Reencuentro

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−Voy a preparar algo rápido, cariño. −anunció Sakura buscando algunas cosas en la nevera−Mientras tanto ponte cómodo.

Sasuke sonrió ante la dulzura de su esposa, llegar después de un largo viaje y recibir las atenciones y mimos de Sakura era una de las cosas más maravillosas que podrían pasarle. Ella era un lugar seguro al que podía regresar, así como él se esforzaba en mantener la aldea sana y salva para sus dos mujeres, su pelirosa cuidaba un lugar cálido y seguro donde siempre podía regresar.

−Pienso regresar más seguido a la aldea.

− ¿Eh? −Sakura estaba tan sorprendida que le costó asimilar las palabras de su esposo. −Sasuke-kun...si es por nosotras...

−Lo sé, Sakura. He estado mucho tiempo cumpliendo lo que considero es lo mejor para ustedes y para la aldea, sim embargo, deseo estar cerca de Sarada, escuchar su voz...Deseo estar a tu lado cuando quiero tocarte.

La pelirrosa sintió todo su rostro arder al oír esa ultima frase, sumado al atractivo de su esposo y el tiempo en que no pudieron tener momentos de intimidad, causó estragos en su cuerpo. Aun así, no quería presionar a Sasuke, de seguro estaba muy cansado como para algo más que una conversación amena.

−Yo también te he extrañado, mi amor. −sin más que decir se giró para lavar las verduras, si se concentraba en hacer la comida, la chispa de deseo se apagaría.

− ¿Estás rechazándome, Sakura? −la voz profunda de su esposo en su cuello logró hacer temblar hasta la ultima fibra en su ser.

−Sa-sasuke-kun...creí que tenías hambre.

−Hump, si tengo hambre...−susurró, rodeó su pequeña cintura con su brazo e hizo círculos en su vientre expuesto con la yema de sus dedos. Esas caricias suaves siempre encendían el fuego en ella.

−Sarada...−jadeó ante las acciones del pelinegro, quería que siguiera, pero temía que su hija apareciera buscando alguna cosa en la cocina.

−Dijiste que estaba dormida ¿no? −enterró su nariz en la hendidura de su cuello y respiró profundamente embriagándose con su aroma.

−Si...

−Entonces deja esto−separó su mano de su vientre para tocar sus muñecas por debajo su pulsera, una sonrisa de lado se escapó de sus labios al sentir su pulso acelerarse bajo su tacto.

Sin la fuerza para seguir resistiéndose Sakura dio media vuelta para enfrentarlo, se miraron intensamente, observaron los labios del otro como si se tratara del más exquisito manjar. Era un juego para ellos averiguar quién daría el primer paso esta vez.

−Tu piel siempre ha sido tan suave−murmuró el Uchiha dejando una delicada caricia en las mejillas de su mujer. Ella inclinó su rostro contra su mano, incapaz de resistir la tentación de obtener más contacto físico.

Sasuke acercó su rostro al de ella, dejando que sus alientos se mezclaran, sintiendo el calor de su respiración impactar en sus labios produciéndole un cosquilleo agradable. Estar alejado de Sakura era una tortura, si sentía envidia de algo, era de las personas que podían tener a sus seres amados siempre a su lado, sin embargo, ellos nunca sabrían lo maravilloso de un reencuentro largamente esperado, el placer de tocar la piel de su amante después de meses aplacando el deseo.

Finalmente juntaron sus labios en su beso casto, suave, intentando grabar en su memoria cada sensación experimentada, deseando que el tiempo se detuviera unos mementos. Fue Sakura quien movió sus labios contra los de él primero, humedeciendo sus labios partidos, degustando su sabor. Ante eso, Sasuke tomó el rostro de ella para mantenerla en su lugar, correspondiendo con el mismo ímpetu, mordió suavemente sus labios logrando que ella soltara un suspiro, sin perder tiempo introdujo su lengua en la boca de ella en un beso lento y sensual.

ReencuentroWhere stories live. Discover now