CAMILA POV.
Los únicos sonidos que se escuchaban en la habitación, eran sus jadeos y los míos, yo sentía que la cama se movía pero no lo sé, me concentraba más en los besos que mi prometida me estaba dando. Nuestras lenguas se encontraron rápidamente en un beso apasionado, me puse sobre ella sin dejar de besarla. Cuando dejé sus labios fui directo a su cuello donde besé y mordí a mi gusto, con besos húmedos.
Escuchaba como ella gemía y sentí que pasaba sus manos por mi espalda, levantando un poco mi camisa. Fui bajando de su cuello hasta sus senos. La ayudé a quitarse la camisa que llevaba y los besé tal y como a ella le gusta. Fui bajando más por su plano abdomen sin quitar una de mis manos de su seno izquierdo. Llegue hasta el broche de sus jeans y los abrí. Fui deslizándolos hasta sacarlos por completo. Admiré a mi mujer que estaba recostada apoyada en sus codos y mirándome con una mirada picara y moviendo su dedo en señal de que me acercara. No lo dude y me acerque. Fui recibida por sus suaves, carnosos y deliciosos besos, me tomó de la blusa que llevaba y la deslizo por mis brazos hasta sacarla. La volví a besar y tomé sus manos para que me ayudara a desabrochar mis jeans. Cuando los abrió, metió sus manos y masajeó mi trasero, la miré y ella bajó mis jeans y quedamos ambas en bragas y en sujetador.
Besé sus labios una vez más y la ayudé a que se acostara. Fui abriendo sus piernas hasta poder situarme entre ellas. Dejé besos alrededor de sus muslos, succionaba un poco su piel con cuidado de no lastimarla. Hasta que vi su parte femenina, aspiré su aroma, su delicioso aroma. Me acerqué y dejé un beso ahí.
No la quise hacer sufrir así que fui besando cada parte del cuerpo de mi novia, después escuchar sus jadeos, introduje un dedo en su interior y sentí como se contraía en mi mano. Me pegó más a ella e introduje un segundo dedo sin dejar de hacer mi trabajo ahí.
-¡Oh por dios, Camila! –Lauren tenía su espalda arqueada y soltaba gemidos.
-Hazlo, mi amor –le dije para que terminara y así lo hizo. No dejé ningún rastro de ella, y subí hasta sus labios así que ahora ella estaba probando su propio sabor. Me acomodé en sus piernas y ella me atrajo hasta ella para pegarnos más. Moví mis caderas lentamente contra las de Lauren y comenzó de nuevo. Estuvimos un tiempo así, moviéndonos y Lauren besándome mientras yo acariciaba sus senos que no me cansaba de sujetarlos con mis manos y masajearlos. Sentí como una corriente pasaba por mi cuerpo y sentí que Lauren me besaba con más pasión y casi quería que su lengua entrara a toda mi garganta. Ella estaba cerca. Y así llegamos las dos juntas, así de sincronizadas estábamos.
-Me vas a matar, mi amor –escuche su voz y sentí como el cuerpo de mi prometida temblaba junto al mío, ambas habíamos llegado deliciosamente.
-Quiero matarte de placer, bebé –me besó de nuevo y sentí como me giraba para quedar arriba de mí. Sus labios hinchados bajaron por mi cuello y sentí que succionaba mi piel haciendo que se me acelerara el pulso. Sentí que dejaría marca pero eso me gustaba mucho más, sus manos bajaban por mis senos y ella se apoderaba de cada uno haciéndome jadear. Fue bajando hasta llegar a mi centro sin despegar su mano de mi seno derecho, me acariciaba como si fuera lo más delicado y sentí sus dos manos acariciar mis muslos y después sus besos en mi centro. Lo único que escuchaba era como succionaba haciendo delirar del placer que me estaba consumiendo. Atraje su cabeza para que no se quitara y ella obedeció. Sentí un dedo entrar en mí y cuando estaba a punto de desvanecerme sentí otro más haciendo que me arqueara completamente a punto de llegar a la cima del placer.
-Mi amor, ven –la llamé y ella entendió lo que pedía. Subió lentamente para besarme y entrelazamos nuestras piernas sintiendo nuestra humedad en ambas. Comenzó a moverse una vez que se subió arriba de mí y yo sólo mordía sus hombros mientras ella acariciaba mis senos sin dejar de verme a los ojos.
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Perfecta Casualidad (CAMREN)
Fanfic¿Crees en el destino? ¿Crees en eso que la gente llama "casualidad? ¿Te has enamorado al punto de querer odiar el amor? No todo ha sido así siempre. Ella amaba. Ella reía. Ella creía. Ella se fue, pero ¿Quién dijo que para siempre?