Los zapatitos mágicos

Juanito, era uno de esos niños que era incapaz de salir de casa sin llevar puesto sus zapatitos que le había regalado su abuela, la cual había fallecido meses antes. Eran tan bonitos y calentitos, que al pequeño le encantaba llevarlos a todas partes, para enseñárselos a sus amigos.

Un buen día, cuando su mamá se los llevó para lavarlos uno de los zapatos había desapareció sin dejar rastro.

Enterándose de la noticia, el pobre Juanito se puso tan triste, que se negaba a salir de casa o ir a la escuela, hasta que volviera a aparecer su zapatito perdido. A tal grado llegó su disgusto, que sus padres tuvieron que llevarlo a comprar otros zapatitos, pero no tenían el mismo significado de los que le regalo su abuelita, llego la noche y cuando Juanito estaba durmiendo su abuelita apareció en sus sueños:

Abuelita: ¿Por qué lloras mi chiquitín?

Juanito: Ay abuela, dijo hecho un mar de lágrimas, no sé cómo ha pasado, pero alguien me ha quitado uno de los zapatitos que me regalaste.

y le dijo:
Abuelita: Ya sé que te gustaban mucho, pero seguro que ese zapatito está ahora en un lugar mucho mejor.

Juanito: Pero abuela-dijo gimoteando- ¿Cómo puedes decir eso?

Abuelita: Porque esos zapatitos que te regalé, son mágicos y llevan la buena suerte a aquel que le hace falta. Tu ahora solo tienes uno, porque en algún lugar del mundo, hay otro niño al que le hace falta tener más suerte que tú.

Juanito: Entonces abuela, ¿este también se marchará?

Abuelita: Puede hacerlo, a menos que me prometas dejar de llorar y vuelvas a la escuelita con tus amigos. ¿Lo prometes?

Juanito: Lo prometo abuela.

Cuando un zapatito se pierda y no puedas dar con su paradero, recuerda que
quizás esté ayudando a alguien a resolver sus problemas.