Capítulo VI

179 11 4
                                    


En ese momento, no pude continuar más, sentía cómo la gravedad me jalaba hacia las profundidades del océano, y ahí, sin más fuerzas ni ganas de seguir, me dejé llevar, y perdí todos los sentidos, me rendí, y desde ese momento, quedé completamente inconsciente.
Lo siguiente que supe es que me encontraba bajo una gran sombra, hacía un clima muy agradable, era cálido pero llegaba la brisa del mar, abrí los ojos y la luz me lastimó un poco, pude ver palmeras, estaba acostada en la arena. Me levanté lentamente y me estiré, me sentía renovada, como si hubiera dormido una eternidad.
Volteé hacia atrás y vi el hotel, estaba muy alejada de él, aún no sabía quién o qué me había traído aquí, y quería saberlo, me paré y vi a Austin sentado bajo una palmera, estaba volteando hacia el mar, tranquilo y con los ojos entrecerrados por el sol, después desvió la mirada hacia mí, sin decir nada. Se quedó contemplándome por unos minutos, al igual que yo a él.
-Gracias- dije esperando una respuesta- por salvarme.
Él sólo asintió y volvió a mirar el mar, aún estaba decepcionado.
-¿No vas a contestar?- le dije insistentemente.
-¿Qué quieres que te diga? Nada te importa.- dijo sin voltearme a ver.
-Lo siento, perdón por haberte tratado así, yo sí te amo, en serio.- dije buscando su mirada.
-Creo que debo irme- dijo mientras se levantaba y se ponía un sombrero de paja.
Me levanté con él y lo detuve antes de que se fuera.
-Te amo- le dije sinceramente.
Intentó retirarse de nuevo, sin darme una respuesta, pero esta vez me puse en frente de él, puse mis manos en su cuello, subiéndolas hasta su cabello, me aferré a él y lo besé, fue un beso profundo, y el primero que en realidad sentía, el beso fue correspondido y me tomó de la cintura, besándome tiernamente, al terminar, me miró a los ojos, aún sujetándome de la cintura, se quedó mirándome sin decir palabra alguna, y yo me perdí en su mirada, fue la primera vez en la que noté lo bello que eran sus ojos, eran entre azul y verde y los más hermosos que había visto.
-Te extrañé- dijo al fin.
-También yo, y fue un error haberte dicho que no, lo siento- dije mirando el piso, él levantó mi cara suavemente y, cerrando los ojos, me dio un pequeño y tierno beso.
-No te preocupes, todos cometemos errores.
-Entonces, ¿Me perdonas?
-Por supuesto que sí Princesa.
-¿Dónde estuviste todo este tiempo?
-Me alejé del hotel, no podría soportar verte sin poder hablarte.- hizo una pausa- pero no te preocupes, olvidemos eso, ¿Quieres ir a comer algo? Debes tener hambre.
-Claro, vamos, pero, quisiera saber, ¿cómo viste que me estaba ahogando?
-Yo había pasado el día en aquella isla de allá- dijo señalando una isla a lo lejos.- y cuando venía de regreso, vi algo que se sumergía, nadé rápidamente y vi que eras tú, así que te traje nadando hasta acá, estabas inconsciente así que no despertaste, al llegar, me aseguré de que estuvieras respirando, y te coloqué sobre la arena, eso fue más o menos en la mañana, despertaste al atardecer.
-Gracias, en verdad te lo agradezco, eres mi héroe, literalmente- dije sonriéndole.
-Yo haría cualquier cosa por ti, nunca lo olvides.
Caminamos hacia el hotel y al llegar, Austin me acompaño a comer algo, tomé mucha agua ya que me había deshidratado.
-Listo, he terminado- dije levantándome- gracias por acompañarme.
-¿Me dejas acompañarte a tu habitación?- preguntó.
-Mmm, claro, vamos.
Fuimos a mi habitación y al estar ahí le dije:
-Austin, te debo una, por salvarme, dime cómo puedo agradecerte, haría cualquier cosa.
-Pues..... Hay una manera de agradecerme que no te costará mucho- dijo misteriosamente.
-¿Cuál es? Dímelo, haré lo que sea.
Austin me llevó dentro de la habitación y al estar ahí, dijo:
-Hay algo que he querido desde hace mucho.
-¿Qué es?- dije ansiosamente.
-Quiero hacerte mía- y mientras decía esto, me besó apasionadamente, empezó por mi boca y fue bajando hasta mi cuello, yo gemía levemente y lo disfrutaba, me sentó en la cama sin dejar de besarme y fue quitándome el bikini, dejándome completamente desnuda, yo no podía con la excitación y le quité el traje de baño, al estar ambos desnudos, me acostó en la cama y se puso sobre mí, siguió besándome, pero ahora lo hacía salvajemente, comenzó a ir bajando por mi cuerpo, besó mis senos mientras yo masturbaba su p*ne suavemente, siguió bajando hasta llegar a mi v*gina y al estar ahí, abrió mis piernas y comenzó a estimular mi clítoris con su lengua, lo hacía muy bien, incluso lo mordía, haciendo que yo gimiera de placer y tuviera algunas contracciones, después yo agarré su p*ne y lo metí a mi boca, al fin pude tenerlo en mi boca, después de tanto desearlo, sentía su piel caliente y palpitante, y lo disfrutaba, lo chupaba rápidamente, sacándolo y metiéndolo a mi boca, él gemía y su rostro demostraba placer, eso me excitó aún más y lo hice más rápido, hasta que el s*men salió escurriendo, yo lo limpié con mi lengua y el lo disfrutaba, mientras acariciaba mi cabello, después tomó su p*ne y se masturbó más, haciendo que le saliera más s*men, lo disparó sobre mis senos, haciendo que se lubricaran, comenzó a besarme mientras los tocaba salvajemente, los dos gemíamos de placer y su p*ne tenía una gran erección, tomó un condón del cajón y se lo puso, se puso sobre mí y antes de que pudiera meterlo a mi v*gina y quitarme la virginidad, dije:
-Espera.

Loving You Is Easy ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora