Mi verdadero amor ( George Weasley y ________)

Capítulo 7

Narra _______

Después de despedirnos de Fred y Lee nos fuimos a nuestra siguiente clase que era vuelo, estaba muy emocionada, pero todo el camino me la pasé pensando en por qué George había actuado de esa manera tan extraña en el comedor. Según Fred era porque no había amanecido de buen humor, sin embargo yo lo había visto muy contento cuando estaba con esa chica en el pasillo. 

Hermione; _____, ¿estás bien?

Yo; Sí Mione, ¿por qué preguntas?

Hermione;  No lo sé, estás como distraída desde que salimos de la clase de pociones.

Yo; Estoy bien Mione, no te preocupes, es solo que me intriga saber qué está planeando Fred para el sábado.

Hermione se me quedó viendo todavía preocupada y ya no pudo decir nada porque ya habíamos llegado a la siguiente clase. La profesora de vuelo llegó y nos saludó a todos, después nos dijo que nos pusiéramos a la izquierda de muestras escobas  y nuestra mano derecha sobre ella.

Profesor; Muy bien ahora todos digan "arriba".

Todos lo dijimos al mismo tiempo y mi escoba llegó a mi mano, Harry también lo logró a la primera al igual que Malfoy, pero al parecer para los demás no había sido tan fácil. Hubo un momento en que todos comenzamos a reír cuando la escoba de Ron le pegó en la nariz y éste replicó enojado. 

Una vez que todos tuvimos nuestras escobas en la mano, la profesora nos estaba dando las instrucciones para ya empezar a volar, cuando la escoba de Neville se descontroló haciéndolo volar sin control y dejándolo atorado en una de las estatuas del castillo hasta que su capa se rompió y cayó al suelo con un gemido de dolor. La profesora se llevó a Neville a la enfermería, ya que se había fracturado la muñeca y cuando la profesora se fue Malfoy recogió algo del suelo.

Draco; ¿Vieron su cara? Tal vez si hubiera traído esta cosa hubiera recordado caer sobre su trasero.

En ese momento vi que lo que había recogido del suelo era la recordadora de Neville, iba a contestarle, pero Harry se me adelantó.

Harry; Dámela Malfoy.

Draco; No. Dejaremos que Longbottom la busque en el techo.

Malfoy subió a su escoba y voló.

Draco; ¿Qué pasa Potter? ¿Estoy fuera de tu alcance?

Harry subió a su escoba y se elevó a la altura de Malfoy a pesar de las quejas de Hermione.

Harry; ¡Dámela Malfoy o te voy a tirar de tu escoba!

Malfoy; ¿La quieres? Ve por ella.

Malfoy lanzó la recordadora y Harry salió volando tras ella y justamente la atrapó antes de que se estrellara contra uno de los muros del castillo. Cuando recobró el equilibrio regresó a donde estábamos y todos corrimos a felicitarlo, pero antes de Harry pudiera tocar el piso por completo la profesora McGonagall ya estaba detrás de él .

McGonagall; Potter ven conmigo.

Yo; Pero profesora él no hizo nada, no fue su culpa,

McGonagall; No se preocupe por su amigo señorita Lupin. Por cierto, el director quiere verla en su oficina ahora, la contraseña es pastel de limón.

Yo solo asentí y me fui sin hacer ninguna pregunta. La verdad es que me sentía contenta porque por fin podría saludar a mi abuelo como se debe, no lo había visto desde hace mucho tiempo. Caminé hasta llegar a la estatua de la gárgola que llevaba a la oficina del director, dije la contraseña y esta comenzó a moverse dejando ver una escalera. La subí  y me encontré con una puerta de madera la cual toqué un poco nerviosa. Escuché como mi abuelo me decía que pasara y entre a su oficina. Él estaba sentado en su escritorio y cuando me vio sonrió y extendió sus brazos hacia mí, yo corrí para abrazarlo.

Yo; Hola abuelo te extrañé mucho.

Dumbledore; Yo también cariño. ¿Cómo está Remus?

Yo; Muy bien gracias, te manda saludos.

Dumbledore; Me alegra escuchar eso. seguro te preguntarás por qué te mandé a llamar.

Asentí.

Dumbledore; Bueno, aparte de te quería ver, quería hablar contigo.

Yo; ¿De qué?

Dumbledore; Bueno, lo que pasa es que Remus me mandó una lechuza contándome que te estaban paso cosas muy extrañas. Como que tus ojos cambian de color y que cuando te enojas las cosa flotan o se incendian, ¿es cierto?

Yo; La verdad es que sí, pero no sé por qué, solo me ha pasado un par de veces. Abuelo, yo creí que solo era un ancla como mi mamá.

Dumbledore; Yo también lo creí así cariño, pero al parecer eres más que una simple ancla. Tendré que investigar si tu madre tenía algún otro poder aparte de ser ancla, o si alguien más de su familia podía hacer lo que tú haces. Pero cuéntame, ¿qué fue lo que pasó? ¿cómo se dieron cuenta de esto?

Yo; Que me cambiaba el color de los ojos nos dimos cuenta cuando Remus me dijo que vendría a Hogwarts, cuando me dio la noticia me puse tan contenta que mis ojos se pusieron de un color violeta. Al principio Remus se espantó, pero después de unos momentos mis ojos volvieron a ser normales.

Dumbledore; ¿Me puedes mirar por favor?

Yo obedecí y miré a mi abuelo que al ver el color de mis ojos se sorprendió pero luego sonrió.

Dumbledore; Ummmmmm, interesante. ¿En este momento estás feliz?

Yo; Pues claro que lo estoy, tenía muchas ganas de verte.

Dumbledore; Eso explica que tus ojos están violetas.

Yo me sorprendí al escuchar eso y mi abuelo sonrió.

Yo; ¿Tengo los ojos violetas?

Dumbledore;  Así es, pero sígueme contando.

Yo; Bueno pocos días después de lo de la carta yo estaba queriendo prepararle el desayuno a Remus pero todo lo que cocinaba no me salía como yo quería, entonces comencé a enojarme y las cosas comenzaron a flotar a mi alrededor y las cortinas se incendiaron. Cuando Remus llegó a la cocina se me quedó viendo entre asustado y sorprendido por lo que estaba viendo y según él mis ojos eran de un color rojo escarlata.

Dumbledore; Increíble. Bueno cariño, tengo que investigar, como ya te lo había dicho, pero por lo tanto trata de no enojarte hasta que no sepamos qué es lo que te pasa, no querrás lastimar a alguien, ¿verdad?

Yo; No abuelo, claro que no.   

Dumbledore; Comenzaremos enseñándote cómo puedes utilizar tu poder de ancla, pero para eso te ayudara  el profesor Snape. Él es de mi entera confianza, y él y Minerva saben que tú eres mi nieta y que eres una ancla, pero son los únicos que lo saben y nadie más debe saberlo por el momento, por eso te pido que confíes en ellos.

Yo; Está bien abuelo, si tu confías en ellos yo también.

Dumbledore; Perfecto, entonces cuando salgas de aquí te vas con Severus, que te está esperando. Y recuerda que no le puedes decir a nadie lo que eres ni tampoco que eres mi nieta. ¿Sabes que me recuerdas mucho a tu padre?

Yo; Abuelo, extraño a mis padres. Me hubiera gustado conocerlos.

Dumbledore; Lo sé cariño, lo sé, ahora ve con Severus que te ha de estar esperando para empezar con tus clases.

Yo; De acuerdo abuelo, lo haré. Nos vemos luego y te quiero mucho.