parte única.

74 3 2
                                    

no podía creer lo que delante de ella estaba, aquel ser con el que siempre soñó conocer, aquel precioso ser humano que se convirtió en su más grande sueño, en su más grande ídolo, en su más grande anhelo, aquella persona que podía poner su mundo de cabeza con tan solo sonreír y mostrar sus adorables hoyuelos; ella realmente no podía asimilar que tenía a christopher bang delante suyo, sonriendo tan brillantemente que deslumbraría hasta al mismísimo sol.

con lágrimas acumulándose en sus ojos y los nervios a flor de piel caminó a paso lento hasta él. el chico la veía sonriente, pero la linda sonrisa se fue de su rostro al ver cómo una lágrima resbalaba por la mejilla derecha de la menor. preocupado se acercó a ella y tomó con ambas manos el rostro de la chica, ella aún sin poder creerlo llevó sus manos hacia su boca, cubriendo esta y donde dejó escapar un sollozo, estaba tan feliz de tener a tal hombre delante suyo, y lo que su mente atinó a hacer fue llorar, lloraba de felicidad y emoción, y no era para menos, tenía en frente al chico de sus sueños, a la persona que más anhelaba conocer, a la persona que era su razón de sonreír.

pero el solo se preocupaba más al ver como más y más lágrimas salían de los ojos de la menor, con su pulgar limpió las lágrimas y soltó una pequeña sonrisa de lado, tratando de tranquilizar a la chica, que solo agachó un poco la cabeza y murmuró algo en bajito que el chico de cabellos rizados no alcanzó a escuchar.

– ¿qué dijiste? – preguntó el chico, ella sentía que en cualquier momento se desmayaría ahí mismo.

– y-yo dije lo siento, no quise ponerme así... – murmuró con un hilo de voz.

el chico tomó la mano de ella, haciendo que esta volteara para verlo.

– no pidas perdón pequeña, fue algo normal... creo. – dijo soltando una pequeña risa al decir la última palabra.

minyoung se sintió morir cuando escuchó tan perfecto sonido salir de los labios contrarios. lo miró fijamente, no queriendo perderse ningún detalle del rostro del más alto, el cual sólo la miraba con curiosidad, esperando que dijera algo más. minyoung por inercia llevó su mano a la mejilla del mayor y la acarició con cuidado y delicadeza, sintiendo que si hacía cualquier movimiento en falso él se rompería.
chris sonrió con ternura cuando sintió la pequeña mano de la menor en su mejilla, y ladeó un poco su cabeza por las suaves caricias en esta, recargando un poco su cabeza en la mano contraria.

estaba fascinada, nunca en su vida se imaginó en un momento como ese, con aquella persona con su cabeza sutilmente recargada en su mano mientras brindaba suaves caricias en su mejilla.

– te amo tanto... – dijo ella sin pensar, cuando al cabo de sólo unos pocos segundos darse cuenta de lo que había dicho.

avergonzada quitó su mano de la mejilla del más alto y agachó la cabeza con un fuerte sonrojo apoderándose de sus mejillas. él volvió a reír enternecido por la acción de la chica y tomó la mano de ésta entre la suya.

– y yo te amo a ti, pequeña. – dijo con completa sinceridad en su voz.

ahora si que podía decir que este era el mejor día en toda su vida, parecía todo tan irreal. levantó rápidamente su mirada, encontrándose con la de chris sobre ella, y sin esperar otro segundo más cortó la distancia que los separaba, esos pocos centímetros desaparecieron cuando ella rodeó el torso del mayor con sus brazos y se fundieron en un cálido y tranquilo abrazo, el no tardó nada en corresponderlo, rodeando con sus brazos el pequeño cuerpo de la chica delante suyo, la cual se aferraba a él como si su vida dependiera de eso. se mantuvieron así por unos largos minutos que parecieron horas, ella oliendo el delicioso aroma que el chico emanaba, y el con su cabeza recargada en la de la menor, dando suaves caricias en su espalda.

siendo sólo esas cuatro paredes los testigos de ese bello momento, donde ambos sin conocerse del todo se juraron nunca dejarse y amarse hasta el final de los tiempos, aún abrazados y dejando que todos los sentimientos y el silencio hablaran por sí solos.

porque nada importaba si ella podía tener a su vida entre sus brazos, ahora todo estaba bien y nada podría arruinar su felicidad, porque él era su felicidad, era su vida, su amor eterno e infinito, que juraba ser puro y fiel hasta el final de sus días, y aún si ya no se encontraba, ese amor seguiría tan vivo como la primera vez.

fue en ese cuarto donde ella dejó ir hasta la última lágrima, el último beso, el último abrazo, la última caricia, la última despedida, el último suspiro, el último te amo.

fue en aquella habitación donde dejó ir todo lo que sentía. en aquella habitación donde pudo ver al amor de su vida, y donde este fue testigo de lo mucho que ella lo amó.

unos segundos antes de que todo acabara ella se despediría de él, abrazándolo y dejando un pequeño e inocente beso en su mejilla, susurrando un suave "te amo", antes de desplomarse en los brazos del chico, dejando ir su vida delante de la persona que más amó, de la persona que más anheló, de su único, verdadero, puro e inocente amor.

porque kwon minyoung amó hasta el último día de su vida, hasta el último suspiro, hasta su última respiración a christopher bang, su amor eterno.

be mine - bang chan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora