Capítulo 17: Cuentas Pendientes

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La localidad de Seawood, una ciudad costera con alta influencia en el país por su formidable economía, ubicada en la frontera con la nación vecina. A diferencia de la ciudad de Brawlopolis y de Tesko, Seawood mantiene una gran red de mercadeo con varios países, lo que le genera un abundante y constante flujo de ingresos. Esta pintoresca ciudad con arquitectura un tanto antigua, resulta ser el lugar de nacimiento de Penny, la cual no tuvo otra opción que salir del vagón para reencontrarse con sus raíces.

-Nita: No parece un mal lugar, aunque está algo solo.

-Jessie: Deberías estar emocionada por volver a tu hogar -busca a Penny- ¿Dónde está ahora?

-Penny: -escondida en un callejón- Por aquí.

-Jessie: -se acerca- ¿Por qué te escondes?

-Penny: Podría hacer una gran lista con todas las razones para ocultarme, pero digamos que este lugar no recibe muy bien a los forasteros -señala un pequeño local- solo mira.

En la entrada a un establecimiento varios sujetos observaban a los brawlers con cierto aire amenazador. Para evitar una posible pelea, se adentraron al callejón lejos de los residentes del lugar.

-Leon: -observando la calle principal- Llamamos mucho la atención.

-Penny: -se recuesta en la pared- De todos los lugares, tenía que ser este.

-Leon: Es peligroso quedarnos, tenemos que buscar un refugio.

-Penny: ¿Cual es tu plan?, ¿enseñar la estrellita? -se acerca a el- Si alguien se entera que somos brawlers estamos muertos.

-Leon: Me hago una idea de como son aquí.

-Penny: ¿Qué estas insinuando? -lo toma de la sudadera- ¡Si tienes algo que decir, dilo de frente y sin rodeos!

-Leon: ¿En verdad quieres hacer esto? -se libera del agarre-

-Penny: Hace mucho que quiero quitarte ese aire arrogante que tienes siempre. -mueve la mano hacia su arma-

-Leon: -toma un shuriken y lo coloca en el cuello de Penny- No me interesa que problemas tienes conmigo o con esta ciudad, pero no permitiré que alguien de aquí salga lastimado, y menos por un berrinche tuyo.

-Penny: ...

-Leon: Si tengo que llevarte inconsciente hasta Brawlopolis, créeme que lo haré.

-Jessie: Hey... ehm... n-no deberían pelear...

-Nita: -un poco asustada- E-Ella tiene razón...

Mientras la unión del grupo pendía de un hilo, dos personas se encontraban en el callejón, observando todo. Uno de ellos, tez morena, cabello marrón despeinado, con ojos color negro y de una estatura similar a un adolescente de 18 años, tenia un pañuelo azul cubriendo parte de su cabeza y no llevaba camiseta, solo un chaleco color rojo, también usaba pantalones holgados negros y sin calzado, además, una cicatriz en forma de X resaltaba en su pecho y llevaba consigo un cinturón con un pequeño bolso en el. Su compañero, un poco más alto, parecía ya ser un adulto, con piel clara, cabello negro arreglado, con un parche en el ojo izquierdo y con un color plateado en su ojo sano, vestía un traje color granate oscuro y zapatos color negro, llevaba dos anillos, uno en cada mano, los dos estaban hechos de oro y cada uno tenía una gema preciosa, un zafiro en la mano derecha y una esmeralda en la mano izquierda. Ambos se acercaron a los brawlers, y el más alto sacó un pequeño cartel de "se busca".

-???: -observando el papel en su mano- Tenías razón Enzo, son ellos.

-Enzo: ¿Cuándo me he equivocado? Te dije que eran los brawlers.

Brawl Stars: La Reencarnación del MalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora