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Narra Gumball.

Citas, sí, todos habían tenido alguna pero... ¿Qué cosas debería de mostrarle a un Tritón? ¿Qué clase de cosas le gustarían? Sería muy tonto el pensar que sólo le interesarían cosas del mar o que tuvieran relación con él agua. Digo, hay cosas mucho más hermosas que podría mostrarle pero sinceramente no se me ocurría el qué.

— Am... Gumball ¿estás bien? — quiso saber el pelinaranjo.

— Eh.. sí, sí. Sólo... Estaba pensando en un proyecto que debo entregar en unos días — mentí para que no pudiera ver cuán nervioso me encontraba por esta cita.

— Está bien. Oye algún día quisiera ver aquél lugar al cual debes de ir todos los días, me trae cierta intriga el pensar en qué clase de lugar podría ser... — dijo como si nada. No sabía si era parte de su personalidad o algo de su especie pero Darwin solía decir lo que pasaba por su mente o llegaba a sentir, era tan directo... Eso me gustaba pero también me ponía de pelos.

— Bueno, lo verás, algún día... — sonreí sin muchas ganas.

— Si no quieres mostrármelo no hay problema... — explicó algo molesto.

— No es eso... Es... No sé qué lugares podrían gustarte, y cuáles no. No quisiera que te aburrieras de estar conmigo o de conocer mi mundo — me sinceré con él sin tener más remedio.

— Mmmm... No puedo saber qué lugares me gustarán si todavía no los conozco. Así que... Por eso no te preocupes — le restó toda importancia y me hizo ver que literalmente estaba armando una tormenta en un vaso de agua.

— Entiendo... Darwin... Una cosa mas— conseguí nuevamente su atención y al hacerlo él asintió intrigado para que yo continuara — verás... Yo... Quisiera mostrarte mi mundo... Pero también, quisiera salir contigo...— se me hacía tan difícil ser tan directo con un chico. Dios, estaba que me moría de la vergüenza.

— Está bien, digo, para conocer el mundo supongo que debería de salir de tu casa ¿no? — inquirió dudoso, dándome a entender que no había conseguido hacerle saber mi punto.

— No... Digo, sí. Bueno, verás... Me refiero a que quisiera que este día, en el que te muestre un poco de mi tierra también quisiera tener una cita contigo — los colores se me subían a la cara, no podía sentirme más avergonzado.

— Mhm... — asintió el pelinaranjo — ¿Qué es una cita? — exclamó en todo de duda.

Me golpeé mentalmente contra la mesa. Si Darwin era un Tritón, una persona de otro lugar... Más aún, alguien de otro espécimen, era de esperarse que no supiera ni el nombre de ciertos objetos y mucho menos lo que implicaba "salir" en pareja o tener citas.

— Es cuando... Quieres conocer a alguien para emparejarte. ¿Entiendes? Querer a alguien, ser su novio o novia: pareja. Me refiero, antes de casarse, de entrar en compromiso... — traté de darme a entender con algunos ejemplos que al parecer ayudaron ya que con unas cuantas palabras ambos ya estábamos colorados de la vergüenza. 

Darwin mordió sus labios producto del nerviosismo, pero éso no le detuvo a hablar — E-está bien... me gustaría salir contigo — acarició uno de sus pequeños mechones de cabello hasta formar una pequeña onda. Se veía tan tierno... 

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A la mañana siguiente como no tenía clases y toda la tarde y noche me la pasé haciendo trabajos tenía la oportunidad de tener una cita con alguien que prácticamente no era de este mundo, bueno, al menos no del plano terrestre. 

— Buenos días Darwin... — saludé con una bandeja de desayuno que le llevaba a la cama. 

— Buenos días... — respondió de vuelta mientras se acomodaba algunos cabellos alborotados. Se veía simplemente adorable, pensé para mis adentros.

— Anda, hay que apresurarnos. Tengo un día planeado para divertirnos juntos — expliqué alegre mientras le entregaba el desayuno e iba por el mío para comer a su lado.

Luego de eso tomamos el primer bus al centro, de ahí le llevé a un parque de atracciones, una visita rápida al planetario, pasamos por algunos locales de comida diversa y finalmente un paseo por el teliférico de la ciudad.

— Waa!... Que hermosa puesta de sol — sonrió Darwin al ver aquél escenario.

— Sí... Hermosa — concordé con él, pero yo refiriéndome a la vista que tenía de él junto a una puesta de sol. Mi pecho se oprimió ligeramente al pensar que algún día ya no pudiera ser capaz de ver ésa misma puesta de sol con aquél pecesillo.

— Me la he pasado muy bien. Tu mundo es... Bonito y divertido e inesperadamente se interesan en muchas cosas que también nuestra especie investiga, como lo es el cielo, no a tal grado como ustedes, pero algo se ha logrado averiguar — explicó.

— Me da gusto saber eso. Aunque, aún no has conocido toda la ciudad, éste es el comienzo — le tomé la mano ligeramente y pude percatarme de una pequeña sonrisa en sus labios. 

— Gumball... ¿Está bien si me hago ideas...? — dijo con cierta vergüenza. Su mirada era simplemente adorable. 

— Sí, yo... quiero... estar contigo Darwin, si me lo permites.... — me incliné un poco para estar frente a frente. 

— Pero... ¿sólo porque soy un tritón? — su semblante había cambiado a uno nervioso, parecía temeroso de la idea de que yo sólo me hubiera fijado en él por tener cola de pez. Una pequeña risa se escapó de mis labios. 

— Claro que no, me gustaste desde la primera vez que te vi en aquélla roca observando el atardecer. Y... me encantaste aún más cuando pude pasar aunque sea unos minutos contigo — corté la pequeña distancia que nos separaba para depositar un tierno beso en sus labios y sonreirle —. Me gustas, y si bien no sabía que estaba interesado en los chicos, creo que el único chico que me interesa eres tú — dejé un pequeño beso en su nariz y le regresé su espacio personal. 

Estuvimos así un buen rato en el teliférico hasta que el viaje terminó, caminamos hasta la parada del bus, compré unos helados para ambos y finalmente ya nos encontrabamos listos para regresar a casa. Cuando nos bajamos del bus Darwin se empezó a sentir mal, parecía dolerle algo, pero yo no sabía el qué. 

— ¿Darwin? ¿Quieres ir al médico? — lo miré con alta preocupación.

— No... nadie puede verme así... — se aquejó. 

— Pero puede ser grave... ¿qué tal si empeoras? — traté de convencerle, pero el parecía necio a la idea de atenderse con un médico. 

— Está bien... es algo normal en mi especie — dijo con dificultad y al ver que yo no entendía nada decidió proseguir —... Estoy en mi periodo de apareamiento... — me quedé estático en mi sitio, no sabía bien a lo que se refería pero... simplemente no lo podía dejar ahí. Lo tomé entre mis brazos para cargarlo al estilo princesa para llevarlo a casa, ya vería cómo hacer que se calmara, pero primero debía de llevarlo a un lugar seguro. 




C O N T I N U A R Á....

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Jaja sí, me dio ganas de meterle algo se suspenso al asunto y... en el próximo capítulo se vendrá el lemon 7v7 oh seh... muajaja :3
En fin, es todo por el día de hoy, les deseo un excelente inicio de año, que todos sus sueños, metas y propósitos se cumplan. Ánimo y feliz 2020!! :9

El secreto del tritón (Gumball & Darwin) [Yaoi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora