Callo - L

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Callo hoy nuestros deshechos de unión duradera
que suceden a otras flores, más bellas.
Callo tu fragancia suave, intensa,
que ha recorrido por mi alma, verdadera.
Callo tus perlas más abiertas,
tus rubíes magnos.
Callo la presencia de mi euforia...
¡tal entusiasmo, caos en el tambor de mi pecho
al doblar mis pupilas hacia ti, cielo!
¡tal entusiasmo
que no lo podrías recrear con tantas tuyas flores!

Callo, grito en mí.
Ante tu presencia, notas
que mis labios sólo saltan;
no obstante, errante divago, sin rumbo
sobre la luz que dispersa
tu lado, que los jardineros imitan.

Callo, grito en mí,
desconociendo el amor que aúllo
a todos soles, a toda luz,
y a todos los negros momentos,
aquellos en los que no me siento yo.

Callo, grito en mí
y estoy en la misma jaula.
Amarrado, un lazo se posa sobre mi cuello,
prende mi alma, todo mi ser lo carcome;
inmune es, que se deshecha
un poco solo en mis vocales mentales,
torbellinos blancos, álbumes infantiles,
ya transformados y hallados aquí, como poesía pura.

Necesito escapar de aquí,
no soy guerrera, ¡cielo puro!
Mis vocales mentales, vigentes hallaránse
hasta el momento oportuno
en el que tus brazos de nube
se envuelvan eternamente con los míos, azucenas rosadas;
puesto que no tengo más que ofrecer.
Y así será que la mía alma
cesará su microscópica mirada hacia las flores hortelanas
y tornará el corazón a tu más profundo ser.

[ Les Étincelles ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora