NO LO PUDE EVITAR

Capitulo 3: Dolor en el pecho.

Al abrir la puerta no me esperaba encontrarme con tal escena, un chico de primer año que casi violan estaba enfrente de mí, no lo pensé dos veces y corrí para quitar al hombre de un golpe que estaba tocando al pobre chico.

─ ¡¿Qué creen que están haciendo?! ─grite exaltado mientras aquel chico que había golpeado se ponía de pie.

─Maldito… ─me dijo formando un puño en su mano mientras con la otra se tocaba la cara, se dispuso a pegarme pero su amigo se lo impidió y salieron ambos del baño.

─Esto no se queda así ─dijo antes de salir del lugar.

Apenas vi cómo se cerraba la puerta, mire al chico que estaba tirado en el suelo y me di cuenta que se había desmayado, tenía la respiración un poco agitada y un leve, pero notorio sonrojo en sus mejillas. Mientras quitaba la camisa de sus muñecas pude ver que estaban frías por la falta de sangre que no circulaba por ellas <<¡animales, como pudieron hacerle esto!, pobre chico>> pensé mientras subía sus pantalones notando su piel blanca, tan blanca como la nieve, y su piel no era lo único blanco, su cabello también era blanco y sedoso y tenía una cara muy linda, creo que es hermoso… <<¿pero que estoy pensando?>>…, bueno no importa; al fin y al cabo soy Bisexual, cuando ya le puse su informe, lo levante como princesa y lo lleve a la enfermería, por suerte no había nadie en los pasillos ya que se había acabado la hora del almuerzo y todos se encontraban en clases.

Al llegar a la enfermería  toque con un pie, puesto que tenía las manos ocupadas, la enfermera (única mujer en la institución pero lesbiana) abrió la puerta y al verme con el chico en brazos me dio espacio para poder pasar.

─ ¿Qué le paso? ─me pregunto la enfermera, mientras yo colocaba al chico en una de las camillas.

─Lo encontré desmayado en el baño ─mentí, no le iba a decir que casi fue violado en el baño.

─Está bien, dejémoslo descansar por ahora, tu quédate a su lado y espera a que despierte, cuando lo haga dele algo de comer, tal vez por eso se desmayó, yo tengo que salir a atender unos asuntos ─me dijo saliendo del lugar.

Me senté a su lado y me di cuenta de que se encontraba más relajada su respiración y el sonrojo que tenia se fue, me quede unos minutos mirándolo, y sentí un leve dolor en mi pecho <<¿Qué fue eso?>>, no le tome importancia y empecé a sentir los parpados pesados y poco a poco los fui cerrando.

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Cuando empecé abrir los ojos, mire la camilla y el chico no se encontraba en ella, mire a mi alrededor y no vi a nadie, mire el reloj que estaba colgado de la pared y me di cuenta que ya se habían acabado las clases, estaba tarde, salí de la enfermería y me dirigí al salón por mis cosas, iba caminando por solitario pasillo y escucho pasos detrás de mí, al voltear; veo al chico corriendo para alcanzarme.

─ ¡Espera! ─me dijo con la respiración agitada.

Al llegar, tomo aire para poder hablarme sin que le faltara; cuando ya estuvo más calmado hablo.

─Gr-gracias ─me dijo en un tartamudeo. ─Gracias por ayudarme y quedarte a mi lado ─me dijo con un leve sonrojo. ─Cuando desperté, te vi a mi lado y la enfermera me dijo que te dejara descansar ─<<lo mismo que me dijo a mi>> pensé.

─Ella me dijo, que comiera algo y fui a buscar algo de comer para ti y para mí, pero cuando volví no estabas.

Ahora que lo pienso, no pude comer mi almuerzo por estar con él en la enfermería, pero bueno, tampoco tengo hambre.

─Está bien, no te preocupes, como no te vi pensé que ya te habías ido ─le dije con una sonrisa a la cual se sonrojo. << ¿Por qué se sonrojo?>>.

─Bueno, ya me tengo que ir, cuídate de ser violado, como es un colegio de solo hombres, es muy probable que al ver una cara linda, pierdan sus estribos ─dije alejándome de él.

No dijo nada más y salí del instituto y Ken ya me estaba esperando afuera.

─Hola ken ─le salude dedicándole una sonrisa.

─Buenas tardes, joven amo ─respondió de igual forma.

Mire por el cristal de la ventana y pude ver una sonrisa en mi rostro, ¿Por qué estaba feliz?,  no lo sé, pero me siento bien, me siento… Ken, interrumpió mis pensamiento avisándome que ya habíamos llegado, le di las gracias y me dirigí a mi cuarto, no sin antes saludar.

Narra Akira:

Estaba muy apenado con aquel chico que me ayudo en el baño, hubiera querido que nadie hubiera visto eso, pero me sentí feliz que alguien haya venido por mi rescate; aunque no sé si fue por los gritos que solté o fue simple casualidad, el hecho es que estaba muy feliz, cuando hable con él, no pude preguntarle su nombre ni mucho menos en que clase estaba, espero volver a verlo, quiero conocerlo mejor, porque en aquel momento que lo vi durmiendo a mi lado no pude evitar sentir un dolor en mi pecho.