ETERNA LEALTAD

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Caía la blanca nieve con mucha suavidad sobre los árboles, parecían cientos de estrellas brillar en la noche, por doquier se escuchaban músicas navideñas, la noche buena se acercaba y todo era felicidad.
Camilo, un reno muy peculiar, por tener su nariz roja como un tomate, caminaba lentamente; pues fue herido por un cazador en una de sus patas, debido a ésto se asustó y se perdió alejándose de su familia.

Anduvo vagando por días, quejándose del sólo y preguntándose dónde estaría su familia, sin embargo no se detenía, el frío no podía penetrar su espeso pelaje, pero el hambre ya le pasaba factura, empezó a debilitarse

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Anduvo vagando por días, quejándose del sólo y preguntándose dónde estaría su familia, sin embargo no se detenía, el frío no podía penetrar su espeso pelaje, pero el hambre ya le pasaba factura, empezó a debilitarse.
Al detenerse a descansar, se encontró con Califá, un perro mal oliente y enfermo, quien no dudó en preguntarle por su herida, Camilo le contó lo sucedido, renegando de su suerte, mientras que el perro lo escuchaba.
El reno muy adolorido repetía que el humano que lo hirió lo separó de su familia y lo dejó sin poder caminar, ¡son crueles, qué culpa tengo yo de tener una nariz roja como un tomate!.

Califá se levantó lentamente, diciéndole que lo abandonaron cuando apenas era un cachorro, su dueño lo lanzó a la calle en una noche igual a esa, donde el frío y el hambre se clavaban en su frágil cuerpo y jamás ha dejado de mover la cola cuando l...

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Califá se levantó lentamente, diciéndole que lo abandonaron cuando apenas era un cachorro, su dueño lo lanzó a la calle en una noche igual a esa, donde el frío y el hambre se clavaban en su frágil cuerpo y jamás ha dejado de mover la cola cuando lo ve, espera pacientemente que lo recoja y lo lleve a casa, para cobijarse en la cama que él mismo le hizo.

Califá se levantó lentamente, diciéndole que lo abandonaron cuando apenas era un cachorro, su dueño lo lanzó a la calle en una noche igual a esa, donde el frío y el hambre se clavaban en su frágil cuerpo y jamás ha dejado de mover la cola cuando l...

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Califá le dijo a Camilo:
El cazador que te hirió, no lo hizo por tu nariz roja, lo hizo porque no tiene conciencia de lo que hace, no deberías guardar rencor en tu corazón, sino seguir caminando y encontrar a su familia.
Así fue, Camilo al escuchar a Califá, entendió su consejo y al pasar los días encontró a su manada, agradecido con el perro mal oliente sólo decía:
No todas las personas son malas, solamente les falta conciencia.

Así fue, Camilo al escuchar a Califá, entendió su consejo y al pasar los días encontró a su manada, agradecido con el perro mal oliente sólo decía:No todas las personas son malas, solamente les falta conciencia

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⏰ Última actualización: Dec 15, 2019 ⏰

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