sentí su respiración pesada. Su cuerpo estaba entre mis brazos y nuestras caras frente a frente, casi podía sentir los latidos de su corazón contra mi pecho. Con las mejillas rojas, acomode su cabeza en mi pecho y acaricié con cuidado cada uno de sus cabellos claros.

— Yo estoy dispuesta a cuidarte, Lili. — Bese su frente para cerrar mis ojos y por fin dormir en paz.

Y si, dormí en paz. Eso hasta que sentí los gritos de los idiotas desde abajo.

Acomode a Lisa sobre las almohadas improvisadas y me levante rápidamente para evitar que hicieran más ruido, dispuesta a golpear un par de narices y dientes de paleta.

— ¡¿Porque mierdas hacen tanto rui...?! — Comencé a decir pero se me tiraron encima sin dejarme terminar mi dramática frase.

— ¡¿Donde está Lisa?! — Rose me tomó por los hombros.

— ¡¿La violaste?! — Siguió el idiota.

— Ganas no le faltan — Susurro Rose y la fulmine.

— Basta. Y dejen de hacer tanto ruido o la despertaran. — Los aleje de mi con cara de asco.

— ¿Porque secuestras a Lisa? — Pregunta Rose y la miro mal. — Dudo que quiera estar contigo.

— Si, eso. — Jungkook siguió a la rubia serio pero de repente empezó a reír a carcajadas mientras me señalaba.

— ¿Que te pasa, imbecil?

— Tu nariz... — Señaló la venda entre risas y rodé los ojos.

— Y pronto tendrás una igual, idiota.... — Me lance con el puño cerrado y él retrocedió.

Justo cuando mis nudillos iban a impactar su "precioso" rostro, un susurro me hizo detenerme.

— ¿Unnie? — Era Lisa bajando las escaleras y tallando uno de sus ojos.

— ¿Si, Lisa?

— ¿Como amaneciste, linda?

— ¿Todo bien, mejor amiga de la infancia? — Decimos los tres a unísono, y todos miramos extraño a Jungkook.

— Ni siquiera eres mujer. — Rose frunció el ceño.

— Nunca me han visto desnudó, así que quien sabe.

— Yo si — Dijeron Lisa y Rose al unísono con cara de asco.

— Seguro la tiene pequeña. — Rodé los ojos y Rose asintió disimuladamente.

— ¡Hey! Los Jeon somos poderosos y directos. — Se cruzó de brazos.

— Si, pero no de buen tamaño. — Rose dio unas palmaditas en su espalda.

— ¡Mi amigo es el cam...! — Comenzó a exclamar Jeon siendo interrumpido por la madre de Rose.

— Dejen de hablar de el tamaño del "amigo" — Hizo comillas con sus dedos — De Jungkook y vengan a desayunar.

Ryujin ya nos esperaba en la mesa comiendo un poco de té con pan y mantequilla.

— ¿Quien es el amigo de Jungkook? Mi amigo Soobin es más alto. — Murmuró inocentemente y todos compartimos miradas incómodas.

— No es ese tipo de amigos, Ryujin-ah. — Aclaró su hermana mayor tomando asiento a su lado.

— ¿Ah no? — Nos miró confundida.

— Oye, te tienes once. Comienza a crecer. — La señale con mi mano y todos me miraron mal.

— Jennie, ya cállate — Rose tomó su pan disimuladamente.

— Cállame — La rete.

— Basta, las dos. — Intervino esta vez Lisa, y como personas maduras que si somos nos quedamos en silencio.

— ¿Prefieren mermelada o crema de maní? — Preguntó la señora Park poniendo los dos envases sobre la mesa.

— Mermelada — Dijimos Jungkook y yo al unísono.

— Es mía, cara de rata. — Lo rete.

— Tonta, es mía. — Tomó el envase y logre arrebatárselo. — ¡Devuélvemelo! — Forcejeo.

— Basta. — Lisa nos detuvo de nuevo y tomó la mermelada para ella.

Suspire y tome la mantequilla de maní.

— Te odio — Murmuró Jungkook entre dientes mirándome.

— El sentimiento es mutuo, Jeon. Créelo.

(...)

— Es hora de que regresemos. — Dijo Rose mirando a su madre. Ella asintió y se acercó para darle un abrazo.

— Que tengan buen viaje — Se despidió de Lisa de la misma manera. Jungkook y yo hicimos una venia y Ryujin corrió a abrazar a Lisa.

— Necesitamos tener una sesión de baile juntas, unnie. — Sonrió y Lisa asintió.

— La tendremos.

Después de una larga despedida, todos nos dirigimos hacia nuestros vehículos.

— Lisa viene en el auto, Rose atrás y yo conduzco. — Jungkook señaló el auto de Lisa que todos los vecinos miraban con anhelo.

— ¿Y que te hace pensar que tú conducirás? — Rose le arrebató las llaves.

— Yo voy con unnie. — Lisa leyó mis pensamientos y me hizo sonreír cuando engancho mi brazo con el suyo.

— Pero es peligroso — Jeon intentó detenerla.

— Estaré bien.

— No soy una mala conductora, Jeon. — Rodé los ojos.

Jeon terminó por verse obligado a aceptar. Encendí mi motocicleta y dejé que Lisa subiera detrás de mi.

— Abróchate el casco, Lisa. — Se aseguró Jungkook antes de ir hacia el auto.

— ¿Me están obligando a tener un viaje completo con el? No es por nada, pero conduce como animal. — Señaló Rose sarcásticamente.

— Lo dice la que chocó su auto dos veces en una semana. — Jungkook rodó los ojos.

— Tsk, los semáforos se ponían en rojo antes de que pudiera verlos.

— Lo chocaste en un estacionamiento, Rosie.

— ¡Yah! Cállate, Jungkook. Sigo siendo mayor que tú.

— Como lo digas, noona — Le guiño un ojo y Rose lo fulmino con la mirada.

Lisa entrelazó sus manos en mi abdomen y acostó su cabeza en mi espalda.

— ¿Lista para el viaje, Lili? — Acaricie su mano y ella asintió.

(...)

Después de una hora y media de camino, habíamos llegado a la mansión Manoban. Apenas lo hicimos, la nana de Lisa nos abrió la puerta e hizo una venia.

— Tus padres están aquí, Lisa.

— Pensé que estaban en Manila. — Lisa le dio un abrazo a la ajhumma y fue la primera en entrar.

— Y no solo ellos, si no también su...

— Lisa, muñeca. Ha pasado tiempo desde la última vez que nos vimos. Lo mismo para mi bella hermanita, y la galleta. Luego está la drogadicta. — Todos giramos al sentir la mala vibra — ¿Me extrañaron?

¿Como no desearte? {Jenlisa} Donde viven las historias. Descúbrelo ahora